Por Maryjose Gamboa/Al aire…
De pena ajena…
Simple y llanamente no hay otra manera de describir el lamentable espectáculo en el que se convirtió la “entrevista exclusiva” anunciada por el periodista Ciro Gómez Leyva y protagonizada por Javier Duarte, apenas unas horas después del primer informe de labores del Gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares. ¿Coincidencia? Desde luego no. ¿Un enorme desatino? sin duda alguna, porque lo único que lograron con semejante show es recordar lo que tanto han insistido en que se olvide… La clase de demente que son Javier Duarte y quienes le siguen la corriente, aunque esta los termine de arrastrar a todos. Verdaderamente de PENA AJENA.
De pena ajena Javier Duarte que, en tu cinismo y perversidad te atrevas siquiera a declarar: “Me estoy mordiendo un huevo por no decir todo lo que tengo que decir y el otro por no mentarle su madre a Miguel Ángel Yunes”, cuando los veracruzanos lo que en realidad quisiéramos es que te muerdas los dos para que sientas, aunque sea un poquito, el dolor que nos causaste a OCHO MILLONES DE VERACRUZANOS.
De pena ajena Javier Duarte que, en tu megalomanía y delirio creas que ofendes al Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, al decir que le quieres mentar la madre cuando lo único que hiciste fue un reconocimiento público de lo que tus alcahuetes y cómplices quieren negar o desvirtuar, el hecho que fue ÉL Y SÓLO ÉL, QUIÉN TE METIÓ A LA CÁRCEL.
De pena ajena Javier Duarte que, públicamente le agradezcas a un periodista que se dice independiente TODAS SUS ATENCIONES cuándo su deber sería ESCUCHAR Y ATENDER a las víctimas de tu sexenio… Víctimas que hoy reclaman la VERDAD Y JUSTICIA que TU LES NEGASTE.
De pena ajena Javier Duarte que, en tu arrogancia exhibas al Gobierno Federal que tanto te protegió, al decir que lees en las noches y duermes en el día cuándo a cientos de miles de internas e internos en todo el país, se les obliga a levantarse a las 6 de la mañana, bañarse con agua helada para pasar lista, y después a realizar labores de limpieza durante todo el día, y a los cuáles no se les permite tener la luz encendida (en los que hay red eléctrica, claro) solo hasta las nueve de la noche… Noches que a pesar del cansancio se hacen eternas.
De pena ajena Javier Duarte que, en tu indescriptible desfachatez te atrevas a reconocer lo que todos podíamos imaginar, pero no sabíamos con certeza, que NO ESTAS CON LA POBLACIÓN POR «SEGURIDAD»… ¿Y el resto de las y los internos del país por qué no gozan de ese privilegio? ¿POR SEGURIDAD Javier Duarte, es en serio? Es decir, al Gobierno Federal le importa TU SEGURIDAD cuándo NO LES IMPORTÓ NUNCA ni la INSEGURIDAD en la que sumiste a Veracruz, ni la manera en la que le entregabas todas y cada una de las instituciones a los delincuentes para que hicieran con la vida de millones de veracruzanas y veracruzanos, LO QUE SE LES DIERA LA GANA.
De pena ajena Javier Duarte que, en tu infinito descaro te atrevas a presumir tu reloj con hora de Londres para que a nadie le quede la menor duda que tus privilegios llegan al punto que se te permite mantener comunicación con tu cómplice oficial… Que presumas también tus mocasines y sobrepeso cuando gracias a ti 4.5 MILLONES DE PERSONAS EN VERACRUZ NO TUVIERON POR AÑOS ni vestido ni sustento.
De pena ajena Javier Duarte que, lleno de soberbia como siempre, niegues estar deprimido o padecer el «efecto carcelazo», en un claro alarde de la protección que te brindan desde la federación.
Obviamente no estás deprimido porque los sociópatas no tienen sentimientos, y obviamente no has padecido el «efecto carcelazo» porque tú no estás en una prisión REAL como ha pedido el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. Estás en un reclusorio preventivo, en una celda aparte y con todas las comodidades como si fueras un «huésped distinguido» y no la BESTIA que eres… Es cierto que la jaula, aunque sea de oro sigue siendo jaula, pero también lo es que lo que tú mereces es la peor de las mazmorras.
De pena ajena Javier Duarte que en tu fanfarronería te atrevas a decir que: “Algún día, no sé cuándo, diré por qué estoy aquí”. No es necesario esperar ese día, sabemos todos por qué estás ahí, y entendemos ahora por qué no estás acá, en una de las cárceles que tu dejaste en Veracruz…. Estás ahí porque NO LE QUEDÓ MAS REMEDIO AL GOBIERNO FEDERAL después de permitirte TANTA CANALLADA, que atender las denuncias INVESTIGADAS Y DOCUMENTADAS POR Miguel Ángel Yunes Linares. ¿Por qué no estás en Pacho Viejo? Pues porque no puede haber ruptura en dónde existe complicidad, y ahora GRACIAS A TI JAVIER DUARTE, nos queda más claro que nunca que es tanta la complicidad, que te quieren cerca y cómodo para que no delates a los que deberían estar contigo en esa misma celda.
Dices: “Después de haber hablado y conversado aquí con tu equipo, te quiero ofrecer y me quiero comprometer contigo a darte la entrevista, a ser el primero a quien le dé una entrevista en el momento en que procesal y jurídicamente, de conformidad a lo que mi abogado me recomiende, lo pueda hacer. En este momento no existen las condiciones para las cuales poderte dar una entrevista.
Sin embargo, en cuanto se den, serás el primero y es un compromiso que quiero establecer contigo: serás el primero a quien le dé la entrevista para poder platicar ampliamente de cualquier tema que quieras comentarme, preguntarme y darle a conocer a tu distinguido auditorio acerca de mi caso. Muchas gracias”.
Das pena ajena Javier Duarte. Pena ajena tú y tus aplaudidores de oficio. Pena ajena tú y tú grupo de infames. Pena ajena tú y tu recua de mercachifles… ¿De verdad quieres dar entrevistas? ¿A quién demonios crees qué le importa después de SEIS AÑOS de haberte oído decir MENTIRAS, LOCURAS y BARBARIDADES lo que tengas que decir? A menos claro, que sea el nombre de todas y todos tus cómplices y el modo en el que, con su ayuda construiste un emporio para ustedes a costa del DOLOR, del SUDOR, de la SANGRE, y de las LÁGRIMAS de OCHO MILLONES DE NIÑAS, NIÑOS, JÓVENES, ADULTOS MAYORES, INDÍGENAS, CAMPESINOS, etcétera.
Tiene mucho que en este país ya nada o casi nada nos causa sorpresa, pero sí por lo menos además de pena ajena Javier Duarte, nos diste a las y los veracruzanos la indignación que necesitábamos para recordar que mientras exista gente como tú, y como la que te permite montar un “set” de televisión en un reclusorio, tenemos la obligación moral de seguir en pie de lucha.
Editorial
