Por Edgar Hernández/Línea Caliente
SIGUIENDO, quizá, la misma práctica corrupta de su Jefe político, Javier Duarte de Ochoa, es posible que los ahora investigados por desviación de recursos en la Coordinación General de Comunicación Social, también quieran, ahora que el agua ya les llega al cuello, fugarse a un país donde, incluso, no haya tratado de extradición con México.
Efectivamente, la Fiscalía General del Estado, parece tener listos los expedientes donde se consigna la investigación de los delitos cometidos por los ex titulares de Comunicación Social del Gobierno del Estado, en la pasada administración estatal, es decir María Georgina Domínguez Colío, y Alberto Silva Ramos, a quienes parece también, que les saldrá barata la cosa, luego de que solo se les imputan delitos de desviación de recursos económicos por una cantidad de tres mil millones de pesos, cuando en realidad, todo indica que la suma podría ser superior de acuerdo con otras investigaciones, incluso, de autoridades federales.
Lo que decíamos hace unas cuantas horas, acerca de que Gina Domínguez, podría estar a un paso de llegar, esposada, a Pacho Viejo, el centro de readaptación social del gobierno del Estado, esta por concretarse, luego de que se ha detectado de que es verdad que durante el ejercicio de sus funciones de Coordinadora de comunicación Social, así como de vocera del gobierno del Estado, sí tuvo que ver directamente en la desaparición de fuertes cantidades de dinero que debió servir para los fines que tenía la dependencia y en cambio fueron a dar a bolsas extrañas, entre ellas, la suya propia, pues ya se dio cuenta, no tan solo en este espacio, sino en otros más que circulan nacionalmente y en el Estado, de que posee propiedades que no pudo comprar con el sueldo que percibía, así fuera la vicegobernadora, como en determinado momento, se le conoció.
Sin embargo, en este enjuague, que ya se percibía mucho antes de que se llevaran a cabo las investigaciones, por aquello de que el dinero y el amor no se pueden ocultar, no aparece sola, sino que ahora se involucra a otro personaje que no necesita presentación alguna en esta materia de la corrupción, pues lo mismo que hizo Gina, y quizá con mayores alcances, también lo practicó Alberto Silva Ramos, el famoso Cisne, que ahora, como se dijo también hace tiempo, ya no llega ni a guajolote, pero que tuvo tiempo de llevarse lo que quedaba sin ningún miramiento. Dicen los que saben, que en lugar de pagar las deudas que tenía el Gobierno del Estado, con varias empresas que sí trabajaron en la imagen gubernamental, decidió tomar el dinero y aplicarlo, una buena parte del mismo, en la campaña política que llevó a cabo en el distrito de Tuxpan, para lograr la victoria de dla diputación federal, la cual, ahora ostenta y que por lo mismo tiene la protección constitucional del fuero para no ser detenido, a menos que se decida en la representación popular federal, iniciarle juicio de procedencia para despojarlo de la protección y quedar en manos de la autoridad correspondiente.
Este es, por ahora, otra parte de la versión veracruzana sobre la corrupción del pasado gobierno, de tal manera, que tanto Gina Domínguez, como Alberto Silva Ramos, ya son dos pájaros de cuenta que ya tiene plenamente identificados la Fiscalía General del Estado, para concretarse en poco tiempo las correspondientes ordenes de aprehensión.
Resulta extraño que hasta este momento, los involucrados no se defiendan de las acusaciones directas que ya se les están haciendo, sino que buscan echarse la culpa uno al otro, con la finalidad de descargar su responsabilidad. Lo que no saben o si lo saben, también, que la Fiscalía General del Estado, tiene en sus manos las suficientes pruebas para ponerlos a buen resguardo, pues como antes, en otro espacio, ya comentamos, los expedientes secretos que fueron revelados al gobierno del Estado, guardan la suficiente información para acusarlos, pues en estos documentos se tienen consignados todos los datos que los hunden, propiamente, situación que en determinado momento, también llegó a conocimiento del Ex Gobernador del Estado, quien prefirió guardar silencio y no actuar en este caso.
Quien guardó estos expedientes, sabía del beneficio que le traerían en este momento, poniendo a disposición del actual gobierno, los datos y las pruebas para actuar directamente en contra de estos personajes.
Cabe destacar que en este momento, la lucha mayor es por despojar a Silva Ramos, del fueron constitucional, porque es precisamente, el personaje más odiado de la actual administración, luego de los permanentes ataques que sufriera el propio Gobernador del Estado, asestados, precisamente, desde la titularidad de Comunicación Social del Gobierno del Estado, en la pasada administración.
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