La nueva terminal de autobuses foráneos ADO en el centro de la ciudad de Tuxpan, muchos la han festejado hasta con cohetes, como un nuevo paradigma urbano se han atrevido, cuando realmente viene a significar un paso hacia atrás en el desarrollo sostenible de la ciudad. ¿O queremos una ciudad con un modelo de desarrollo sustentable? ¿O queremos seguir siendo una aldea, un pueblo, no precisamente mágico?
Los teóricos del urbanismo en el mundo consideran que la ciudad ideal debe ser tan confortable como si fuera una extensión de nuestro hogar, no salir de nuestra casa para trasladarnos a nuestro centro de trabajo, estudio o recreación en medio de un caos urbano, que asfixia socialmente a las ciudades que no ordenaron y planificaron su desarrollo, está trayectoria citadina resulta traumatizante y contribuye a formar las actitudes sociales de la población.
Por mucha mercadotecnia que le echaron para su apertura, la nueva terminal del ADO viene a fortalecer la anarquía en el crecimiento de la ciudad que ha estado sin rumbo por muchas décadas, la terminal planta la bandera de las antítesis del desarrollo urbano planificado en el mero corazón de la ciudad.
Por muy estética y confortable que se pueda ver la terminal, está nueva mole de cemento y cristal viene a avalar también las viejas prácticas de corrupción que por décadas han puesto en subasta el uso del suelo y los planes de desarrollo ordenado y sostenible de Tuxpan.
Tras la fachada de la terminal hay un gran problema de movilidad urbana que está en crecimiento y es generadora de un nuevo caos vial en la ciudad.
La terminal va contra el mismo proyecto 2030 de la ONU que busca generar ambientes urbanos y ambientales más saludables.
El ADO viola además la legalidad al edificar en el centro de la ciudad su Terminal, ya que el bando de policía y buen gobierno del municipio de Tuxpan publicado por la gaceta oficial del estado el 20 de Junio de 2020 dice:
Capitulo 3 del Primer Cuadro de la Ciudad: Se prohíbe en el llamado primer cuadro de la ciudad, la instalación y/o construcción, operación y/o explotación de terminales, zonas de ascenso y descenso de pasajes, corralones, resguardos vehiculares, encierros, dormitorios, talleres mecánicos, lavaderos y similares, de las líneas de autotransportes de pasajeros federal y local. La contravención a esta disposición se sancionará con la clausura total, inmediata y permanente de las instalaciones destinadas para estos fines y una multa administrativa de 1000 a 12000 días de salario mínimo. Las terminales de pasajeros que operen en el municipio, sin mediar lo permisos y licencias necesarias para la presentación de ese servicio, se les aplicará la misma sanción.
El problema no es solo la violación de está normatividad municipal por parte del ADO, sino también que se sienta precedente para que otras empresas se “arreglen” con futuras autoridades de Tuxpan y se siga vendiendo el futuro de Tuxpan al mejor postor, sin un orden en el crecimiento de la ciudad, sin ninguna planeación y pasando por alto la legalidad que debe normar el desarrollo urbano.
La voraz lucha del ADO por adueñarse del edificio histórico de la ex Aduana de Tuxpan viene de décadas atrás, cuando la aduana y Hacienda Federal se reubicaron en otros sectores del puerto, quedando el viejo inmueble de independencia número 1, a merced de las buenas prácticas de «relaciones públicas» de los empresarios del ADO que lograron en 2019 cambiar el edificio ya abandonado de la ex Aduana por una bodega en la calle Cuauhtémoc de la colonia Burocrática con la gestión municipal y la autorización del Instituto Nacional de Bienes Nacionales y Avalúos.
En la gestión anterior obtuvo finalmente el ADO su permiso de construcción y “muy generoso” donó un camión compactador de basura al gobierno municipal.
Según sus propagandistas y el proyecto tan anunciado las “damas de la caridad” del ADO donaron 5 metros para ampliación del bulevar Independencia en su entronque con Reyes Heroles, y resulta que los metros que “donaron” no se aprecian, porque al hacer la terminal de autobuses la entrada de sus unidades por la calle Genaro Rodríguez, tienen que hacer toda una maniobra de peripecia usando todos los carriles de la calle para dar vuelta, obstruyendo la vialidad en ese entronque que literalmente puede parar la circulación de la ciudad.
Ya es un problema ahora más de Tuxpan está central camionera, pero en el futuro inmediato puede colapsar la movilidad de la ciudad, ya que esa vía comunica el oriente con el poniente de la ciudad, y lo que ocurre en este perímetro afecta hasta los flujos de tránsito en los accesos citadinos.

Es cierto nada tiene que ver la antigua terminal del ADO que duró más de 60 años en la calle Genaro Rodríguez y está última terminal, mejor amueblada y equipada; el problema es que está Terminal tenía que haberse construido en el área de centrales camioneras que se ubican en el libramiento “Adolfo López Mateos”; pero no, la soberbia de la empresa la llevó a edificar su terminal donde ya inicio operaciones.
El proyecto de esta terminal estuvo viciado de origen al no cumplir tampoco con las bases de la convocatoria de licitación para su construcción y como también por inconsistencias ambientales.
Ahora, transitar por el bulevar y entrar por la calle Genaro Rodríguez es ya de riesgo, por el continuo circular de los grandes autobuses del ADO que han tomada está boca calle como de su propiedad.
No se trata de estar contra las inversiones, y la construcción de terminales de autobuses más acondicionadas, se trata de que ya es tiempo que se ponga orden en el crecimiento de la ciudad o las futuras generaciones nos lo demandarán.