Literatura en las canciones de amor inolvidables

 

Hay canciones de amor, sus letras, que nos gustan por su secreto atisbo de profecía y otras porque copian e iluminan nuestras vivencias. Unas llegan a nuestras vidas mucho antes de que descubramos, experimentemos y comprendamos lo que allí se nos cuenta y las otras parecen inspiradas en nuestra propia historia. Al final, las dos parecen creadas y cantadas para cada uno de nosotros. Da igual si los expertos musicales las consideran buenas, regulares o malas canciones; y si sus letras son de alta o baja calidad literaria. Están allí, han llegado para quedarse por motivos superiores a nosotros y forman parte esencial de la banda literaria y sonora de nuestras vidas.


Trovadores contemporáneos.


Uno de los escritores que mejor hizo este acercamiento a esa realidad fue Marcel Proust. Él, tan exquisito en sus gustos, escribió en 1893 Elogio de la mala música, donde reconocía el misterioso, profundo y sentido valor de la música popular; el efecto milagroso de tocar el alma de las personas incluso contra su deseo. Porque «se han llenado del sueño y las lágrimas de la gente». Teo Sanz, catedrático de literatura francesa, lo describió bien en su blog, hace tres años: «En él señala (Proust en su artículo), con un loable deseo de buscar la verdad, que se puede odiar esa clase de música, pero no menospreciarla porque se toca y canta con más pasión que la buena y, sobre todo, porque «se ha llenado del sueño y las lágrimas de la gente».

Trovadores contemporáneos. En las letras de esas canciones hay literatura. Bob Dylan suena cada año como candidato al Nobel, y el año pasado Leonard Cohen obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Traigo a colación estos dos ejemplos de artistas y compositores universales para hablar de la literatura en las letras de las canciones de amor en el día de san Valentín. Y para que nos hablen del asunto he pedido a un poeta, a un filósofo especialista en el tema y a un lector y dos admiradores de Dylan que compartan con nosotros sus letras de canciones de amor inolvidables.

Y, sí, todo esto es por recordar o celebrar entre todos el día de san Valentín de una manera diferente  como hemos hecho en los últimos dos años en este blog. En 2011 fueron las mejores poesías de amor, y en 2010 las mejores novelas, en las que ustedes completaban el artículo con sus comentarios. A ver si se animan este año también con el tema de hoy: la literatura, las letras, en las canciones de amor inolvidables:

Una autoridad en esto es el poeta colombiano Darío Jaramillo, autor del libro Poesía en la canción popular latinoamericana (Pre-Textos): «Más que expresarlo, lo que la canción popular latinoamericana ha hecho con el amor es inventarlo. Boleros, tangos, rancheras: Las canciones son el guión del sentimiento, lo modelan y lo condicionan. Son el alfabeto del amor y dictan las maneras de sentir. Con ellas se quiere y se desquiere, se enamora y se olvida. Bien se sabe que el amor es un estado preverbal, donde el retozo o el gruñido reemplazan a la palabra. Llegado el momento de usar el verbo, el más aproximado es el del bolero, el del tango, el de la ranchera: se trata de canciones que circularon en todo el continente desde los años treinta del siglo veinte y que se repitieron generación tras generación hasta quedar grabadas en la memoria colectiva a modo de atavismo, de reflejo condicionado, como esas cosas que uno se sabe sin saber que las sabe». (en la imagen Serenata, de Jan Steen)

«Cada canción, además de contar la historia que la origina, termina contado la historia del que la oye más con el corazón que con el oído. La canción es cardiocéntrica.

«Aunque simples y directas, algunos boleros, algunos tangos y rancheras tienen un valor poético intrínseco en sus palabras, como por ejemplo Abrázame así  de Mario Clavell, Amanecí en tus brazos de José Alfredo Jiménez, Tú me has de querer de Bola de Nieve, Qué me importa de Mario Fernández Porta y Piensa en mí de Agustín Lara, para citar sólo cinco. A continuación transcribo las letras de estas cinco canciones:»

 


Abrázame así  (Música y letra: Mario Clavell)

Abrázame así, / que esta noche yo quiero sentir / de tu pecho el inquieto latir / cuando estás a mi lado.

Abrázame así, / que en la vida no hay nada mejor / que decirle que sí al corazón / cuando pide cariño.

Abrázame así /porque en besos te voy a contar / el más dulce secreto de amor / que hay en mi corazón.

Acércate a mí / y esta noche vivamos los dos / la bendita locura de amor.

 

Amanecí en tus brazos  (Música y letra: José Alfredo Jiménez)

Amanecí otra vez entre tus brazos / y desperté llorando de alegría, / me cobijé la cara con tus manos / para seguirte amando todavía.

Te despertaste tú casi dormida / y me querías decir no sé qué cosa, / pero callé tu boca con mis besos / y así pasaron muchas, muchas horas.

