Tuxpan en quiebra financiera

La administración de Raúl Ruiz amarrada a la deuda contraída.

Gobernantes

MEMORANDUM 4.- El ayuntamiento de Tuxpan recibió la calificación crediticia más baja para un municipio veracruzano en su historia, de acuerdo con lo dado a conocer por la calificadora Ficht Ratings que le asignó la calificación BB(mex) que le ubican únicamente un par de puestos por encima de lo que se considera crédito basura, equivalente a quiebra financiera.

Se dio a conocer que esta difícil situación se debe a la contratación de cuatro créditos bancarios con el Banco Interacciones por un monto global de 220 millones de pesos, que ponen en serio riesgo las finanzas municipales. Fitch Ratings explicó que esta calificación BB (mex) significa que «existe un elevado riesgo de incumplimiento en relación a otros emisores u obligaciones», y dentro del contexto del país, indica que para el ayuntamiento tuxpeño «el pago es incierto hasta cierto punto, y la capacidad de pago sigue siendo más vulnerable al cambio económico adverso con el paso del tiempo».

Al mismo tiempo esta calificadora establece que dicho crédito contratado a un plazo de 15 años, «no representó un beneficio inmediato, ni a mediano plazo para los habitantes del municipio de Tuxpan. Por lo contrario, casi el 25 por ciento de las participaciones federales que son canalizadas para dicho ayuntamiento son retenidas para el pago de los créditos», y la calificación de los financiamientos «está limitada por las coberturas o márgenes de seguridad reducidos del servicio de la deuda que se derivan de la estructura», considerando diversos escenarios adversos modelados por Fitch Ratings, que añade que «durante el período junio de 2013 a abril de 2015, las coberturas naturales observadas representaron en promedio 1.13 veces el servicio de la deuda».

También la calificadora observó que «en algunos meses, el porcentaje de participaciones que ingresa al fideicomiso ha sido inferior al establecido, lo cual estrecha aún más las coberturas naturales», y advierte que «la calificación del ayuntamiento de Tuxpan podría todavía caer más bajo, en caso de que el litigio que tiene con el Instituto Mexicano del Seguro Social sea perdida, por concepto de un adeudo de más de 60 millones de pesos derivado de adeudos de aportaciones».

Este último adeudo y otro con la Comisión Federal de Electricidad fueron «herencia» de Alberto «el cisne» Silva Ramos cuando fue alcalde de Tuxpan, que utilizó de trampolín para regresar a dos cargos en el Gobierno del Estado como titular de la Secretaría de Desarrollo Social y coordinador de Comunicación Social, de donde sacó recursos para su campaña a diputado federal que pensaba convertir en su plataforma para la gubernatura de dos años.

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