* El 12 de octubre del 2016 pidió licencia
* Por atrás y ese mismo día llegó Flachino
Por Noemí Valdez/Notiver
Este jueves 12 de octubre, se cumplió un año, en que Javier Duarte de Ochoa, pidió licencia para separarse del cargo como Gobernador, dejando un estado fallido, desmoro-nado económicamente, políticamente revuelto y con un descontento social de dimensiones nunca antes vista.
A las siete de la mañana de ese miércoles, apareció en el foro de Televisa, ahí fue entrevistado por el periodista Carlos Loret de Mola, al que llegando, le soltó “quiero decirte que este día solicitaré licencia. Precisamente por este amor que le tengo a mi estado, he decidido pedir licencia”.
“El gordo” como le decían sus detractores, lucía despreocupado, como si supiera que contaba con la bendición del Presidente Enrique Peña Nieto.
Con traje obscuro y corbata roja, el mandatario aseveró que su decisión obedece a que “quiero que se me investigue, sin ningún tipo de impedimentos”.
Duarte se fue a 48 días de terminar su mandato y cargando la derrota de su partido tras 88 años de gobernar la entidad.
Se fue porque la Procuraduría General de la República (PGR) días antes había informado que atrajo la investigación por los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal, denuncias presentadas por el ahora Gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares.
El ahora preso en el Reclusorio Norte, le dijo a Loret que no tenía miedo ir a prisión y apuntó que no tenía nada que esconder “por eso me separo para demostrar mi inocencia, mi pulcritud”.
Al concluir la entrevista que fue grabada horas antes de que saliera al aire, Duarte llegó a El Lencero donde sostuvo una reunión con integrantes de su gabinete; luego salió en una suburbans y escapó en un helicóptero. Ese mismo día, tras intensas negociaciones Flavino Ríos Alvarado fue ungido como mandatario.
Los demás meses, Duarte y Karime huyeron del país y fue hasta el 15 de abril del 2017 cuando lo detuvieron en Guatemala.
Luego fue extraditado a México e ingresado al Reclusorio Norte donde permanece en espera de su juicio; mientras tanto, la economía y seguridad del Estado se recuperan de la tormenta que casi duró 6 años.