Fidel Herrera ahogó a los Tiburones

Por Regina Martínez


Expulsado de la fase final del torneo de clausura 2011 el equipo Tiburones Rojos de Veracruz ya no es negocio. Al menos no para los empresarios que presuntamente lo han comprado aunque legisladores panistas afirman que si le dejó millones a ilustres accionistas de apellido Herrera Beltrán y Herrera Borunda, además del beneficio político de exhibirse en el estadio Pirata Fuente.

Xalapa Ver.- Desde hace más de dos décadas, al concluir el sexenio salen a relucir corruptelas en el manejo del equipo de fútbol Tiburones Rojos de Veracruz; la nota original es que en esta ocasión, diputados opositores consideran que el ex gobernador Fidel Herrera fue quien terminó de hundirlo.

El conjunto adquirido a finales de los 80’s por el gobierno del Estado encabezado por el entonces priista Dante Delgado Rannauro, se ha visto inmerso en escándalos financieros por malos manejos de la administración pública, en su historia el equipo ha pasado por varias manos: desde compañías cerveceras, hasta el promotor taurino Rafael Herrerias (en el sexenio de Miguel Alemán), empresarios que lo han visto como jugóso negocio pese a sus pocos, si no es que nulos, resultados deportivos: Solo en el 2001 subió a la primera división , pero en el 2008, volvió a la liga  inferior.

Ahora, aunque el equipo terminó la campaña regular con 26 puntos y en el quinto sitio general, la Federación Mexicana de Futbol (FMF)  decidió eliminarlo de la fase final del Torneo de Clausura 2011, como se lo advirtió desde  el 20 de abril a la directiva del club, que preside el empresario poblano Mohamed Morales.

El 24 de abril, la FMF informó que el club Veracruz, de la liga de ascenso, incumplió el artículo 71 del reglamento de competencia al no pagar deudas por casi 80 millones de pesos y, por consiguiente, quedaba al margen de la fase final y de la fase del Torneo de Clausura 2011, La deuda forma parte “ de la cuenta corriente con la federación de clubes contraída durante el régimen de transferencia de diciembre pasado y de las controversias que se han presentado y que ya fueron dictaminadas en contra del equipo Veracruz no cumplió con el pago”. Notificó FMF. Ante ello, Mohamed Morales- quien compró la franquicia al gobierno de Herrera en febrero de 2010  en treinta millones de peso- anunció su decisión de vender el equipo.

El ex diputado local Sergio Vaca Betancourt afirma que el ex gobernador  Herrera “siempre dispuso del equipo  Tiburones Rojos de Veracruz como si fuera suyo” y que incluso lo utilizó para promover las campañas de su partido, el PRI.

Como ejemplo, señala que Herrera quería evitar a toda costa que en las elecciones locales de 2007 ganara el candidato panista a la alcaldía de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, por lo que “regaló” un promedio de 10 mil boletos por cada partido del Veracruz, incurriendo en una irregularidad por que “carecía de autorización del consejo local para hacerlo”.

En noviembre de 2007-continua Vaca Betancourt- el entonces gobernador solicitó el visto bueno del Congreso para dar en comodato  al Patronato del Sistema de Fútbol  de Veracruz, AC., los nombres, marcas y franquicias de los equipos Tiburones Rojos de Veracruz de la Primera división; Tiburones rojos de Coatzacoalcos, de la Primera División A, y Veracruz Sporting de la Segunda División.

En la misma fecha solicitó entregar en comodato a ese organismo, que aun preside Gabriel Romano, los derechos federativos de las carteas de jugadores, los activos del  Club Veracruz y el derecho de usar gratis el estadio Luís Pirata Fuente. Para eso exhibió un proyecto del contrato correspondiente.

El ex legislador refiere que, según ese contrato, los bienes otorgados-sin incluir el derecho de usar el estadio por tres años- valían 233 millones 836 mil pesos, y el comodatario quedaba obligado a entregar al Congreso un informe mensual pormenorizado del estado de los bienes, así como de sus ingresos y egresos.

A fin de asegurar el adecuado uso de los bienes, dice Vaca Betancourt, entre otras medidas se especificaba que el comodatario “otorgaría garantía al comandante durante la vigencia del contrato” y se obligaba  a pagar los impuestos y cualquier otro gasto originado  por el uso d los bienes cedidos.

Sin embargo, en enero de 2007 los directivos del equipo informaron a la prensa que en el draft d Cancún habían vendido las cartas de los jugadores Franco Patiño, Salustino Cambia y Santiago Raymonda en 6 millones 386 mil dólares, que al tipo de cambio de entonces equivalían aproximadamente  a 70 millones de pesos .

En Junio de 2008, Fidel Herrera ante la legislatura local. Vaca lo cuestionó y recuerda que el gobernador le dijo que “la colocación de los jugadores fue esplendida, se ganó dinero y vamos a tener recursos para que el equipo haga un papel muy digno”.

Sin embargo, subraya que “fue otra irregularidad” vender las cartas de tres jugadores en 70 millones de pesos sin tener permiso previo del Congreso local, violando  la Constitución del estado, seguramente (para) quedarse con ese dinero”.  

 

El 31 de julio siguiente, la mayoría priista del Congreso  local autorizó al gobernador para vender el certificado de afiliación, el nombre comercial y la marca de Los  Tiburones Rojos, sin incluir a los jugadores cuyas cartas seguirán perteneciendo al gobierno del estado. Sin embargo cuando estaba negociando la venta, el 19 de noviembre de 2008, “sorpresivamente Fidel pidió al congreso que le permitiera apoyar con 33 millones de pesos al equipo, lo  que por supuesto aprobaron los priistas”, dice el ex legislador.

