Miguel Ángel Yunes Linares, el candidato del PAN-PRD, asegura que al año le cuesta a los veracruzanos 60 millones de pesos.
Noé Zavaleta/Liberal del Sur/Crónica de Xalapa
Acaba de escuchar un rosario de quejas en la cabecera municipal de Acajete, el estudiante de dieces a quien el gobierno le quitó su beca, la ancianita a la que fue “robada” la pensión vitalicia del DIF, los lecheros que ya no reciben subsidió para alimentar a las vacas; y de pilón, el vocalista del grupo musical que se quedó esperando “el acordeón” prometido por un candidato a diputado del PRI.
Miguel Ángel Yunes Linares, candidato del PAN-PRD a la gubernatura de Veracruz, aplica el “Son de la Negra”, a todos les dice que sí…y les pide aguantar después de la elección. Les jura que sabe bailar sones jarochos y que un día, con más tiempo, se echa el “Querreque”.
Yunes Linares sube a su camioneta, porta chaleco y una camisa a rayas, viene de buenas, cercano al fin de semana recorrió Altotonga, Perote, Jalancingo, Atzalan y Acajate, en todas encontró simpatías, pero mejor aún, un hartazgo al partido en el gobierno: El PRI.
A 14 días del 5 de junio, en donde se elegirán a 50 diputados locales y al sucesor de Javier Duarte de Ochoa, el ex priista, hoy panista-perredista, bosqueja lo que sería unas primeras acciones de gobierno, en caso de, ganar la elección.
Cerrar “definitivamente” Casa Veracruz, porque –dice- cuesta anualmente 60 millones de pesos; no arrancar el gobierno, sin cerrar las oficinas de representación en el DF, en Madrid y otros inmuebles en el país y en el extranjero, pues “sólo sirven” para acomodar a “amigos” y “familiares del gobernador y sus secretarios.
“Necesitamos un plan de austeridad, cancelar las comelitonas y borracheras en Vinissimo, La Gavia y en Cacharrito (sic). Ni más caprichos que sólo dejan un despilfarro millonario. No soy demagogo, el servidor público que trabaje conmigo se le reconocerá el esfuerzo y se le pagará bien, pero no permitiremos que sangren el erario”.
El ex secretario de Gobierno en el sexenio de Patricio Chirinos, hoy lamenta que quienes administran a Veracruz se acabaron “la moral pública”, pues –dice- hay olor a corrupción, opacidad, desvió de recursos, tráfico de influencias y derroche de dinero en caprichos personales.
“Tenemos que cambiar del modelo inmoral de gobierno, cambiar de forma estructural de fondo. En dos años, ¿Queda tiempo?, restablecer el Estado de Derecho, reconstruir las finanzas y públicas y saber el monto real de la deuda”.
BERMÚDEZ, VÍNCULOS “OBVIOS” CON EL NARCO
Para Yunes Linares son “obvios” los vínculos del secretario de Seguridad Pública (SSP), Arturo Bermúdez Zurita con la delincuencia organizada, pues las desapariciones forzadas, la más emblemática, la de Tierra Blanca, demuestran la contaminación policiaca.
“El manotazo a la delincuencia es muy claro, sí el 5 de junio le ganamos al PRI le ganamos a la delincuencia organizada. Hay un vínculo orgánico, vamos a reconstruir la policía estatal, nos llevaremos un año sí, pero es necesario nuevos elementos y con divisiones concretas”.
En un sexenio, desde que perdió la gubernatura en julio del 2010 y hasta la fecha, Miguel Ángel Yunes Linares ha vivido para recibir y para repartir la llamada “guerra sucia” en política. Renunció al PRI en el 2004 cuando la cúpula nacional priista benefició a Fidel Herrera con la candidatura a gobernador, desde ahí, Yunes Linares ha sido un ave de tempestades.
Políticos de su ex partido, el PRI lo ha acusado de pederasta, corrupto, multimillonario, casas en El Estero, DF, Miami y Europa, aseveraciones que lo han puesto como cliente frecuente en medios nacionales como Proceso, Reforma y Univisión. Y cuyas acusaciones, hoy en campaña electoral, suelen ser replicadas y multiplicadas en cientos de espacios publicitarios en las redes sociales.
Sin embargo, hoy vive, tal vez, su trago más amargo, al haber quedado fracturada su relación con su primo-hermano, su contrincante en el PRI, Héctor Yunes Landa. Tal vez por ello Miguel Yunes cuida cada detalle en su gira, su segunda aventura electoral en un partido de oposición: Que sus camionetas de avanzada no rebasen en curvas, que en el presídium de oradores haya panistas y perredistas para evitar envidias, que no falte el agua potable en sus eventos. Y que ante la falta de pericia de su asistente, él mismo -cogiendo su teléfono celular-, graba la entrevista con el reportero para evitar que una frase mal tergiversada o alguna malicia del periodista le pueda resultar contraproducente.
‘BAJAR LAS TASAS DE INTERÉS’
La camioneta Ford Limited del candidato panista-perredista circula a 100 kilómetros por hora, se detiene en una gasolinera de Banderilla y Yunes Linares entra sólo a una tienda OXXO, localiza un baño y luego compra un refresco. Hace una llamada personal y se aleja, regresa en dos minutos, él mismo supervisa y sugiere el material fotográfico que se enviará a los medios.
Prosigue en la entrevista: “Tenemos que renegociar la deuda porque se pagan intereses en exceso; y por otro lado, no es sólo discurso, los funcionarios de Duarte tienen que devolver lo que se robaron”.
–¿Ya se lo gastaron?, ¿ya se lo comieron (sic)?, se le inquiere.
–Lo tienen que devolver.
–¿De dónde?, ¿con embargos a sus inmuebles?
–Hay documentos que demuestran que en el desfalco quedan tres mil millones de pesos. Y que tan sólo en (sector) salud hay un desfalco de ocho mil millones de pesos. Lo tienen que regresar.
HÉCTOR LA PERDIÓ
En el álbum familiar de la extensa familia Yunes, conocidos como “Los Árabes” por la alta clase política y empresarial, quedará para la posteridad la fotografía en donde dos sonrientes Miguel Yunes y Héctor Yunes, de riguroso smoking lucen abrazados y sonrientes en la boda del senador Fernando Yunes. Hoy a dos años de distancia de esa imagen, la réplica de esa fotografía luce imposible.
–¿Ve reconciliación posterior, gane la elección, Héctor, Miguel Ángel o Cuitláhuac?
–Yo creo que no. Fue muy vil, hubo bajezas inconcebibles, que se metiera conmigo no era problema, pero que se metiera con mi hijo Omar, que ni siquiera está en política, con mi familia, que ofendiera el apellido Yunes eso no se lo permito. Héctor la perdió para siempre conmigo.
*Nota de la redacción, para el ejercicio de entrevistas con los candidatos a gobernador, LIBERAL DEL SUR y Crónica de Xalapa, buscaron a los siete candidatos a suceder a Javier Duarte, por sorteo, la reportera Melissa Díaz entrevistó a Cuitláhuac García de Morena y Armando Méndez de la Luz de Movimiento Ciudadano; David Arcos a Víctor Alejandro Vázquez de Encuentro Social y a Juan Bueno Torio, candidato independiente, a Noé Zavaleta le correspondió Héctor Yunes y Miguel Ángel Yunes, en el bunker del candidato del PRI y en el comité estatal, nadie le ha querido contestar el teléfono al reportero.
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