Ex obreros textiles tejen un nuevo sueño: recuperar su antiguo esplendor

 Los fundadores de la asociación civil “Esfuerzo Obrero” anhelan construir una Universidad Popular para evitar que los jóvenes emigren a otras ciudades, y que salones, campos y albercas sigan estando al servicio de las familias mendocinas.

 

Por Inés García Nieto

 


En Ciudad Mendoza, uno de los cuatro municipios que dieron vida a la región fabril en Veracruz desde 1892, y que junto a Nogales, Río Blanco y Orizaba obtuviera el título de “cuna del sindicalismo nacional”,  ex trabajadores tejen un nuevo sueño:

 

Evitar que los edificios construidos con el esfuerzo y aportaciones de la clase trabajadora sigan vendiéndose al mejor postor y este municipio fabril recupere su antiguo esplendor cultural.   

 

 

Decididos a hacer realidad su sueño, este se ha convertido en abierta lucha por recuperar los varios y majestuosos inmuebles que sus abuelos empezaron a levantar a finales del siglo XIX,  y que posteriormente sus padres y ellos mismos mantuvieron en perfecto estado para uso y servicio de la clase trabajadora, con sus aportaciones semanales.

 

Y esta lucha iniciada en la segunda semana de abril de 2012, es similar a la ya vivida por los ex trabajadores de la fábrica textil “Santa Rosa”- propiedad de la Compañía Industrial Veracruzana Sociedad Anónima, del español Manuel Aja del Valle (aunque los primeros dueños fueron franceses) -, a principios y a lo largo del siglo XX.

 

Aunque el moderno desarrollo industrial en el mundo aceleró la sustitución de los hombres por las máquinas, y que en la región de las altas montañas las cinco fábricas de hilados y tejidos empezaran a cerraran sus puertas a partir de 1990, esta lucha política sigue siendo igual de desventajosa para los últimos obreros textiles que en Ciudad Mendoza quedan.    

 

 

La lucha inició el jueves 12 de abril. Un centenar de ex trabajadores despedidos por CIVSA en 1991 tomaron el imponente edificio sindical que les perteneció y los albergó por décadas, es muy parecida a la de 1907, año en que Porfirio Díaz y sus protegidos arremetieron sin piedad contra la incipiente clase trabajadora en el país. Esta lucha es una lucha muy parecida a la de los 50 y 60´s, décadas en que los obreros intentaron derrocar al poderoso líder de la CROM, Eucario León López.

 

La lucha de 2012 es también una lucha semejante a la de los años 80´s, donde las decisiones en perjuicio de la clase trabajadora emanaban de un solo hombre y su sólida relación con el poder político en Ciudad Mendoza y el Distrito Federal, de Raúl Rodríguez Feria.

 

En voz de Hipólito Flores Alonso, representante de los ex trabajadores despedidos en 1991 de la fábrica textil “Santa Rosa”, su reto es evitar que el sindicato cobijado por la CROM continúe vendiendo los edificios y los bienes inmuebles que sus abuelos y padres hicieron con sus  aportaciones semanales, dando vida a la asociación civil “Esfuerzo Obrero”.

 

 

El representante de ex trabajadores, jubilados y pensionados, declaro. Acordamos tomar el edificio del sindicato donde se encuentra el salón de eventos  “Venus Rey”, para evitar que José Torres – ex obrero que apoyado por la empresa se autonombró secretario general del sindicato de la Compañía Industrial Veracruzana Sociedad Anónima-, continúe privatizando las propiedades de la asociación “Esfuerzo Obrero”.

 

Nuestro propósito es recuperar los varios edificios  y bienes inmuebles construidos por nuestros abuelos y padres, y ponerlos al servicio de la ciudadanía, porque Ciudad Mendoza fue poblada por las familias de los obreros de la fábrica de hilados y tejidos, propiedad del empresario español Manuel Aja del Valle.          

La asociación edificó entre otros inmuebles, el mercado municipal de Ciudad Mendoza, las escuelas “Esfuerzo Obrero” y “Atenas”, el cine “Juárez”, el salón de eventos “Venus Rey”, los campos de beisbol y fútbol del campo “Esfuerzo Obrero” y del rincón de las Doncellas,  adquirió la imprenta “Pro- Paria” en Orizaba, y un terreno en forma de cuchilla en los límites de Nogales y Ciudad Mendoza.

 

Entrevistado antes de terminar la asamblea donde están presentes unos 200 ex trabajadores, jubilados y pensionados textiles, viudas e hijos, Hipólito Alonso precisa:

 

Al ostentarse José Torres como el legal representante sindical, le estamos pidiendo que nos vayamos al recuento. Como él no quiere hacerlo decidimos tomar el edificio sindical como forma de presión porque él no sólo nos ignora, sino abusando de su poder está vendiendo los bienes muebles e inmuebles que nuestros abuelos, padres y nosotros mismos hemos mantenido para el servicio de nuestras familias y la población.

