Por Andrés Timoteo/Texto Irreverente
MARGARITAZO
Se anticipaba, pero pocos creían que se concretaría: la ex primera dama del país, la ‘Señora de la Muerte’ –apodo ganado por los cientos de miles de fallecidos que provocó el gobierno de su marido, Felipe Calderón Hinojosa- y una de las panistas de alcurnia, Margarita Esther Zavala Gómez del Campo renuncia a su militancia en Acción Nacional, encorajinada porque no le darán la candidatura a la Presidencia de la República en el 2018.
La versión de su salida del PAN que adquirió forma en las últimas horas, se formalizaría este viernes para atender los tiempos electorales pues la fecha no es para nada fortuita ya que el sábado vence el plazo para todos los que aspiren a contender por el cargo presidencial como candidatos independientes se registren ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Tal es la tirada de Zavala de Calderón, tratar de engañar a los electores fingiendo que es ajena a los partidos políticos. No lo logrará. Es muy difícil –por no decir imposible- que llegue a ganar la competencia presidencial, pero su retiro del blanquiazul si agita las aguas políticas y modifica, en parte, los escenarios comiciales para el año siguiente. En primer lugar porque se anticipa que se irá ella, su marido Felipe Calderón y todos los calderonistas que la respaldan. Claro, los que se quieran aventurar a jugar a nada.
Lo anterior provocará, aparentemente, una grieta –que no un cisma porque en sí el PAN sale ganando al deshacerse de ese matrimonio y sus súbitos- al interior del partido y eso afectará de manera moderada el acopio de votos para la contienda presidencial. No es gran cosa la salida de Zavala y su séquito, pero al menos pega mediáticamente. Sin embargo, en este caso hay una dualidad muy puntual porque el principal afectado de esa posible división es también el principal beneficiado: Ricardo Anaya Cortés, el líder nacional del partido.
Con la renuncia de Zavala, se elimina la principal competidora interna de Anaya para la candidatura presidencial del 2018 en el PAN. El otro aspirante que queda, el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, el famoso “Gober Bala”, no tiene suficientes tamaños políticos para disputarle la nominación y además lo que busca es negociar el futuro político de su familia. En especial, lograr la candidatura de su esposa, Martha Erika Alonso para la gubernatura de Puebla en el 2018.
Así, Ricardo Anaya tiene despejado el camino, al menos en el blanquiazul, para convertirse en el candidato presidencial. Sin los calderonistas que le hagan un trabajo en contra de forma interna, pues el futuro le es más halagador. Lo importante será el trabajo político interno para subsanar heridas y detener una anunciada –que poco probable, se repite- desbandada. Si lo logra hacer, Anaya tendrá asegurado que los panistas lo arropen para el 2018.
Los otros beneficiados en el altiplano son los anti-calderonistas de peso, entre ellos Diego Fernández de Cevallos, Santiago Creel Miranda y Gustavo Madero Muñoz que en las últimas semanas han cerrado filas en torno al dirigente nacional, lo que le facilita las cosas al actual presidente de ese partido en sus aspiraciones. Y una cosa se debe aclarar, no es que las aspiraciones de Margarita Zavala hayan atemorizado a los panistas sino que en sí, su candidatura sería una especie de reelección del nefasto Felipe Calderón.
El expresidente es quien construyó el proyecto para que su mujer fuera postulada en la añoranza de regresar a Los Pinos. Él iba a ser –o será en el caso de que su esposa sea candidata “independiente”- el verdadero contendiente en el 2018. Él manda, dispone y ordena, la otra es solo el escaparate. Entonces, el ‘Margaritazo’ que se concretaría este viernes no es algo malo ni mucho menos: es un paso para impedir el regreso de los genocidas al poder. El exgobernador de Baja California, Ernesto Ruffo comparó la salida de los Calderón del PAN como “la pus que sale de un absceso”.
De paso, al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares obtuvo la ventaja de no decidir abiertamente entre Zavala de Calderón y Anaya Cortés, aunque se anticipaba que su respaldo sería para el dirigente panista si se daba la contienda interna formal. A hora que los Calderón Zavala se van de Acción Nacional, no habrá disyuntiva que atender.
Al igual que en el altiplano habrá afectados por la decisión de Margarita Zavala de irse del PAN a nivel local también saltarán muchas ‘viudas’ que no sabrán si renunciar también al blanquiazul o quedarse con los que tienen posibilidades de triunfo, y muy pronto se les verá llorando por los rincones. Destaca en la zona centro, para variar, el exdiputado por Huatusco, Víctor Serralde Martínez – o como se llame en realidad- quien era uno de los principales promotores de la alianza Moreno Valle-Zavala en la entidad.
Por ende, sus seguidores, entre ellos el alcalde cordobés, Tomás Ríos Bernal que se plegó a ese grupo liderado por Serralde y en su momento por el ahora exmilitante, Juan Bueno Torio. En la conurbación Veracruz-Boca del Río, está damnificado el diputado federal y empresario constructor, Francisco Gutiérrez de Velasco, además de Julen Rementería del Puerto, exalcalde porteño y actual secretario estatal de Infraestructura y Obra Pública, y quien aspira a una nominación por el Senado de la República en el 2018.
También el diputado federal y exdirigente estatal del partido, Enrique Cambranis Torres, además de otros panistas menores que estarán en la disyuntiva de irse del partido, entre ellos la legisladora federal, Gabriela Ramírez, el exsecretario estatal del partido, Herman Ortega, las diputadas locales Mariana Dunyaska García y Cinthya Lobato o el regidor y dirigente municipal en Córdoba, Iván Espinoza Hermida. ¿Todos ellos también renunciarán al PAN y se irán con la ‘Señora de la Muerte’ o se quedarán en el partido por sobrevivencia política?
No caería mal una purga en el panismo veracruzano para deshacerse de todos ellos, además de que de por sí en las últimas elecciones han trabajado en contra de sus candidatos azules y a favor de tricolor o, peor aún, de la fidelidad. Entonces en la disyuntiva de que estén dentro o fuera del partido, a los panistas le conviene más tenerlos lejos, ¿no creen? Ya se verá en las próximas horas cuántas viudas se quedan y cuántas se van. Eso sí, de que van a llorar, van a llorar aunque sean lágrimas de cocodrilo….
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