El futuro del transporte: viajar en un tubo a casi 1000 kilómetros por hora

Por: The New York Times

 

MOAPA, Nevada — California acaba de tomar la repentina decisión de reducir de forma drástica sus planes para crear una arteria ferroviaria de alta velocidad cuyo objetivo era transformar los viajes a lo largo y ancho del estado. Sin embargo, en el desierto a las afueras de Las Vegas, parece que las ambiciones para el transporte siguen siendo ilimitadas.

Aquí, los ingenieros que trabajan para Virgin Hyperloop One están probando un tipo radicalmente distinto de transporte público: uno que busca mover pasajeros y mercancías en pequeños contenedores sin ruedas dentro de un tubo vacío a velocidades que superan los 965 kilómetros por hora. Así se convertiría en un anacronismo pintoresco el viaje más veloz en tren de la actualidad, cuyas velocidades más altas son solo la mitad de rápidas.

La empresa, en la cual Virgin Group de Richard Branson es un inversionista minoritario, es una de las varias que están desarrollando la tecnología de hyperloop o ultrarrapidez en Estados Unidos, Canadá y otros países. Elon Musk, famoso por sus autos eléctricos y cohetes privados, promovió el concepto y después una de sus empresas lo ofreció como una tecnología de código abierto disponible para todos. Funciona propulsando cápsulas que utilizan levitación magnética a través de un tubo de baja presión casi al vacío.

La baja presión minimiza la fricción y la resistencia del aire, lo cual reduce en gran medida la energía necesaria. Además, debido a que las cápsulas viajan en un tubo, no están sujetas a los apagones que provoca el mal clima, como la nieve y los torbellinos polares.

A la izquierda, una cápsula de pasajeros en el centro de pruebas de Virgin Hyperloop One. A la derecha, detalle de un tubo ultrarrápido; la empresa Virgin Hyperloop One tiene proyectos en Ohio e India. Credit Joe Buglewicz para The New York Times

Ya hemos visto este concepto antes. Las bibliotecas solían enviar las solicitudes de libros a las estanterías en tubos neumáticos. Hasta 1984, una red similar llevaba mensajes a toda velocidad por París. Y una serie de tubos subterráneos alguna vez entregaron el correo entre Manhattan y Brooklyn.

El concepto incluso se probó con personas en el metro de Nueva York durante tres años. En 1870, Beach Pneumatic Transit, llamada así por su desarrollador, empezó a transportar una cápsula con un pasajero que se movía con energía neumática debajo de Broadway en Manhattan, desde la calle Warren hasta la calle Murray.

Virgin Hyperloop One, con oficinas generales en Los Ángeles, comenzó a realizar pruebas aquí en 2017 y ahora lo hace con unas pistas de prueba a gran escala; este año, sus principales competidoras, Hyperloop Transportation Technologies, también en Los Ángeles, y TransPod, con oficinas generales en Toronto, esperan construir sus propias pistas de prueba. Hasta ahora, ambas están trabajando con simulación por computadora.

En el desierto, 56 kilómetros al norte de La Franja de Las Vegas, el tubo de 499 metros de largo y 3,35 metros de alto de Virgin se ha usado para cientos de viajes, con una cápsula vacía que en una prueba alcanzó los 386 kilómetros por hora.

Un tubo ultrarrápido de 500 metros en el sitio de pruebas de Moapa, Nevada Credit Joe Buglewicz para The New York Times

Según los planes, el sistema comercial alcanzará una velocidad continua de 820 kilómetros por hora, con posibilidad de llegar a los 1078 kilómetros por hora.

Para evitar que alguien se maree, el sistema se tardaría tres minutos en acelerar a esa velocidad, y el tren requeriría de 9,6 kilómetros para girar 90 grados, comentó Ismaeel Babur, uno de los ingenieros civiles con más experiencia de la empresa.

Debido a la velocidad lenta de arranque, “se siente como entre un 30 y un 40 por ciento la aceleración de un avión”, mencionó Babur. El viaje será tan tranquilo, agregó Babur, que “el café no se deslizará ni siquiera a 965 kilómetros por hora”.

Cada una de las tres empresas ha recaudado entre decenas y cientos de millones de dólares y ha desarrollado su propia estrategia patentada para el transporte público de larga distancia. TransPod, con 52 millones de dólares en capital, tiene acuerdos preliminares para construir una pista de prueba de 9,65 kilómetros para una ruta que con el tiempo abarcará los 289 kilómetros entre Calgary y Edmonton en Alberta, así como una pista más corta cerca de Limoges, Francia, para una de las varias rutas francesas que están en construcción.

