Por Yolanda Gutiérrez Carlín
Ayer leía una nota que informaba que en el sur de la entidad había niños enfermos de cáncer a los que el sector salud no entregaba medicinas para sus tratamientos, ayer leía también que el gobierno había regresado a la federación cerca de nueve mil millones de pesos para solventar una serie de observaciones de la cuenta pública del gobierno del Estado.
Es una lástima que un estado en donde existe tanta necesidad se tenga que reintegrar dinero a la federación, por no haberse aplicado correctamente en los programas para los que venía destinado.
Sí algo falta en Veracruz es dinero para salud, educación, infraestructura, seguridad, es decir falta lana para todo, pero a pesar de esta necesidad que tienen los veracruzanos de recursos para diferentes rubros, el gobierno devolvió o negoció su devolución con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para librarse de los señalamientos de una serie de auditorías desarrolladas.
Dentro del vómito negro realizado por el gobierno del Estado, luego de las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) se encuentran mil 320 millones de pesos del Seguro Popular, lo increíble de esto es, que por un lado se regresa esta suma de recursos y por otro lado la Secretaría de Salud (SS) de Veracruz sigue sin surtir medicamentos a los niños que están tomando tratamientos para combatir el cáncer.
Gloria Santos Navarro, presidenta de la fundación Apóyalos a tener una Esperanza de Vida informó que en el Hospital Valentín Gómez Farías siguen sin surtir los fármacos a los infantes, por lo que su situación es crítica y pone en peligro sus vidas.
Santos Navarro mencionó que los medicamentos que se le suministran a 38 menores, fueron donados por la sociedad, que al mes se requieren al menos 150 cajas con tratamientos oncológicos, sin embargo la Secretaría de Salud no cuenta con el abasto suficiente y esto repercute en la salud de los pequeños.
Se sabe que se interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para pedir que se analice, investigue y resuelva este caso, pues se quejan de que en la estatal no los quisieron atender. Pero además precisaron que si la federación auditara la Unidad de Oncología Pediátrica en el hospital civil de Coatzacoalcos, ésta podría perder su certificación por carecer de equipos y medicinas para atender a los niños, pues esta enfermedad está en el cuadro básico nacional.
Lo lamentable del asunto del regreso de recursos es que hasta el momento no se sabe de funcionarios que hubieran dejado de serlo por ser responsables del vómito negro, se menciona por ejemplo que la salida de Gabriel Deantes y de Edgar Spinoso es el resultado de una supuesta compra de computadoras realizadas al yerno de Elba Esther Gordillo, que esta adquisición nunca se hizo pero que en las arcas aparecía como tal, sin documentarse con facturas un monto de más de 600 millones de pesos.
La falta de cumplimiento en la aplicación de recursos es una omisión grave, pero el tener que reintegrar dinero a la federación por malas aplicaciones, es todavía peor, sobre todo por las necesidades que tiene la entidad.
Se sabe por ejemplo que existe un oficio de la ASF en donde le observan a la Secretaría de Seguridad Pública la renta de carpas, sillas, pantallas de LED, compra de playeras, gorras bordadas, renta de audio y una serie de cosas que “no cumplen con los gastos autorizados en la Mecánica Operativa del Programa…”, y mientras esto sucede, los veracruzanos viven con miedo por la inseguridad que priva en la entidad, y ya ni se diga del lugar que ocupamos en secuestros.
Aparte de los mil 320 millones del Seguro Popular, según Arturo Orcí Magaña, titular de la Unidad General de Administración, se recuperaron siete mil millones de pesos de diversos programas que fueron desviados.
Por lo pronto en las auditorías realizadas a las Cuentas Públicas del 2011 y 2012 de Veracruz existen responsabilidades administrativas en las secretarías de Educación, Seguridad Pública, Salud y Finanzas ya que no pudieron comprobar el destino de recursos que entregó el gobierno federal para diversos programas a través de la Secretaría de Hacienda, pero eso si se retiraron el mismo día de la transferencia sin que existiera la documentación correspondiente.
Mal dejan los encargados de esto al gobierno del Estado, ya que la impresión que se tiene en la federación es de desorden y corrupción por parte de los titulares de las dependencias señaladas, pero lo que es peor, tener que regresar dinero cuando hace tanta falta.
Editorial
3 comentarios en «Vomito negro. Otro caso de corrupción en el Gobierno del Estado»