Chita, la más mona de la historia del cine fallece a los 80 años


El popular chimpancé, compañero de Tarzán, ha muerto en Florida a consecuencia de una insuficiencia renal. 

 

Desde que el hombre bajó de los árboles y se las dio de listillo, nuestros primos hermanos los monos nunca han dejado de poner en evidencia al género humano. Mirando a un chimpancé a los ojos, él te devuelve la mirada con aires del que ya lo ha visto todo, con una ironía y una sorna que a uno, homo sapiens, le suena a pitorreo. Si sus ojos están tristes, parece como si el chimpancé llorara por algún extraño paraíso perdido, más que soñar con una tierra prometida como hacemos los hombres.


En el cine, también nos las han dado con queso. Como Cornelius y Zira en «El planeta de los simios», más buenos que el pan con un corazón más grande que el del cachas Charlton Heston, ese pedazo de astrounauta. Pero por encima de todos, siempre ha estado una mona (aunque realmente era macho y se llamaba Jiggs) que nunca se andaba por las ramas, Chita, la compañera cinematográfica de Tarzán («Ankawa, Chita»), ya que en las novelas que dieron lugar a los filmes, su autor, Edgar Rice Burroughs, nunca incluyó en el reparto al chimpancé. Chita ha muerto con 79 años de edad en Florida a consecuencia de una insuficiencia renal en el Suncoast Primate Sanctuary de Florida.


Nunca se vistió de seda, que lo suyo era ir por esas selvas como Dios la trajo al mundo, pero acompañó a Johnny Weismüller en cintas como «Tarzán y su compañera», «La fuga de Tarzán», «Tarzán y su hijo» (1939) y «Tarzán en Nueva York» (1942). En la primera de la saga, «Tarzán de los monos» (1932), Chita era interpretada por otro chimpancé.


Jane (Maureen) O’Sullivan solía decirle: «Ese mono hijo de p…»

A partir de entonces, Chita se convirtió en un icono, en el animal sabio y bueno, travieso hasta la extenuación pero generoso. Y valiente como pocos. Y con unas constantes ganas de coña y de juerga que la hacían revolcarse por el suelo de la risa. Que se lo digan a Jane (MaureenO’Sullivan), con la que en cada rodaje tenía algo más que palabras. «Ese mono hijo de p…», solía ser lo más suave que le decía la preciosa actriz al chimpancé.


Más adelante, Chita(Jiggs) participó en filmes como «Doctor Dolittle» (1967), y también apareció en diversos anuncios y algunos telefilmes, antes de retirarse del mundo del espectáculo. Nunca figuró en los créditos de las películas, pero no hace falta porque su recuerdo sigue siendo imborrable. Así lo reconoció el Festival de Cine de Comedia de Peñíscola que coincidiendo con su 74 cumpleaños, en 2006, la otorgó un premio.


No contenta con eso, Chita fundó junto a su cuidador, Dan Westfallla Fundación C.H.E.E.T.A. («CreativeHabitats and EnrichmentforEndangered and ThreatenedApes»: «Hábitats Originales y Mejorados para Simios Amenazados y en Peligro de Extinción»), dedicada al cuidado de simios retirados del mundo del espectáculo. «Ankawa Chita»… y devuélvele las llaves a San Pedro, «ankawa Chita».

(Periódico español ABC)

 

 

Comentarios de Facebook
Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Print this page
Print

Acerca de Expreso de Tuxpan

El sitio de noticias líder de Tuxpan, todo lo importante de la política, cultura, mundo, desarrollo, ciencia, tecnología y más.

Ver todas las entradas de Expreso de Tuxpan →

Deja una respuesta