Tuxpan Paraíso ‘non nato’

Federico Reyes Heroles: Gobiernos de un partido y otro  y sigue siendo una vergüenza local y nacional,  un pueblo que no sale del atraso, sin señas de modernidad, sin planeación, es un caos



El río es el personaje principal. Ancho, de caudal potente, habla de día y de noche. Las historias de familia -la mía incluida- remiten al río. El río se enfurece o está de buenas, es tramposo o hace guiños o todo a la vez. Río abajo, en pleno vendaval, una tatarabuela salió prendida del ropero. Se aferraba a las «joyas» que se encontraban en el mueble. Los pioneros se asentaron allí precisamente por el río, por ese encuentro rudo entre el agua dulce y el mar, encuentro que provoca riqueza. Los buques llegaban al «lugar de los conejos» -porque eso quiere decir su nombre- por la prodigalidad de sus aguas y tierras. Es generoso el mar por su abundante pesca, es generosa la tierra de frutas grandes y jugosas. Las maderas tropicales allí también encuentran un hogar. Los pastizales alimentan reses que engordan rápido, compiten con el tiempo y siempre ganan.

Por supuesto que hay problemas. El calor excesivo propicia plagas y alimañas. Las lluvias pueden destruir todo. Pero, ¿cuántos países no envidiarían tener un sitio así que además es cercano a zonas industriales y a la capital? Claro, como dicen, Dios da el agua pero no la entuba, pone el mar pero no saca los pescados ni construye los puertos, hace crecer los pastos, pero no pone el rastro, ni los frigoríficos, ni las carreteras para sacar los productos. Algo tenemos que hacer para que esos paraísos nazcan. El creador fue muy mañoso porque los verdaderos paraísos requieren mucho trabajo. Naturaleza y acción humana, sólo entonces nace un paraíso.

Incomunicados hacia el centro del país, en el siglo XIX los tuxpeños miraron hacia Europa. Al igual que el resto del Golfo de México, era más fácil entrar en contacto con el otro lado del océano que con la meseta central. ¿Por qué el pescado a la veracruzana lleva aceitunas y aceite de oliva? ¿Por qué el queso relleno de Campeche surge de un queso holandés? Ahí está la historia: eran más sencillos los vínculos con ese lado del mundo que con el naciente México. Pero estamos en el siglo XXI. Dos siglos de ser nación nos debieron llevar a que la playa más cercana a la capital estuviera conectada de manera eficiente. Pero no es así. Es peor, la playa más cercana a la capital es sólo eso, una playa porque no hay un puerto adecuado.

¿Por qué no hay puerto? La repuesta más frecuente es porque no hay carretera. Sobra decir que tampoco un tren. A la pregunta por qué no hay carretera o tren, la respuesta más común es el pobre aforo. Pero no hay tránsito porque no hay puerto. ¿Por fin? ¿Qué va primero? La respuesta es lo que sea que rompa el círculo vicioso. Quién -si no es el Estado mexicano- puede romper el nudo. Para eso está. Pasan los sexenios, las décadas, gobiernos de un partido y del otro, y la vergüenza sigue allí. Tuxpan es, a pesar de todos sus atributos, un pueblo que no sale del atraso. Viajo de un lado al otro del país. En raras ocasiones regreso pensando que no hay mejoría. Incluyo Sinaloa, Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo, etcétera. Con todo y la violencia no se puede ocultar el avance, la prosperidad no veloz pero sistemática. Tuxpan en Veracruz es una de esas dolorosas excepciones.

A pesar de la riqueza natural del sitio y de la prosperidad de las propiedades aledañas, el enorme pueblo es un caos. Sucio, sin planeación urbana, desaliñado, sin señas de modernidad. Al igual que hace un cuarto de siglo, Tuxpan vive de la esperanza de que se termine la carretera y que se construya el puerto. ¿Qué falló? La explicación más evidente es que ni la Federación, ni los gobiernos locales han tenido la visión y la fuerza para hacer que Tuxpan despegue. Otros dicen que las divisiones de los tuxpeños ricos propician los tropiezos. Lo que sea, pero Tuxpan es una vergüenza local y nacional.

¿De cuánto estamos hablando entre carretera y puerto? Quizá la mitad de una presa, o la veinteava parte de lo que cuesta el subsidio a la energía anualmente. ¿Cómo explicar que el Estado mexicano no tenga los recursos o la capacidad de convocatoria para sacar adelante a uno de sus principales puertos? No es creíble que el país entero no conciba la importancia del puerto más cercano a la capital y a poderosas regiones productivas. No se trata del desarrollo de una ciudad, estamos hablando de un pivote del desarrollo regional y de la productividad nacional. Tuxpan, Veracruz, no está en el mapa nacional, eso habla de una lectura miope del país.

Mi padre nació en 1921 -casi un siglo- en Tuxpan. Salió en busca de educación. Así llegó a Tampico y después a la capital. Por supuesto que hoy Tuxpan está mejor, pero no deja de ser una vergüenza que siga en el olvido. Recientemente estuve allí. Salí deprimido, de nada sirven los espléndidos mariscos o el caudal del río cuando la sombra del olvido y el descuido opacan todo. México es una historia de obsesiones y olvidos. El maíz en las primeras. Los mares en las segundas, Tuxpan incluido. Las prioridades están trastocadas, por eso muchos paraísos no nacen.  (Federico Reyes Heroles: Periódico Reforma 19 Abr. 11)

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Un comentario en «Tuxpan Paraíso ‘non nato’»

  1. DESDE LUEGO QUE FEDERICO TIENE MUCHA RAZON EN LO QUE ESCRIBIO. PERO SI SE DIERA UNA VUELTA NUEVAMENTE POR NUESTRA CIUDAD ! TREMENDA SOPRESA SE LEVARIA DE VERLA LIMPIA MAS MODERNIZADA Y APUNTO DE QUE LLEGHUE LA AUTOPISTA (OJALA Y VIERA EL VIDEO QUE AQUI PRESENTAN UDS.)PARA NADIE ES UN SECRETO QUE EL ALCALDE ALBERTO SILVA RAMOS Y SU JOVEN ADMINISTRACION HA HECHO POR TUXPAN EN 4 MESES MAS DE LO QUE NUMEROSAS ADMINISTRACIONES PASADOS NO LO HICIUERON.

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