Por Luis Ramírez Baqueiro/Astrolabio político
«Nadie se ha perdido aún en un camino recto»
Goethe
Comienza a tomar fuerza entre los pasillos de la residencia oficial de Los Pinos, Bucareli y por supuesto en el Palacio de Gobierno de Xalapa, una versión que trasciende por el hecho mismo, la caída tras la estrepitosa derrota del pasado 5 de junio del PRI nacional y de su dirigente Manlio Fabio Beltrones Rivera, arrastrará sin que ahora si nadie lo detenga a la administración estatal de Veracruz.
Y es que el rumor de una posible solicitud de licencia del gobernador Javier Duarte de Ochoa, comienza a tomar mucho mayor fuerza, tras haber estado sosteniendo encuentros tanto con alcaldes, diputados locales, y este martes, si otra cosa no ocurre con los legisladores federales, en algo que pareciera más una serie de encuentros a medida de despedida.
Aún cuando analistas señalan que la salida de Beltrones Rivera obedeció al hecho de que el presidente, Enrique Peña Nieto, no habría respetado la petición de castigar judicialmente a los gobernadores que provocaron directamente sus derrotas en sus estados, la realidad es que para el presidente de México, esta medida sería la última oportunidad de purgar a su partido, y mostrarle a los mexicanos, que tiene que llegar un alto a la impunidad y con ello, garantizar un posible triunfo para su instituto político, recientemente vapuleado.
De darse este nuevo escenario por enésima ocasión, -asegura garganta profunda- , el sucesor de Duarte sería el propio secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, quien sin buscarla, habrá de ser gobernador constitucional para concluir un mandato para el olvido.
Las versiones de este posible escenario, se han incrementado, tras conocer que al interior de Casa Veracruz, la familia del aún gobernador, empaca maletas para cambiar de residencia –posiblemente al extranjero, afirman algunos que al estado norteamericano de Texas, específicamente Houston- donde la familia Duarte Macías cuenta con residencia.
Personalidades cercanas a la primera dama de Veracruz, afirman, que tras la derrota del 5 de junio, se ha encontrado sumida en una fuerte depresión que la mantiene en constante estado de llanto, sin que nada, ni nadie la pueda consolar, algo que suena lógico al saberse derrotados y ante la urgente necesidad de salir del estado, antes de que el largo brazo de la justicia les alcance.
Apenas este lunes, el gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, abría señalado que nuevamente, se hacía público que la Auditoría Superior de la Federación, detectó un nuevo desfalco por casi 15 mil millones de pesos y aún falta auditar los años 2015 y el actual, aseguraba.
El mandatario electo, afirmó que esto es terrible y merece que se vaya al fondo del problema, sancionando a los responsables y obligándolos a que devuelvan los recursos que se robaron.
Manifestó que este nuevo desvío de recursos del 2014 se suma a los 35 mil millones de pesos reportados por la Auditoría Superior de la Federación durante los años 2011, 2012 y 2013. “En cuatro años son casi 50 mil millones de pesos, de recursos federales, desviados, falta la revisión de la cuenta pública de 2015 y 2016, además de la revisión de los recursos estatales que es la que quedará a cargo nuestro”, subrayó.
Miguel Ángel Yunes Linares, dijo que mientras otros estados los gobernadores son señalados por desviar 200 millones de pesos, el de Veracruz desvió 15 mil millones de pesos.
“Esto es una barbaridad, y es la Auditoría Superior de la Federación la que llevó a cabo todas las auditorías y ya determinó que hay daño patrimonial en el caso de Veracruz por 35 mil millones de pesos del 2011, 2012, y 2013, y sólo en un año, en 2014, desvió casi 15 mil millones de pesos más, eso no puede ser”.
La moneda está en el aire, para el PRI será la última oportunidad, y esperemos que el presidente Peña Nieto, deje de lado, los compromisos y los favores, ahora se trata de salvar un proyecto político nacional, o pasar a la historia, como el que puedo ser el gran líder de su partido, o el que simplemente dejó pasar la gran oportunidad.
Al tiempo.
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