Cuando llegó la noche, apareció la luna / y entró por la ventana, / qué cosa más bonita cuando la luz del cielo / acarició tu cara.

Yo me volví a meter entre tus brazos, / tú me querías decir no sé qué cosas, / pero callé tu boca con mis besos / y así pasaron muchas, muchas horas.

 

Tú me has de querer  (Música y letra: Ignacio Villa, Bola de Nieve)

Yo quisiera ser / de tu vida encanto, / quisiera tener / de tus ojos llanto / y quisiera ver

En tu rostro / siempre amor / brotar.  

Y con ese amor, / hacer de mi vida / bálsamo ideal / que cure mi herida / para así vivir

Toda una eternidad.

Tú me has de querer / porque yo en la noche / lo vi en mis sueños.

Yo habré de sentir, / junto a ti, / mi vida / siempre latir, /yo sabré mentir / por tu amor / y he de llorar / y he de sufrir.

Tú me has de querer / como nunca tú / soñaste sentir.        

Yo quisiera ver / cuando de mi amor / fueras prisionera, / quisiera saber / si presa de mí / no habrías de llorar, / no habrías de quererte fugar / ni de añorar / otro querer. 

Tú me has de querer / por tu amor / y por tenerme a mí.

 

¿Qué me importa? (Música y letra: Mario Fernández Porta)

Los ojos del sol se han cerrado y con ellos se ha ido la luz, / de violeta se viste la tarde porque pronto la noche vendrá.

Qué me importa que venga la noche con su negra mantilla de luz, / si en el fondo de mi alma tú eres una aurora radiante de amor.

¿Qué me importa que la lluvia caiga despiadadamente?

¿Qué me importa que el mar en la noche no quiera cantar?

¿Qué me importa que el cielo no tenga ni estrellas ni luna, / si yo tengo en tus ojos el cielo, la luna y el mar?

¿Qué me importa que en la vida todo tenga su comienzo?, / ¿Qué me importa que todo comienzo tenga su final?

Si mi alma será toda tuya por toda la vida, /¿qué me importa que todo se acabe si me quedas tú?  

 

Piensa en mí  (Música y letra: Agustín Lara)

Si tienes un hondo penar / piensa en mí, / si tienes ganas de llorar / piensa en mí, / ya ves que venero tu imagen divina, / tu párvula boca que siendo tan niña / me enseñó a besar.

Piensa en mí cuando beses, / cuando llores también piensa en mí, / cuando quieras quitarme la vida,

No la quiero para nada, / para nada me sirve sin ti.

 

 

Para el filósofo español Manuel Cruz, autor de Amo, luego existo. Los filósofos y el amor (premio Espasa de Ensayo 2011) la canción que le parece» especialmente adecuada para un día como el de hoy es Il cielo in una stanza y tiene diversas versiones, desde la de su propio compositor, Gino Paoli (autor también de la célebre Sapore di sale, dedicada a una entonces jovencísima Stefanía Sandrelli: se comprende el arrobo), a la clásica de Mina, pasando por la de Carla Bruni (sí, Carla Bruni, la que ustedes están pensando). Pero la versión que me atrevo a recomendar es la de Franco Battiato que cualquiera puede encontrar en YouTube, apoyada en imágenes de la película de Charles Chaplin Luces de la ciudadIl cielo in una stanzadescribe con una luminosa sencillez esa intensa, absoluta, sensación de plenitud que ocupa por entero el alma de quien ama cuando se encuentra en presencia del ser amado. De la percepción, sin sombra de duda, de que una tal experiencia colma por completo y da sentido al propio existir trata esta canción».

«Ahora bien, para quien le pille la festividad del Santo con el paso cambiado, y se le haga cuesta arriba la casi unanimidad en la celebración de lo amoroso, acaso le alivie escuchar con una sonrisa la impagable Me cago en el amor, de Tonino Carotone, cuya letra parece pensada precisamente para nuestros días: É un mondo difficile/e vita intensa/felicitá a momenti/e futuro incerto


 

 

Javier y Vicente Santos son grandes admiradores  de Bob Dylan, eterno candidato al Nobel de Literatura. Y ante el encargo de seleccionar algunas canciones de amor del artista estadounidense dicen: «Hemos repasado todo el libraco de Letras y preseleccionado solo doce porque hemos desechado las de desamor, rupturas y peleas de amantes, etcétera. ¿Se trata de San Valentín, no? También muchas otras que no se sabe muy bien qué nos quiere decir, si es que nos lo dice a nosotros, como Sad-Eyed Lady Of The Lowlands.

