Cada vez que Patrick Paumen paga algo en una tienda o en un restaurante causa un revuelo.
Este hombre de 37 años no necesita una tarjeta bancaria o su teléfono celular para pagar. En su lugar, simplemente pone su mano izquierda cerca del lector de tarjetas sin contacto y se realiza el pago.
«¡Las reacciones que recibo de los cajeros no tienen precio!» dice Paumen, un guardia de seguridad de los Países Bajos.
Puede pagar con la mano porque en 2019 le implantaron un microchip de pago sin contacto debajo de la piel.
«El procedimiento duele tanto como cuando alguien te pellizca la piel», dice Paumen.
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