La película que la familia Kennedy no querría ver en la cartelera

John Curran desmenuza el trágico accidente de coche que en 1969 acabó con la carrera a la presidencia del benjamín del clan

Por Astrid Meseguer/La Vanguardia

Tras el asesinato de John Fitzgerald Kennedy en Dallas en 1963 y el de su hermano Robert ‘Bobby’ en Los Ángeles en 1968, el benjamín de la familia Ted se convirtió en la única esperanza del partido demócrata y de la respetada dinastía de políticos de Massachussets. Pero el 18 de julio de 1969, un trágico accidente de coche le apartó definitivamente de cualquier opción de aspirar a la Casa Blanca. Y todo porque fue un cobarde.

Aquella noche, el senador de 37 años se encontraba en una pequeña casa en la isla de Chappaquiddick celebrando una fiesta privada con su primo Joseph Gargan, el fiscal general de Massachusetts Paul Markham y las Boiler Room Girls, las chicas que habían trabajado en la campaña presidencial de su hermano Bobby. En ese grupo de seis mujeres se encontraba Mary Jo Kopechne, una joven de 28 años de familia humilde que había colaborado activamente como secretaria personal de su hermano. Parecía el lugar ideal para pasar un fin de semana en el que se iba a honrar la memoria de Bob, se agradecería el apoyo incondicional de esas mujeres en la campaña del malogrado miembro de los Kennedy y de paso se brindaría para que Ted ocupase el Despacho Oval en las elecciones de 1972.

 

Por aquel entonces, Ted había sido elegido portavoz demócrata en el Senado. Tras una cena en la que corrieron las risas, el vodka y el whisky, él y Mary Jo abandonaron la celebración sin decir nada a nadie para dirigirse al embarcadero y coger el último ferry de la noche. Con las prisas, ella se dejó el bolso y la llave de su hotel. Se subieron al Oldsmobile Delmont 88 de Kennedy que, entre la escasa iluminación y el alcohol ingerido, se despistó en un puente y acabó precipitando el auto al lago Poucha. Él pudo salir y llegar a salvo a la orilla, pero Kopechne no corrió la misma suerte. La tragedia volvía a llamar a la puerta de la familia noble de América.

Justo cuando se cumplen 49 años de este episodio que persiguió de por vida al pequeño del clan, el cineasta John Curran (El velo pintado, Stone) ha decidido llevar a la gran pantalla “un retrato del senador antes y después del accidente de Chappaquiddick”.

Jason Clarke es un convincente Ted Kennedy
Jason Clarke es un convincente Ted Kennedy (A Contracorriente Films)

En una entrevista concedida a La Vanguardia durante la presentación de El escándalo Ted Kennedy en el pasado BCN Film festival, Curran habla de la necesidad de revisitar la historia y de ser honestos con lo que realmente sucedió. “Abordar la historia de un escándalo político es muy oportuna ahora en América con un tipo como Trump en la presidencia”.

Curran, que tenía pensado hace tiempo realizar un filme sobre los Kennedy, recibió el guión escrito por Taylor Allen y Andrew Logan de manos del actor Jason Clarke, que interpreta a Ted. Pese a reconocer la dificultad de trasladar en imágenes los hechos acontecidos y de la imposibilidad de hablar con algunos de los protagonistas de aquel día, la historia le pareció un reto. “Es cierto que hay elementos dramáticos y diálogos inventados, pero nos hemos basado en hechos reales”, continúa.

El equipo del filme no contactó con ningún miembro de la familia de Ted porque creyó que no hubieran accedido a colaborar. “Más bien sé que intentaron que la película no se hiciera, así que no creo que les haga gracia que se haya estrenado ni creo que la vayan a ver”. En todo caso, “sorprende que 10 años después de la muerte de Ted a algunos les sabe mal que se haya hecho esta película”.

Los Kennedy intentaron que la película no se hiciera, así que no creo que les haga gracia que se haya estrenado ni creo que la vayan a ver

Kennedy no notificó a la policía del suceso hasta casi diez horas más tarde y confesó poco después en la comisaría de policía de Edgarton. Aseguró que no recordaba nada del accidente y que estaba en shock. Entonces fue cuando entró en acción la maquinaria de asesores que se encargó de silenciar el caso aprovechando que ese mismo fin de semana los medios se hacían eco de la histórica llegada del hombre a la Luna. En los titulares Mary Jo se convirtió en la rubia muerta y Ted asumió el papel de víctima, poniendo cara de pena a los fotógrafos y paseándose durante un tiempo con un collarín que no necesitaba.

