Dice el Evangelio que Jesús se acercó a la barca de Pedro, y sentándose en la barca enseñaba, desde ahí, a la gente. Comienza el Señor pidiendo un favor a Simón, para enseñar a la gente. Vendrá la pesca milagrosa y la petición para que sean pescadores de hombres.
Dice el evangelio que cuando Jesús terminó de hablar le dijo a Simón: Naveguen mar adentro y echen las redes. Comienza la acción del Señor sobre sus discípulos: Les pide lanzar las redes. Pensemos que en ocasiones el Señor nos pide cosas semejantes, nos pide lanzar las redes
Ir mar adentro implica dejar de lado nuestras “seguridades” y abrirnos a otros caminos, que el Señor va señalando. Al igual que para Pedro y los suyos, ir mar adentro, es un acto de fe. Pedro opone una leve resistencia. Sin embargo, hace lo que Jesús le pide. Es importante confiar en Dios, aunque no entendamos. La fe de Pedro fue necesaria para que Jesús lo llamara.
Cuando Pedro descubre la manifestación de Dios en aquella abundante pesca, se postra y le dice: Aléjate de mí Señor, porque soy un pecador. Cuando en nuestras vidas Dios se manifiesta, experimentamos nuestra pequeñez, nuestras limitaciones. En esa situación el Señor invitó a Pedro a que lo siguiera, porque estaba preparado para dejar todo y seguirlo.
Como Pedro hemos experimentado que por nuestra propia cuenta no pescamos nada, pero si confiamos, el Señor puede hacer que nuestra vida sea significativa, y generadora de salvación. Allí donde no llegamos con nuestras propias fuerzas, él puede llegar a través de nosotros.
Los cristianos todos navegamos en la barca de Pedro y estamos llamados a ser pescadores de hombres. Pero poco o nada vamos a conseguir sin la ayuda del Señor. Por eso nosotros tenemos que decirle a Jesús como Pedro: en tu nombre, Señor, echaremos las redes.
Nuestras limitaciones nos tientan muchas veces a retirarnos de la barca y de la tarea, o a echarnos a la hamaca en esa misma barca. Pero escuchemos la voz fuerte y amable de Jesús, que nos dice: no tengan miedo, yo estoy con ustedes. El Señor quiere que seamos pescadores de hombres. Pescar, significa motivar, llamar, impulsar, servir; ser hermanos.
+ Juan Navarro Castellanos
Obispo de Tuxpan
Editorial
