El PRI se quedó con la terracería y perdieron lo pavimentado
Por Edgar Hernández/Línea Caliente
Una reflexión, el PRI y el Verde obtuvieron juntos 16 distritos con 888,368 votos, mientras el PAN, el PRD y Morena entre los tres obtuvieron 5 distritos con 1.089,093 votos, o sea que solo 5 distritos obtuvieron 200 mil 705 votos más que en 15 distrito priistas. Esto es, el PRI se quedó con la terracería y perdieron lo pavimentado.
La reflexión es del analista Ernesto Aguilar Yarmuch y tiene razón.
Acaso de ahí la discreción priista y la del propio Duartismo que no se alza en fiestas ni triunfalismos, aun cuando sí se anota en favor de una caballada gorda y el regreso de los cuatro fantásticos, Erick Lagos, Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Alberto Silva.
Para los afanes del centro, sin embargo, la lectura es otra.
Se observa la vitoria priista con reserva al perderse la capital y la poderosa Coatzacoalcos a manos de Morena que es Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo el posicionamiento de Veracruz y Boca del Río en favor de Miguel Angel Yunes tiene varias lecturas:
Son plazas emblemáticas, las más representativas del pueblo veracruzano; significa además el peor fracaso político de Fidel Herrera y como remate le resta posibilidades de seguir influyendo en la vida política veracruzana al destacar a estas alturas los Yunes PRI-Verdes.
Y sí, el abanico se abre a nuevos jugadores pero solo para la guerra mediática, ya que el posicionamiento de José Francisco Yunes Zorrilla y de Héctor Yunes Landa es claro.
Uno, Héctor ya está en abierto, el otro, Pepe, se niega a ser el “Bronco” de la película y en todo caso hay un caballo negro que no es precisamente Alejandro Montano.
Por ahí se mueve entre bambalinas un tercero que de persistir el desgarre político entre el priismo veracruzano habrá de ser el factor de concordia entre la familia dividida.
De ese personaje nos ocuparemos en otra entrega.
Y es que si bien Erick puede, para el centro que es quien decide, no tiene la estatura ni la cobertura para gobernar Veracruz. Acaso cumplirá y con creces ser el pastor de la bancada priista en el Congreso de la Unión.
Y como sombrío funeral se ha visto el resultado electoral del famoso “Cisne” si partimos de la consideración que el requisito para jugar la gubernatura –a los ojos de Javier Duarte- era quien alcanzara la mayor votación en su distrito.
Por lo demás, hay un elemento que está como escondido. Es Tomás Ruíz que no se sabe que picha ni que cacha y si dejará batear. ¿Qué hace en Veracruz? ¿A qué vino? ¿Qué va a jugar?..
Una pregunta para la araña.
Tiempo al tiempo.
Editorial