Una semana después, Ted se declaró culpable de abandonar la escena del crimen y recibió una sentencia de dos años de cárcel, suspendida por falta de antecedentes. “Para mi es frustrante que nada haya cambiado en la actualidad respecto a la intención de los poderosos de ocultar la verdad. Como demócrata, lo más fácil hubiera sido pasar página en este asunto, olvidarse del tema; pero creo que es necesario echar un vistazo a los episodios oscuros de nuestros líderes políticos, sobre todo si tratamos de arrojar cierta luz. De lo contrario, hubiera sido una actitud hipócrita”.

«Creo que es necesario echar un vistazo a los episodios oscuros de nuestros líderes políticos

El buzo que recuperó el cadáver de Mary Jo declaró que la joven podría haber sobrevivido si el senador hubiese avisado del incidente a las autoridades con la debida celeridad. “Podría haberla sacado del coche en 25 minutos después de la llamada”, se le escucha decir. A pesar del escándalo, Kennedy fue elegido senador en siete ocasiones, algo que “no dice nada bueno del electorado americano”, según el realizador.

Curran expone los hechos con crudeza y logra así el retrato de un hombre repleto de dudas y angustiado por la muerte de sus hermanos que se vio sobrepasado por un escándalo que jamás supo gestionar con dignidad. Preguntado sobre su opinión sobre Ted, el director no tiene reparos en admitir que es algo complicada: “Admiro lo que defendía desde el principio de su carrera profesional: la reforma de la educación, el acceso gratuito a los libros, odiaba la guerra… Pero también era un hombre que bebía mucho y eso tuvo consecuencias en su manera de comportarse. Con el episodio de Chapaquiddick tomó decisiones terribles que acabaron afectándole. Creo que fue un hombre tremendamente complicado”.

Mary Jo Kopechne en una imagen de 1962
Mary Jo Kopechne en una imagen de 1962 (Bettmann / Archivo)

En realidad, Ted prácticamente no se derrumba emocionalmente hasta que habla por teléfono con la madre de Mary Jo para contarle el trágico destino de su hija. “Creo que en el fondo estaba devastado, pero estaba sometido a demasiadas presiones. Todo el mundo esperaba que fuese el próximo presidente de Estados Unidos”, admite Curran poniendo el foco sobre la actitud cobarde del protagonista.

De hecho, los padres de Mary Jo creyeron la versión que dio Ted y se negaron a que se le practicara la autopsia al cuerpo de su hija. Ya había demasiados rumores apuntando a una posible relación sentimental entre ambos, algo que la película ha querido pasar por alto. “No hemos hallado evidencias claras y cuanto más estudias el personaje de Mary Jo más difícil resulta afirmar que pudieron tener algo juntos”.

Creo que Ted Kennedy fue un hombre tremendamente complicado

La película bien podría ser la puesta en escena de una obra de Shakespeare donde se dan la mano el poder, la corrupción, la muerte, las rencillas familiares y las mentiras. Un drama que se ve acentuado en una escena contundente en la que Ted busca la aprobación de su padre –encarnado por un irreconocible Bruce Dern- y este le dice que jamás será un hombre importante.

El cineasta ha tratado de “proyectar los sentimientos y dar una reacción humana” de este personaje sin caer en el sensacionalismo, buscando todos los entresijos que rodearon “un caso en el que abundan más las preguntas que las respuestas”. ¿Y qué opina sobre la supuesta maldición que envuelve a esta famosísima familia norteamericana? “No sé si se puede hablar de maldición, pero la verdad es que algo pasa. Es una familia que ha tenido mucha suerte, mucha fortuna y supongo que nada es gratis en la vida”.

Ted (Jason Clarke) mantuvo una pésima relación con su padre (Bruce Dern) tras el accidente
Ted (Jason Clarke) mantuvo una pésima relación con su padre (Bruce Dern) tras el accidente (A Contracorriente Films)

Curran también se moja al comparar la prensa de aquella época con la de ahora y sostiene que “los medios de entonces eran muy distintos a los actuales”. “No tengo ninguna duda de que hoy la carrera de Ted Kennedy se habría acabado”. El estadounidense cree que las producciones actuales son más valientes y que no tardaremos en ver una miniserie de humor sobre Trump o un filme que trate el ‘impeachment’ de Bill Clinton a raíz del caso Levinsky.

El escándalo Ted Kennedy se estrena este viernes en la cartelera de la mano de A Contracorriente Films.

No tengo ninguna duda de que hoy la carrera de Ted Kennedy se habría acabado

 

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