El entrevistado encuentra inexplicable que, después de obtener 70 millones de pesos con la venta ilegal de tres jugadores y en pleno proceso de enajenación  del certificado, el nombre comercial y la marca de los Tiburones, cinco meses después Herrera le haya regalado 33 millones 750 mil pesos al equipo. Más bien yo creo que se los quedó”.

Asegura que los integrantes de la anterior legislatura local, “nunca supimos nada de las cartas, cuánto costó realmente cada jugador y en cuanto fue vendido”, ya que mientras el contrato de comodato se firmó por 233 millones de pesos “terminaron por subastar a los (Tiburones rojos) en la decima parte”.

A mediados de 2009, en la más completa opacidad, el gobierno de Fidel Herrera vendió el Veracruz al empresario Raúl Quintana y a su socio Marcos Fastlicht, quienes el año siguiente lo vendieron a Mohamed Morales.

En febrero de 2010, el vicepresidente del equipo, Javier Aillaud, confirmó la compraventa del equipo, la cual, enfatizó “no puede haber ninguna sospecha o duda, pues fue una operación entre particulares como cualquier negocio”. Sin embargo el 27 de ese mes, Mohamed Morales informó que pagó 30 millones de pesos por los Tiburones Rojos  luego de reunirse con el gobernador Herrera “para finiquitar la operación”, con compromiso de trabajar para que ascendiera a la Primera División.

En conferencia de prensa efectuada el 4 de abril de 2010, Morales negó ser prestanombres de presuntos accionistas entre los que se encontraría Fidel Herrera Borunda, hijo mayor del entonces mandatario estatal: “Soy el auténtico dueño, ya que me he metido a los foros de la página oficial de los Tiburones Rojos  y me han dicho de todo, que soy zeta, narco…me han mentado la madre…que soy prestanombres…me han dicho de todo, y ni modo.

Señaló que ante los malos resultados ante la llamada” liga de ascenso”, el estado dejaría de apoyar al equipo: “Fue una decisión tomada por las dos partes, porque el gobierno ya esta hasta la madre de tanto fracaso, pero  cuando yo asumí el equipo no sabía en qué condiciones estaba”.

En 2011, las finanzas del equipo hicieron crisis y lo sacaron del torneo,. Aunque Morales se comprometió  a liquidar  los adeudos, señaló que todavía se debe dinero por la compra de cuatro jugadores en 2006 y, aunque, el adquirió la escuadra en 2010, se le negó una prórroga  para saldar ese monto.

El empresario asegura que ya tiene cuatro ofertas, ninguna de Veracruz, “no hay nadie que le quiera entrar para que el equipo no salga, para que se quede aquí”.

El Turno de Javier Duarte  

El diputado panista Fernando Yunes Márquez señaló que en los sexenios de Miguel Alemán  y de Fidel Herrera “fueron las etapas en las que más raterías se cometieron contra el Club”. Denunció que el gobierno de Herrera el equipo fue operado por personas que nunca fueron los dueños, “ya que el ex gobernador seguía con las manos metidas, y a Mohamed Morales lo engañaron, pues todo el mundo sabe que el verdadero operador er el hijo mayor de Fidel Herrera”.

Declaró que a Mohamed le prometieron, que mediante la Secretarla de Finanzas y planeación (SEFIPLAN), el gobierno “iba a dar dinero para financiar el equipo, lo cual resulto falsa, ante la quiebra financiera del estado”. “creo que el señor Morales es el menos culpable del asunto…pues aunque reconoce que él tiene ciertos adeudos, los anteriores no  son suyos y asciende a más de 4 millones de dólares, casi 50 millones de pesos, acuso Yunes a Márquez.

“El responsable de la destrucción del equipo es el propio gobierno”, que  lo ha utilizado como “bandera” de campañas políticas y para que los funcionarios se “placeen” en el estadio, añadió. Como resultado, ahora es difícil venderlo por esos millonarios pasivos y sobre todo, “porque no se quiere atacar a los culpables de ese desfalco”.

Ojala, dijo el gobierno no decida salvar al equipo con recursos públicos con la finalidad de proteger a los responsables de esta debacle, como ocurrió con Rafael Herrerías,  que fue denunciado por un presunto desvío millonario de recursos  del equipo, pero nunca se procedió en su contra.

El 27 de abril, Javier Duarte respondió que su gobierno estaba dispuesto a entregar a Yunes Márquez y a su familia a los Tiburones Rojos de Veracruz, “para que lo administren y lo asciendan lo antes posible… ya que son personas de muchos recursos… Hay la posibilidad de sanear las finanzas del equipo para que ellos lo manejen sin ninguna complicación económica”.

Para aceptar esta propuesta “sin  gastar dinero de los veracruzanos”, es decir “sin subsidio del gobierno y sin que me cedan la propiedad”,  Yunes Márquez puso la condición de “que Javier Duarte informe cuantos millones de pesos…se destinaron durante los últimos años a la operación de los Tiburones Rojos, ya que el formo parte del patronato cuando fue subsecretario de finanzas y conoce muy bien las cifras”.

También exigió “ una auditoria a cargo del despacho de contadores y auditores más acreditados del país, para conocer las cifras reales y el destino final de esos dineros de el pueblo de Veracruz, que debían haberse ocupado para fortalecer a nuestro equipo de fútbol y en cambio lo llevaron al descenso”.

Finalmente, demandó que Duarte se comprometa a que se proceda contra los culpables, no importa si alguno de ellos se apellida Herrera Beltrán o Herrera Borunda”. El gobernador ya no le respondió al panista.(Revista Proceso)

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