 

Nosotros argumentamos que mientras no seamos liquidados por CIVSA, tenemos el mismo derecho que todos los demás ex trabajadores por ser hijos de los fundadores; como José Torres y su grupo no aceptaron nuestra propuesta, decidimos tomar el sindicato y en respuesta fuimos demandados penalmente.

 

Al no querer llegar un acuerdo José Torres con nosotros, entró como mediador el representante de la Secretaría de Gobernación en la región, Romeo Estrada, y el subsecretario de Trabajo, Tomás Bustos. Se dijo que las peticiones del sindicato se tratarían el domingo 15 de abril pero la asamblea determinó que no se entreguen las instalaciones del sindicato. Se acordó también que el edificio se  liberará hasta que se realice una asamblea general, y si no se acepta los inconformes convocaremos a toda la población, para unidos recuperar las propiedades que por esfuerzo y ley nos pertenecen.

 

Dijo en más de 17 años el sindicato actual no ha hecho ninguna asamblea, no ha rendido cuentas de los ingresos captados con venta y renta de edificios, y siguen controlando los inmuebles que les corresponden a viudas, jubilados y pensionados, los legítimos dueños.

 

Dice que José Torres tiene en su poder el salón “Venus Rey”, el edificio sindical, las albercas que están prestadas a Seguridad Pública, los campos del Rincón de las Doncellas, y los campos de fútbol y beisbol del estadio “Esfuerzo Obrero”.

 

Están lucrando con una propiedad cercana a Conasupo. No han rendido cuentas de la venta del Fénix y del cine Juárez, ni del edificio de la facultad de Medicina ni de la Facultad de Ingeniería Mecánica-Eléctrica.

 

Señala que José Torres, respaldado por la empresa argumenta estar en huelga pero eso es mentira ya que en la fábrica se siguen produciendo hilos y telas. Torres asegura representar a 70 trabajadores, y si eso es cierto, están laborando clandestinamente pese a que la fábrica fue adjudicada a los obreros despedidos por CIVSA, en 1991.

 

Hipólito Flores dijo que los ex obreros saben que la producción está siendo llevada a Puebla, por lo que en México estarán en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social el lunes 23 de abril, para detallar el ofrecimiento de compra de la fábrica “Santa Rosa”, porque la factoría es ya de su propiedad al serles adjudicada en un largo y difícil juicio laboral.

 

Precisa que el nogalense José Torres fue oficial en hilados por un periodo muy corto, pero esto no fue obstáculo para que él vendiera el salón Fénix en 4 millones de pesos, y los ex obreros saben que del cine Juárez hay un remanente de 850 mil pesos, pero se niega a rendir cuentas a los dueños de los inmuebles. 

 

Opina que mientras la solución de este problema esté en manos de José Torres y sus incondicionales, los ex trabajadores siguen muriendo conforme pasa el tiempo. De los obreros del 91 han fallecido 36 al carecer de atención médica.

 

Manuel Arias García, uno de los mil 760 fundadores de la asociación civil “Esfuerzo Obrero”, habló con la energía que le permite la edad y el rudo trabajo en la fábrica Santa Rosa. Dijo a los 200 asistentes a la asamblea del domingo 15 de abril:

 


 

Ese patrimonio es de los ex trabajadores, de sus viudas y de nuestros hijos y nietos. Es hora de luchar como un solo hombre para que ese patrimonio que no es del sindicato y sí nuestro, siga estando al servicio de la población mendocina. Sabemos que José Torres ha lucrado, y bien con los inmuebles por nosotros edificados, pero ya es hora que le deje algo a los ancianos.

 

Mencionó que Mendoza está compuesta de 22 colonias, y micrófono en mano propuso hacer las asambleas que sean necesarias a fin de que la ciudadanía completa conozca y apoye su lucha, y como una sola fuerza sacar a José Torres de la fábrica y el sindicato. Pide se formen comisiones, se entreguen volantes apoyándose de un equipo de sonido, y propone que la nueva concentración sea el miércoles 17 de abril.

 

Los presentes en la asamblea, viudas, jubilados, pensionados, hijos y nietos, levantan la mano para aprobar sus propuesta. La de mayor peso se somete a votación. ¿Se entrega o no el edificio sindical? La respuesta es unánime: No lo entregamos. Si quieren el edificio primero nos vamos a recuento para ver quién tiene la mayoría. Ellos son unos cuántos pero no quieren soltar el poder por el dinero que representan los inmuebles.     

