Y Veracruz se fue a la quiebra

Yunes Linares, entre sus iras y la razón.

El desastre y el atraco.

Veracruz news

Andar con Miguel Ángel Yunes Linares es como andar en el infierno. Lo abraza el fuego. Lo asedia el pecado. Quema el entorno, suscita ira y provoca encono. Pero hay algo que al demonio azul no se le puede negar: dijo que Veracruz, con Fidel Herrera y Javier Duarte, iba a la quiebra, y Veracruz está en la quiebra.

Se ufana de ello. Lo advirtió hace seis años, en 2009, víspera de una candidatura al gobierno veracruzano que lo catapultó en campaña, lo proyectó en las urnas y lo barrió en los tribunales.

Decía en su diagnóstico que Fidel Herrera usaba la trampa de la bursatilización para enriquecer a intermediarios financieros, pagando mayores comisiones que otros estados del país por colocar los bonos bursátiles, evidente la maniobra, el beneficio para los amigos, una sutil forma de corrupción.

Advertía del desastre social. Veracruz, desplomado en educación. Veracruz, estancado en salud. Veracruz, acabado en empleo.

Sobre la llaga, lanzaba el ácido y la sal. Veracruz caminaba a los tumbos y con Fidel Herrera en el gobierno trazaba una ruta hacia el desastre.

Decía también que Fidel Herrera tenía un cómplice: Javier Duarte. De su mano había partido la bursatilización, Veracruz entregado a una casa de empeño, hipotecado su futuro.

Javier Duarte, el secretario de Finanzas usado para saquear a Veracruz, era el elegido del clan para continuar con la masacre política y darle forma a lo que en ese momento se gestaba como el fidelato.

En dos saltos lo proyectó Fidel Herrera. Pasó de la Secretaría de Finanzas a una diputación federal y de ahí al gobierno de Veracruz. Sólo así se explica por qué llevó al caos a la entidad que lo vio nacer. No sabía gobernar no ha aprendido a hacerlo.

Seis años después, Yunes Linares evoca la premonición: Veracruz está en quiebra.

Lo refiere en un documento maestro, el diagnóstico de la debacle, un retrato de la realidad que si no la contara el demonio azul la podría relatar cualquier veracruzano.

Acusa en sus partes medulares el documento yunista que el problema de Veracruz es el abuso de poder, la corrupción, el engaño y la complicidad. Así lo describe:

“En materia de corrupción ha sido la Auditoría Superior de la Federación la que ha clasificado al Gobierno del Estado de Veracruz como el que más recursos federales ha desviado en el país, señalando que del total de desviaciones a nivel nacional más del 17% se dieron en nuestro Estado.

“Duarte ha querido minimizar lo anterior, pero lo que no podrá minimizar son las denuncias ya anunciadas por el Auditor Superior quien textualmente dijo:

“ ‘Veracruz está muy complicado, tiene muchísimos recursos metidos en una cuenta concentradora de la que aún no explican su uso’.

“Dijo también que: ‘En el pasado se nos daba información, documentos en que trataban de demostrarnos que ya estaba reintegrado el recurso y con base en ello podríamos solventarlo, pero la sorpresa que tenemos desde hace dos años para acá es que esos recursos que ya habían sido reintegrados y una vez que ya los solventamos, los vuelven a sacar, esto ya es una simulación en la que estamos procediendo a hacer denuncias de hechos’.

“ ‘Ya no solventamos hasta que no me demuestres que estos recursos que dices haber reintegrado a la cuenta o que reintegraste, los aplicaste al propósito para que te autorizaron, o sea destínalos efectivamente, no les des vueltas, no los pelotees después de cuenta en cuenta, no los metas a tu cuenta concentradora (la licuadora)’.

“El Auditor Superior señaló que los gobiernos estatales lo mismo ocupan los recursos federales ‘para pagar los sueldos de los doctores y maestros que adquirir nuevas camionetas para el jefe o comprar motos’.

“La deuda pública de Veracruz se ha convertido en uno de los secretos peor guardados.

“Cada ocasión que Duarte sale a decir que las finanzas públicas de Veracruz están en buena situación, se aparecen los acreedores, no sólo proveedores y contratistas, sino también jubilados, burócratas, campesinos, becarios músicos incluso a los que se adeudan millonarias sumas.

“Se dice que la deuda llega a casi 100 mil millones de pesos y que somos uno de los cuatro Estados de la República mas endeudados. Eso parece ser cierto, sin embargo, lo que nadie sabe es donde quedó esa enorme cantidad de recursos que tendremos que pagar por un cuarto de siglo.

“La respuesta está en labios de todos: se robaron parte del dinero y el resto lo utilizaron en campañas políticas.

“Pero hay algo más.

“Desde la propia contratación de los créditos, Duarte, siguiendo las enseñanzas de su jefe y mentor se llevó al bolsillo cifras multimillonarias al subir artificialmente las tasas de interés a las que contrató dichos créditos.

“Como se ha mencionado y denunciado, el Estado de Veracruz se encuentra entre los más endeudados del país, con una deuda total (Capital + Intereses) de más de 80 mil millones de pesos, distribuida en 14 líneas de crédito y 3 emisiones bursátiles.

“Las denuncias de sobreendeudamiento se han realizado por instituciones civiles como el Instituto Mexicano para la Competitividad, o por el mismo Congreso de la Unión. Mientras tanto, el gobierno de Duarte cierra los ojos y se tapa los oídos para no escuchar estas voces de preocupación.

“Además de que Veracruz es de los estados más endeudados del país, ocupa el nada honroso 6° lugar a nivel nacional en contratar los créditos más caros.

“En diciembre de 2012, Duarte quiso venderle a los veracruzanos un supuesto ajuste fiscal y la reestructuración de la deuda estatal. Han pasado 3 años y la situación empeora: No existe dinero, Veracruz está en quiebra y la población en general así como empresarios, proveedores y organismos desean respuestas.

“La realidad alcanzó a Javier Duarte y la burbuja que construyó con su ‘banda’ está haciéndose pedazos. La quiebra de Veracruz ya no se puede esconder.

“El Gobierno del Estado tiene sumido a los veracruzanos en el desorden, la pobreza, mientras unos cuantos funcionarios se dan vida de reyes.

“En diciembre el Congreso del Estado, con una mayoría de vasallos de Duarte, le autorizó pedir prestados otros ¡cinco mil millones de pesos! sin que nadie sepa en que se ocuparán.

“Todos queremos saber cuál fue el destino final de los recursos públicos que administró durante su período, y en particular conocer el destino de la enorme deuda que se contrajo.

“El pueblo de Veracruz exige cuentas claras, y si no hay cuentas claras exige castigo a los culpables de la bancarrota de nuestro Estado.

“El rechazo al “duhartazgo” está plenamente justificado.

“La corrupción es la nota más distintiva del gobierno duartista, que no se preocupa ya en ocultarla, que actúa con cinismo y se burla de los veracruzanos”.

Difícil es tratar a Yunes Linares. O se es amigo o se es enemigo. Fidel Herrera lo sabe; Javier Duarte también. Es tormentoso y polémico, pero en cuanto al desastre financiero, no miente. Duarte mismo, al anunciar el reajuste, admite la crisis.

Su premonición se cumple. Dijo en 2009 que Veracruz iba a la quiebra. Lo dice ahora: Veracruz está en quiebra.

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