La gestión de Marco Antonio Medina Diputado Federal
Cuida tu vida, quédate en casa
Por Ramón Rodríguez Rangel
El hospital civil de Tuxpan que se construyó como un “hospital de guerra” al término de la segunda conflagración mundial para albergar a los heridos en caso de una prolongación de esa contienda bélica a estos horizontes, hoy después de más de 70 años de su edificación, es un verdadero hospital de guerra, pero ahora no contra Alemania y Japón, no contra una amenaza armamentista, peor aún, contra un virus que ha causado más muertes en el mundo que muchas guerras, contra el coronavirus letal, que tiene aterrorizado al planeta y colapsada la economía mundial.
El diputado federal tuxpeño Marco Antonio Medina Pérez desde tres meses atrás, desde febrero convocó a la Jurisdicción Sanitaria de Tuxpan a aplicar estrictamente los protocolos de sanidad internacional y epidemiológica y a preparar salas de atención a pacientes por Covid-19 dignas, equipadas y aisladas del resto del cuerpo del hospital.
Pidió Marco Antonio Medina a la titular de la Jurisdicción Sanitaria agilizar la promoción en todos los sectores de la ciudad y puerto de las medidas preventivas que se debían tomar ante la posible llegada de este virus a este puerto.
El llamado del diputado federal Marco Medina fue cuestionado por algunas voces que veían muy lejos la pandemia en Asia, en China, nunca llegará a Tuxpan, ni a México, decían otros, y algunos más acusaban al diputado de estar alarmando a la población con fines políticos, su mirada no era como la del diputado federal, veían muy lejos, como en otro planeta el coronavirus, a pesar de los videos terroríficos que ya se manejaban en las redes sociales de lo que estaba ocurriendo en ese país oriental.
La política cuando permitimos que se convierta en algo visceral, cuando perdemos la templanza, valor supremo no solo de los griegos, también consignado en la biblia, se nubla nuestra vista y no nos permite ver más allá de nuestras propias narices, permitimos que se degrade nuestra condición humana.
Marco Antonio Medina cumplió como diputado federal, las autoridades locales tardaron todavía mucho tiempo en reaccionar, Marco Antonio Medina alertaba del peligro por ser Tuxpan frontera marítima de México y a donde llegan más de mil barcos de todo el mundo al año, y lo más importante lo que antes era una ventaja ahora sería una amenaza, la cercanía de Tuxpan con la zona más poblada del mundo con más de 40 millones de habitantes el Altiplano Central, a solo 2 hora 40 minutos por la autopista, se había prendido a tiempo la luz de alerta.
Muy a pesar de los que no querían ver la realidad los primeros y únicos carteles que difundieron las medidas preventivas que había que tomar para la llegada del virus, los difundió precisamente el propio diputado federal Marco Antonio Medina en coordinación con la Cámara de Comercio de Tuxpan, el cartel sirvió a los maestros como apoyo didáctico para mostrar las medidas sanitarias contra el Covid-19 al estudiantado de educación básica de Tuxpan y muchos planteles suburbanos y rurales de municipios de la región.
Días después el sector salud integrado y la propia dependencia de salud municipal tendrían un papel relevante en la prevención de esta pandemia, a principios de la semana santa, el virus ya lo teníamos a la vuelta de la esquina.
El coronavirus ya había siniestrado no solo a China a países como Alemania, Italia, Francia, España y hasta Estados Unidos a la velocidad de la luz, paso de un continente a otro, viajo en jet de lujo o en avión comercial, pronto estaría sembrando la zozobra, el terror generalizado, paralizando la economía en la propia Ciudad de México, el país y el orbe. Aquellos que decían que el coronavirus en Tuxpan era una fantasía, como un cuento infantil, que era una maquinación política, se tuvieron que tragar sus palabras y ellos mismos confinarse para no ser contagiados.
Ahora esos políticos que se toman la foto entregando despensas de 50 pesos, como si fuera una hazaña con dinero del pueblo, darle al pueblo menos de lo que le pertenece, los apoyos a gente necesitada, y menos en la víspera de elecciones próximas, no se deben publicitar, porque entonces lo que podría ser una noble causa se prostituye y se convierte en un acto de soberbia y la soberbia hasta Dios la condena como pecado capital.
Esos son los mismos que no les agrada que con discreción, sin estar presente el diputado federal Marco Antonio Medina de su sueldo y aguinaldo donara cubre bocas n95, caretas de protección y gel antibactetial a todos los hospitales de Tuxpan, al Hospital Civil, a la Cruz Roja ,al IMSS y al ISSSTE, apoyos que todos los directores de estos hospitales reconocieron como muy importantes para la primera línea en la batalla contra la pandemia en Tuxpan, los médicos y enfermeras, apoyos a los que más tarde se sumarian otras instituciones públicas y privadas, aunque claro, como lo comentábamos antes, algunos pelando los dientes en la foto.
Ya se decreto y ya está en funciones el histórico hospital civil regional de Tuxpan, que lleva el nombre del médico que asigno Porfirio Díaz a esta ciudad «Emilio Alcázar», es ya en toda la extensión de la palabra en hospital de guerra, de guerra contra la pandemia, ya llegaron pacientes de Tempoal y ahora de Poza Rica, ante la saturación hospitalaria de la ex ciudad petrolera, trabajadores de plataformas petroleras también han resultado contagiados de coronavirus, el viejo hospital hasta hace poco en ruinas, que ha sido saqueado por diversas administraciones, a pesar de todo, sigue de pie, y en el frente de batalla, Dios salve a los pacientes y trabajadores de este hospital y le de la victoria en esta guerra, por la vida, contra la muerte, por la preservación de seres humanos, el hospital de los pobres, tantas veces heroico, porque salvar una vida de una persona es heroico y de una sin recursos económicos, doblemente heroico.
Editorial
