Por Andrés Timoteo/Texto Irreverente
PATÉTICO Y PATOLÓGICO
El lenguaraz senador Héctor Yunes Landa le quedó mal a su ‘jefe político’, Javier Duarte de Ochoa, en eso de darle chamba a su parentela. El fin de semana tuvo que recular en el nombramiento de Stalin Sánchez Macías, primo de Karime Macías de Duarte, como coordinador de asesores de la Comisión Anticorrupción del Senado de la República. Pero como es mal perdedor –recuerden que le sigue doliendo la derrota del 2016-, Yunes Landa despidió al tipo culpando a los demás de su pifia.
Incapaz de reconocer sus errores y de ofrecer una disculpa pública a la sociedad por los mismos, Yunes Landa no solo acusó un supuesto linchamiento mediático sino que se lanzó contra una diputada loca y contra el gobernador Miguel Ángel Yunes, su primo y quien lo hizo morder el polvo el año pasado, para justificar la “honorabilidad” de Sánchez Macías. Dijo, orondo, que ser pariente de Javier Duarte y Karime Macías no significa ser cómplice ni delincuente.
¿Pues en qué planeta vive Yunes Landa si los Sánchez Macías y los Duarte de Ochoa están hasta el cuello en los delitos cometidos contra el erario estatal? Aquel que no participó en el latrocinio por lo menos se benefició con lo robado. El senador quiere tapar el sol con un dedo y trasladar la responsabilidad de su pifia a otros. Por eso su caso no solo es patológico sino patético.
Compañeros periodistas de Martínez de la Torre afirman que el nombramiento de Stalin Sánchez en la comisión senatorial que preside Yunes Landa fue por un acuerdo del priísta con los hermanos Eduardo y Francisco Sánchez Macías para obtener el respaldo propagandístico de siete medios de comunicación que poseen. Es decir, le dio trabajo al hermano a cambio del apoyo mediático en los periódicos El Martinense, El Heraldo de Veracruz, Diario de Poza Rica, El Heraldo de Coatzacoalcos, Diario de Tuxpan, Diario de Tantoyuca y la revista El Heraldo de Veracruz.
Por cierto, y haciendo un paréntesis, la familia Sánchez Macías se embolsará 3.2 millones de pesos del congreso local pues le otorgaron convenios publicitarios –de los más elevados- a esos siete negocios, pese a que algunos que ni siquiera tienen lectores, e imponiéndose a medios informativos de prestigio o de difusión masiva. El jefe de prensa del congreso, un tal Sergio Melo Hernández, benefició indebidamente a los parientes políticos de Duarte de Ochoa.
Bueno, más bien lo hicieron las fidelistas Martha Marañón y Victoria Hernández, quienes laboraron en anteriores legislativas en tareas de comunicación institucional, pero siguen moviendo los hilos en esas cuestiones, según cuentan los colegas de la fuente legislativa. Prueba de ello es que muchos medios informativos que son “fantasmas”, pues nadie los ve ni los lee ni saben de su existencia, tienen abultados convenios publicitarios, y son los mismos que se beneficiaron en las legislaturas controladas por la fidelidad.
El colmo es que también les dieron contratos a empresas que ya desaparecieron, cerraron sus ediciones y entonces, ese dinero es para beneficiar a esos mismos seudo-empresarios zalameros con los que se fueron. Pero regresando al tema de Yunes Landa, el nombramiento de uno de los Sánchez Macías como su colaborador era para ahorrarse el pago de publicidad en esos periódicos, como si no supiera que esa familia no da ‘paso sin guarache’ y como si en verdad vaya a repetir como candidato a la gubernatura en el 2018.
EL CAPO DE LA FIDELIDAD
No debe pasar de largo el caso del capo apodado “Comandante H”, detenido la semana pasada en Tabasco y quien fue el autor intelectual del homicidio de una familia en Coatzacoalcos. El golpe de su aprehensión no solo fue a la organización criminal a la que pertenecía sino también a los exgobernadores Javier Duarte y su impresentable antecesor, pues el tipo operaba en el sur de Veracruz desde el año 2006 con protección de ambos.
Es decir, es uno de los capos más antiguos de la mafia asentada en la entidad, desde el sexenio de la fidelidad. Llevaba más de una década intocado en el sur de Veracruz –el terruño, por ciento, de la familia Macías Tubilla- y donde llegó a pasar como una persona del jet-set aldeano gracias a la protección e impunidad que le garantizaba sus nexos con el gobierno estatal y las administraciones municipales.
Fue tal su auge que la misma prensa local le dedicaba planas completas para relatar sus andares en cocteles, celebraciones familiares y paseíllos con otros adinerados de la zona. El bien documentado periodista, Mussio Cárdenas, desde hace tiempo dio cuenta de ello en sus columnas, señalando a la “prensa rosa” –especialmente a un corporativo periodístico ligado al PRI y a Morena- de llenarlo de piropos en sus crónicas “de sociedad”.
Envoyé depuis Toulouse, France.