Algunas son textos muy sencillos plagados de frases que podrían decirse los adolescentes. Son declaraciones claras, directas: One More Weekend, One A Night Like This Wedding Song. Esta, por ejemplo, tiene estos versos: “Te amo más que a la propia vida, Te amo más que nunca y eso que aún no he empezado, Sacrifiqué el mundo por ti y vi como morían mis sentidos.”

Hay dos grandes canciones que tienen en común que van dirigidas a un tercero para que haga de mensajero con la amante. Se trata de un amor roto del pasado, pero de ninguna manera olvidado: En Girl From North Country al poeta le preocupa que ella esté pasando frío y quiere saber si sigue siendo como cuando eran amantes: Dime si sus cabellos cuelgan largos y si dan vueltas y vuelan sobre su pecho. Y en If You See Her Say Hello, encontramos esta humilde declaración: “Ella pensará que la he olvidado, no le digas que no es así”

Boots Of Spanish Leather se nos presenta como un diálogo entre los amantes. El primero, pongamos que se trata de él, se va de viaje y está dispuesto a traerle algo de regalo. Las estrofas 2, 4, 6 (y también la 7, 8 y 9, así las interpretamos) son la respuesta de ella: Si tuviera las estrellas de la noche más oscura y los diamantes del océano más profundo, renunciaría a todo ello a cambio de tu dulce beso, porque eso es todo lo que quiero poseer.. Nos gustaría que alguien nos hubiera dicho esto alguna vez y también haberlo dicho nosotros en algún momento, claro.

De Nashville Skyline hay varias canciones de amor. Nos quedamos con el estilo directo, sin metáforas, de To Be Alone With You (algo así como tú y yo solos, simplemente) y Tonight I’ll Be Staying Here With You (el autor tenía que partir de viaje pero a última hora decide pasar la noche con ella).

Otros poemas de amor: Emotionally Yours es como una entrega en cuerpo y alma y Sara. Estamos en 1974 y Bob Dylan repasa en este texto su matrimonio con Sara, haciendo referencia a momentos muy concretos de su vida en común y con algunos piropazos que suenan tan bien en inglés como en español: radiant jewel, mystical wife…

Y, para acabar, queremos destacar dos de nuestras favoritas que se encuentran en el álbum Time Out Of Mind: Make You Feel My Love con este finalPodría hacerte feliz, convertir en realidad tus sueños. No hay nada que yo no hiciera: iría hasta el último rincón de la tierra para hacerte sentir mi amor.Y Can’t Wait. Aquí va completa la emocionante segunda estrofa:

 

Soy tu hombre, he intentado recuperar 
el dulce amor que conocimos
Comprende, mi corazón no puede seguir latiendo sin ti,
Tu encanto me ha herido, me tambaleo por el golpe,
Ojalá supiera qué es lo que me hace seguir amándote tanto,
Estoy sin resuello ante la puerta
Y no sé cuánto tiempo más podré esperar».
 

En cuanto a mí, diré que hay una canción que siempre me gustó mucho antes de que viviera lo que allí se canta: I can’t take my eyes of you (No puedo apartar mis ojos de ti), compuesta en 1967 por Bob Crewe y Bob Gaudio, con arreglos de Artie Schroeck y Gaudio, e interpretada originalmente por Frankie Valli.

«No puedo creer que es verdad, / que tanta felicidad,/ haya llegado hasta mi,/y simplemente aprendí,/ que el cielo siento alcanzar, / pensando que voy a amar / por eso no puedo así, / quitar mis ojos de ti.

Tú tienes que perdonar, /mi insolencia al mirar, / toda mi culpa no es, / me he enamorado esta vez, / difícil es insistir, / sin ti no puedo vivir, / por eso no puedo así, / quitar mis ojos de ti»… Y luego viene el estribillo famoso: «Te quiero mucho / y bien compréndelo, te quiero mucho, / con toda intensidad te necesito, / te digo la verdad. / Te quiero mucho / y pido sin cesar que no me dejes / hoy que ya te encontré / pues quiero amarte, siempre / quiero amarte…».

Y, claro no me resisto a recordar unos cuantos vallenatos de Colombia, a ritmo de acordeones:

Cabellos cortos, «Por esos cabellos largos / yo daría toda mi vida…» 

Fantasía: «Ese que escribe versos / repletos de verano / estando en primavera / Ese soy yo…» 

 papel,” Ayyy amor / por favor porque no regresar / tú no sabes, no te das cuenta / lo triste que yo me quedé / Si acaso la culpa fue mía…». 

El mochuelo: «En enero José se cogió / En enero José se cogió / un mochuelo en las montañas de María / y me lo regaló nomás para la novia mía…». 

En fin, todo esto para invitarlos a que hoy, día de san Valentín, compartan con nosotros algunas de las letras de las canciones inolvidables en sus vidas.(Periódico español El País)

 

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5 comentarios en «Literatura en las canciones de amor inolvidables»

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