Museo México-Cuba, casa de la unidad latinoamericana: Embajador cubano

 

En el 56 aniversario de la salida del yate Granma de Tuxpan, Antonio del Conde “El Cuate” presentó su libro. 

 

Por Inés García Nieto

 

Santiago de la Peña, Tuxpan, Veracruz, México.-Una vez más, el Museo de la Amistad México-Cuba –ubicado en la orilla del río que nace en límites de Veracruz, Puebla e Hidalgo, en la Sierra Madre Oriental y desemboca en el Golfo de México- recibió a diplomáticos, autoridades y población, para recordar la salida del yate Granma, con 82 jóvenes a bordo, incluyendo a los hermanos Castro, Camilo Cienfuegos y Ernesto “Che” Guevara como médico y combatiente.

En este 56 aniversario, celebrado cada año el 25 de noviembre en alusión al día que zarpara el histórico yate con destino a Cuba para iniciar el levantamiento armado que se proponía derrocar al presidente Fulgencio Batista, Antonio del Conde “El  cuate” presentó su libro “Memorias del dueño del Yate Granma”.

La casainaugurada como museo en 1988 durante la estancia de Fidel Castro en México y Tuxpan, se adornó de pequeñas banderas mexicanas y cubanas ondeadas por niños de preescolar y primaria. La expectación hizo acto de presencia por escuchar al hombre que es fuente viva de la historia de esta gesta heroica,  el mexicano que en 1955 fuera bautizado como “El Cuate” en la ciudad de México.

A su llegada, el público lo recibió con un cálido aplauso al reconocer el valor del  hombre que arriesgando su vida, jugara un papel decisivo para la historia de Cuba, y quien una vez comprometido con el joven revolucionario a quien sólo conocía como “Alejandro” dijera.- Permítame hacer por su país lo que no puedo hacer por México”.

Estas palabras impactaron la mente y el corazón del público asistente al 56 aniversario de la salida del Granma, como en 1956 impactaran la mente y el corazón de Fidel Castro Ruz. Minutos antes, el actual embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez Barrera, el presidente municipal de Tuxpan y el público asistente, escuchó y cantó los himnos de los países hermanos.


Después el alcalde tuxpeño, Alberto Silva Ramos señaló:

Hace 56 años en este mismo lugar, 82 revolucionarios cubanos con Fidel Castro al mando, iniciaban la navegación para cumplir la meta: ¡Ser libres o mártires!

Agregó:

Y Antonio del Conde “El cuate”, tuvo un papel destacadísimo en la revolución cubana al comprar el yate “Granma” para que se trasladaran estos héroes, gestores del cambio de la transformación latinoamericana, estos íconos de América Latina.

Aquí ahora, recordamos que México y Cuba tienen una afinidad cercana, que  México y Cuba deben más que compartir destino. Estoy seguro que de cara al primero de diciembre, nuestros destinos estarán mucho más cercanos, pues con el presidente Enrique Peña Nieto, las relaciones entre nuestros dos países, se estrecharan como siempre debió haber sido, pues no debe haber fronteras geográfica ni políticas que nos separen.

Este día, dijo, conmemoramos que un grupo de jóvenes tuvo una idea de cambiar el mundo, y desde aquí zarpó esa idea, ese sueño que ahora conmemoramos, pues siendo Cuba un país tan pequeño, al que admiramos tanto, gestó tanto con una idea.

Alberto Silva Ramos, presidente de Tuxpan agregó y sentenció: Hoy conmemoramos la salida de estos grandes, y hoy evocamos la amistad de Cuba y México, amistad en el pasado y en el presente, y en el futuro será más prospera.

Finalmente dijo que su esposa Celín Farías de Silva, presidenta del DIF Tuxpan,  cubana de nacimiento y mexicana por adopción, representa la fusión de esa histórica hermandad.

En su intervención, el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez Barrera, agradeció la presencia de los diplomáticos que lo acompañaron en esta misión, así como de la cónsul en Veracruz, María Luisa Fernández Egilaz.

Estas fueron sus palabras:

Hoy exactamente, 82 jóvenes revolucionarios con Fidel Castro a la cabeza, iniciaban la navegación en el yate Granma rumbo a Cuba, para cumplir el compromiso histórico anunciado de ser libres o ser mártires. Ese día soleado y con algunas nubes y sin chubasco, como Fidel dijera, en ese pequeño yate marcarían definitivamente la historia de Cuba, y las relaciones entre Cuba y México. Iniciaba así, desde la ribera del río Tuxpan hasta los inhóspitos manglares de Las Coloradas, la etapa definitiva de la lucha independentista cubana comenzada en 1868 y culminada casi un siglo después.

Solo la profunda convicción de cambiar los destinos de la patria, movían al valeroso contingente de jóvenes revolucionarios. El célebre discurso conmemorando el aniversario junto al monumento a Martí en México, Fidel Castro expresó convencido:

 “Quien siente un ideal no le importa el obstáculo que tenga por delante. Hay algo que está por encima de todas las razones, es la razón del corazón, es la razón de la fe, es la convicción de que el derecho y la justicia están con uno. Y son esos ideales los que deben encender la llama de los pueblos, de la rebeldía de los pueblos. Hago aquí profesión de fe en América.”


Si hoy los cubanos nos sentimos orgullosamente libres, ha sido por esa chispa redentora en la cual Tuxpan, Santiago de la Peña, Veracruz y México todo, tuvieron una participación extraordinaria.

¿Por qué los jóvenes rebeldes cubanos vinieron a México? Porque México era la casa común de todos los cubanos, de todos los latinoamericanos, a México, entrando precisamente por Veracruz, vino nuestro José Martí, nuestro héroe nacional de Cuba. A México vinieron y encontraron siempre refugio, cariño y solidaridad, políticos, intelectuales, escritores, y muchos otros cubanos.