Hyperloop Transportation Technologies, con su recaudación de 42 millones de dólares, está en la fase del diseño de una pista de pruebas de 100 metros en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, y se está preparando para construir una pista de pruebas de 320 metros en Toulouse, Francia.

Virgin, la cual ha recaudado 295 millones de dólares, está en la etapa de desarrollo con proyectos en India y Ohio. El mes pasado, el estado indio de Maharashtra declaró que el sistema de hyperloop entre Pune y Bombay que propuso la empresa era un proyecto oficial de infraestructura. La construcción de una pista de pruebas de 11 kilómetros podría empezar este año, comentó Jay Walder, el director ejecutivo de la empresa.

Las operaciones con pasajeros podrían comenzar a mediados de la próxima década, con una reducción de treinta minutos en el tiempo de viaje entre las ciudades, una quinta parte de la duración actual.

La aspiradora que ayuda a bajar la presión del tubo para minimizar la fricción y la resistencia al aire en el campo de Virgin Hyperloop One. «Desde el punto de vista de la física, el ‘hyperloop’ es posible», dice Garrett Reisman, profesor de ingeniería astronáutica de la Universidad de California del Sur. Credit Joe Buglewicz para The New York Times

Las tres empresas afirmaron que, debido a las ventajas del costo de energía en relación con otros medios de transporte, un sistema será capaz de cubrir gastos una década después de haber comenzado las operaciones a gran escala. Los trabajadores no solo llegarán más rápido de un lugar a otro, sino que, al hacerlo, la gente podría vivir cómodamente lejos del trabajo, lo cual le daría acceso a servicios educativos, culturales y de salud que suelen estar fuera de su alcance.

Los desarrolladores de hyperloop esperan que las cápsulas no solo lleven personas, sino también cargamentos de bajo peso y alto valor, una alternativa para empresas operadoras que usan transportes aéreos de costo elevado, como FedEx y Amazon. Además, aseguran que los fabricantes de automóviles y otras empresas que dependen de entregas de partes en fechas exactas para reducir los costos de inventario podrían obtener las partes de lugares lejanos.

Otra diferencia con otros sistemas de transporte será la experiencia de los pasajeros. Para mantener la integridad estructural del tubo casi vacío, no habrá ventanas.

“La gente se marearía si ve árboles pasar a 965 kilómetros por hora”, comentó Sébastien Gendron, el director ejecutivo de TransPod.

En cambio, los desarrolladores están tomando en cuenta varias simulaciones del exterior que podrían proyectarse en grandes pantallas por toda la cápsula. “Crearemos un efecto de profundidad por medio de una proyección en video”, señaló Gendron. Incluso podrían pasar películas.

Dirk Ahlborn, de Hyperloop Transportation Technologies, cree que mostrar anuncios y ofrecer otros servicios a los viajeros podría brindar un ingreso adicional que bajaría las tarifas.

“Mi visión es que el modelo de boletos no es el mejor modelo”, opinó. “Podemos habilitar un mercado de servicios y generar mucho dinero”.

Sin embargo, antes de que estas cavilaciones se conviertan en realidad, los partidarios del hyperloop deben demostrar que sus sistemas funcionan, que son seguros para las personas y el cargamento, y que son accesibles.

Hay planes para que el sistema de Virgin Hyperloop One alcance una velocidad continua de 820 kilómetros por hora, con posibilidades de llegar hasta 1078 kilómetros por hora. Credit Joe Buglewicz para The New York Times

“Desde el punto de vista de la física, el hyperloop es factible”, comentó Garrett Reisman, profesor de ingeniería astronáutica en la Universidad del Sur de California y exastronauta de la Estación Espacial Internacional.

La experiencia no será distinta a la de subirse a un avión con las persianas abajo, y los problemas técnicos del mantenimiento del vacío dentro del tubo se resolverán, de acuerdo con Reisman.

En cambio, los proyectos que usen hyperloop enfrentarán desafíos más mundanos.

“Lograr que las innovaciones sean aprobadas por los sectores regulatorios y de certificación es muy difícil”, señaló Reisman. “Podría ser una batalla cuesta arriba en Estados Unidos”.

Comentarios de Facebook
Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Print this page
Print

Acerca de Expreso de Tuxpan

El sitio de noticias líder de Tuxpan, todo lo importante de la política, cultura, mundo, desarrollo, ciencia, tecnología y más.

Ver todas las entradas de Expreso de Tuxpan →