Paquete gráfico de los 30

•Los barbudos de Yunes

•Mujeres de la yunicidad


Por Luis Velázquez/Malecón del Paseo

EMBARCADERO: El jueves primero de diciembre empezó el día con la publicación a una plana de una parte del gabinete legal y ampliado de la Yunicidad… En un equipo de 30 personas, diez mujeres y veinte hombres, lo que de entrada significa un atropello a los derechos humanos, pues casi el 60 por ciento de la población de Veracruz, igual que la constante nacional, son mujeres

Y de los 30, doce jóvenes y 18 mayores, lo que significa otro atropello al sentido poblacional, pues en todo caso habrían de ser mitad y mitad…

De los 20 hombres, seis con barba (Alejandro Zairick Morante, Elías Assad Danini, Hilario Barcelata Chávez, Víctor Hugo Delfín Vázquez, Enrique Márquez Almazán y Raúl Martínez Chávez)… Ninguna de las seis barbas se parece, digamos, a las barbas de Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara, que serían barbas revolucionarias, socialistas y marxistas leninistas… Más bien, barbas capitalistas… Ni siquiera, vaya, la barba de Hilario Barcelata, que más bien parece un remedo de las barbas de “chivo” de León Trotsky, quien fue amante de Frida Khalo, y como dijo Frida al pintor Diego Rivera cuando le reclamó su infidelidad, “puro sexo, Diego, puro sexo”… La barba de Elías Assad parece, claro, la de un actor sirio en una película sobre la vida de su pariente Assad, el presidente dictador de Siria, apoyado hasta morir por Vladimir Putin… La barba de Zairick Morante es una barba desordenada, sin ningún estilo artístico y por añadidura, necesitaría un buen estilista, como el que, digamos, tenía Marta Sahagún en Los Pinos… La barba de Enrique Márquez, IVEC, entona con el pelo hirsuto, tipo Salvador Díaz Mirón… Y la barba de Delfín Vázquez (Instituto de la Juventud) es una barba descuidada que apenas, apenitas, estaría buscando su identidad… Ellos son los barbudos del Yunes azul…

ROMPEOLAS: De los 30 funcionarios sólo 29 están sonriendo, unos, con la mitad de una sonrisa, pero la risa por delante… El número 30 apareció con una mancha negra, sin foto, que correspondía a José Luis Lagunes López, secretario ejecutivo del Sistema y del Consejo Estatal de Seguridad Pública… Las risas más amplias, sonrisa dimensión sandía como las pintadas por Diego Rivera, sin llegar a la risa, digamos, de “El piporro”, el galanazo cinematográfico del siglo pasado, son de Marcelo Francisco Monfort Guillén y Manuel Muñoz Gánem, jefe de la oficina del Programa de Gobierno y jefe de la Oficina del gobernador… Sonrisas en los labios, alternada y mutiplicada con los ojos… y es que, por ejemplo, Julen Rementería (SIOP) sonríe, pero sus ojos permanecen a la expectativa, mejor dicho, a la defensa, mirada de águila real volando en el espacio en círculo, lista para el zarpazo… Tampoco la sonrisa alterna con la mirada de Guillermo Moreno Chazzarini (contralor), el presidente de la CANACO jarocha más siniestro en la historia comercial del Golfo de México… Electriza, por ejemplo, la mirada turbia de Jaime Téllez (SPP), y más con la microsonrisa, quizá, acaso, para aterrorizar a su antecesor, Arturo Bermúdez Zurita, que era un doctorado en la mirada sórdida, luego de exclamar con euforia “¡Pinches periodistas!”… De las 30 miradas, la mirada patriarcal es de Manuel Muñoz Gánem, en ningún momento por la edad, sino, digamos, por la manera de observar y escudriñar el mundo, luego de tantas pasiones tranquilas y revolcados que habría vivido, pues la vida, dijo Barack Obama a Hillary Clinton después de la derrota, “en ningún momento es una línea recta, pues está llena de zigzags”, incluso de más zigzags que rectas…

ASTILLEROS: Huellas que la vida deja, de las diez miradas femeninas en el gabinete de la yunicidad la mirada más llena de vida, más intensa, más expresiva (y podemos estar equivocados) es la de la directora del instituto de Educación para los Adultos, Shiara Desyanit Tienda Haces… Es una mirada, digamos, reposada, y al mismo tiempo, llena de fuego, y segura y firme, “aquí estoy, guerrera”… No mira, escudriña… No escudriña, taladra… Pero también, refresca… La secretaria de Finanzas y Planeación, que sobreviviera al flavinismo de 48 días, Clementina Guerrera, contempla desde las alturas, pareciera la mirada sin un lenguaje específico… Simplemente, mirar, como si la salida del sol, el vuelo de una gaviota, el aleteo de una mariposa, ninguna emoción despertara… Sonríe, sin mostrar la dentadura, los labios entreabiertos, quizá para la pose (Salvador Díaz Mirón en su poema ante un fotógrafo), la directora del Instituto de Asuntos Indígenas, María Angélica Méndez Margarita… Quizá, claro, una cortesía diplomática, si se considera, entre otras cositas, que en las regiones étnicas (con un millón de habitantes), los niños, hijos de indígenas, quedan dormidos en el pupitre del salón de clases con el chillido de las tripas hambrientas…

De las diez mujeres, seis jóvenes y cuatro mayores de edad, casi casi el equilibrio, aun cuando en la lógica política serían cinco y cinco… En fin, que si por sus fotos (rostros, miradas, gestos, sonrisas, seriedades, etcétera) los conoceréis, sobre los 30 (más los faltantes) cae y recae la fuerza social de un pueblo pródigo en recursos naturales, pero habitado por gente pobre, jodida y miserable… Ya se verá, entonces, si en el mes de noviembre de 2018 todos siguen sonriendo igual, pues el relato bíblico y la historia enseña que “los carniceros de hoy… serán las reses del mañana”…

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