Por eso repito las palabras dichas por el comandante en jefe, Fidel Castro en 1988 en este Museo México-Cuba:

 “Este acto es un acto de unidad, no es solo recordación, no es una simple ceremonia. Estamos realmente inaugurando el Museo de la hermandad. Entre México y Cuba no se puede hablar de amistad, se tiene que hablar de hermandad, así lo sentimos los cubanos.”

De esta forma concluyó su intervención Dagoberto Rodríguez Barrera, diplomático con carrera de Periodismo y Relaciones Internacionales:

Con ese sentimiento venimos al Museo México-Cuba este 25 de noviembre de 2012, al conmemorar la salida del yate Granma por el río Tuxpan y con destino a Cuba: ¡Gracias! ¡Gracias de corazón!

Antonio del Conde, “El Cuate” una vez sentado junto al embajador, del alcalde Alberto Silva Ramos, de la cónsul en Veracruz, María Luisa Fernández Egilaz.y del representante del director del IVEC, profesor Marcos Bergere, habló a los presentes después de un inevitable suspiro:

Se dice fácil 56 años, pero fueron muchos esfuerzos para que el comandante Fidel Castro lograra su propósito. Yo tengo 86 años, igual que el comandante, pero él ha trabajado y vivido el doble que yo.

Conocí al comandante en 1955 en mi armería, después de hacerme tres veces la misma pregunta, teniendo lo que buscaba enfrente. Me llamó poderosamente la atención ese joven extranjero, y por ser él quien era, simplemente dije.- Yo no sé quién es usted, ni me interesa, pero si usted quiere yo lo ayudo.

Y esas palabras fueron suficientes para que entre Fidel Castro (Alejandro) y yo se diera una estrecha relación de trabajo y luego profunda amistad, que lo llevó a llamarme “Cuate”.

Después supimos que el régimen de Batista le había puesto un precio al Cuate en México, 10 mil dólares y 20 mil después, y como en México a los amigos se les llamaba cuates, pues la policía nunca pudo identificarme. Sin embargo en una oportunidad le dije a Fidel que saliéramos de México lo antes posible, pues por esa cantidad era posible que se entregara hasta a la madre.

Con nacionalidad norteamericana y conociendo de armas, hice las compras y el trasiego de las mismas del país del norte a México, enseñé usar las diferentes armas a los jóvenes moncadistas, y al mismo Alejandro, porque él no sabía de esto.

En el libro autobiográfico “Memorias del dueño del yate Granma, en la solapa de la portada escribió Antonio del Conde:

Guía al lector

En estas páginas encontrará todo lo relacionado a la estancia del presidente Fidel Castro en México 1955-1956, tiempo en el cual preparara la invasión armada a Cuba a fin de derrocar al gobierno dictatorial sostenido en base al crimen, robo y corrupción.

La guerra que sostuvo el comandante Fidel Castro después de una travesía penosa y de haber tenido que rescatar a un compañero que cayó al agua y que en un principio contara con 81 expedicionarios-combatientes, después del desembarco en una zona totalmente inaccesible, como lo era el mangle además invadido de pantanos.

Agregado a eso, a los dos días de combate de la Alegría de Pío, fue atacado por tierra y aire sufriendo extravíos, heridas y bajas de compañeros valiosos. Después de esa derrota y la evidente desorganización Fidel logró reunirse con 12 compañeros y siete fusiles y “asegurar” que ya tenía ganada la guerra (diciembre 1956)

Ese es el Fidel Castro que el lector conocerá a través de estas páginas, narradas por un cercano colaborador.

El índice del libro presentado en Santiago de la Peña, la noche del domingo 25 de noviembre de 2012 durante el 56 aniversario de la salida del yate Granma por el río Tuxpan es:

Carta de despedida. Escrita por Fidel Castro el 7 de julio de 1955, y en la que expresa los motivos de su exilio.

Prólogo. Recordar es Volver a vivir. Alejandro. Juan Manuel Márquez. Cruz Verde. Transporte. Excomunión. Santa Rosa. Lancha Torpedera PT. El Pocito. Chuchú. Incremento de actividades. Granma. Chuchú y el Granma. Acabar de pagar el Granma y viajes. Mi ranchito. Salida. Relaciones Expuestas. Ema Castro Ruz. Catalina. Ciudad de México. Orión.Texarkana. 1º de enero de 1959. Gracias al lector.

En la solapa de la contraportada están las palabras del ex embajador de Cuba en México, Jorge Alberto Bolaños Suárez, que a continuación se reproducen:

México, DF., 19 de febrero del 2004

Querido Cuate:

El libro me pareció excelente: un canto a tus dones de lealtad y entrega a una noble causa y a nuestro Fidel quien te dispensó la confianza que con él hay que saber, pero cuando se gana es total y para siempre.

Resulta además un capítulo importante de la maravillosa historia de la Revolución, sin la cual estaría incompleta.

El libro revela muchos otros momentos y aconteceres que no podrían ni merecen dejarse en el olvido, que bueno que tú hagas aflorar con el rigor de la verdad y tu irrefrenable sencillez.

Te felicito por la obra y por tus cualidades insospechables de magnífico narrador.

Abrazos de tu amigo, compañero.

Esta nueva edición de “Memorias del dueño del yate Granma” está en la contraportada una fotografía de Ernesto “Che” Guevara, Raúl y Fidel Castro con su uniforme de combate, y a Antonio del Conde, en un lugar de la isla.

El libro fue editado por Gobierno del Estado de Veracruz, Instituto Veracruzano de la Cultura y Conaculta.   

 


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