 

Manuel Arias, presidente de la federación de jubilados y pensionados de las ex fábricas textiles de Ciudad Mendoza, Nogales, Río Blanco y Orizaba, hace historia:

 

En 1946 se levantó un acta constitutiva, estando como representante sindical Eucario León López. En la asamblea se votó que se edificaran inmuebles y se adquirieran diferentes bienes. Eucario León viajó a la capital a tramitar un permiso a la Secretaría de Relaciones Exteriores y posteriormente surgió la Asociación Civil “Esfuerzo Obrero”.   

 

Se descontó un 5 por ciento de nuestro fondo de ahorros más un peso por trabajador. Se reunió una cantidad de 770 mil pesos y se hizo el sindicato, después se compró el terreno del estadio “Esfuerzo Obrero”, y más adelante se hizo la alberca “Santa Rosa” con sus respectivos baños;  la maternidad que iba a ser un sanatorio. Se compraron tres campos de fútbol y uno de beisbol en campos del Rincón de las Doncellas, en los límites con Nogales.

 

Se compró un terreno en forma de cuchilla que está por la colonia Encinal. Se compraron eso terrenos y se  siguieron comprando. Después de edificó la escuela “Esfuerzo Obrero” que antes se llamó “América”. Aportamos desde 1946 hasta 1963 y aportamos 100 pesos por obrero mas un peso.

 

 

Yo tengo una copia del acta constitutiva –explica-, y como representante de esos inmuebles quedó el sindicato. El acta tiene clausulas y ahí quedaron asentados los nombres de todos los trabajadores en calidad de socios. Yo soy el último que aparece en la lista, y también está el nombre del señor Fernando García Sierra.

 

Entonces si ustedes son socios que viven aún ¿Cómo es posible que José Torres venda dónde no aparece como socio?

 

Pues él supo hacer las cosas, y el problema de los socios que vivimos es económico porque tenemos la mayoría recibimos una pensión de mil 800 o 2 mil pesos al mes, y por  eso no podemos desprendernos de dinero para pagar a un abogado que de solución a esta situación.

 

Uno de los 64 ex trabajadores que aparecen en el acta constitutiva de la asociación “Esfuerzo Obrero” de 1953, precisa:

 

 

Uno de los estatus menciona que en caso de fallecer el socio, los derechos pasan a hijos y viudas de los socios. Los estatutos dicen también que los bienes son de carácter social, no particular. Por eso se edificó un  mercado, un parque,  un cine, una alameda, campos deportivos, albercas, bibliotecas, escuelas, centros de eventos sociales.

 

Y con todo lo que queda, con su experiencia, sus logros, sus propiedades creen poder recuperar el esplendor cultural de años atrás?

 

Creemos recuperarlo y acrecentarlo, porque usted ya dijo, tenemos historia, experiencia, unidad y ganas de beneficiar a las actuales y próximas generaciones. Después de 1907 los obreros que sobrevivieron a la masacre de Río Blanco, Nogales y Mendoza, supieron ver el futuro. Esa visión los hizo levantar majestuosas escuelas, imponentes edificios, dar educción a hijos y nietos. Ahora soñamos lograr una mejor vida, sé que lo vamos a lograr porque cada día se unen más personas a nuestra lucha.

 

Manuel Arias García, uno de los 64 fundadores de la asociación “Esfuerzo Obrero” al empezar a trabajar a los 12 años de edad, sostiene:  

 

Una vez que los inmuebles estén en nuestras manos, las empresas que quieran venir a invertir a Ciudad Mendoza sabrán que aquí hay hombres que aman el progreso, gente trabajadora, gente que ama el progreso, la educación.          

 

Ignacio Martínez Betanzo, quien naciera el 1 de febrero de 1927 en la villa de Santa Rosa, Necoxtla, y quien diera la firma a José Torres para que este nogalense entrara a trabajar a la fábrica textil en 1990, dice a Expreso de Tuxpan: no me voy a morir hasta ver a Torres fuera de nuestro sindicato.       

 

 Si sobreviví a la balacera del 14 de febrero 1971, días en que el poder  sindical cobijado en la CROM, quería echar abajo nuestros derechos laborales ¿por qué no he ver la salida de José Torres de la fábrica Santa Rosa, donde en sus mejores años llegó atener hasta 2 mil trabajadores en tres turnos…Aún recuerdo cuando nosotros llegábamos a la puerta caminando o en bicicleta al escuchar el largo silbido de la fábrica, y desde ahí empezaban los saludos con gritos y señas, porque el constante ruido de los telares ya había afectado los oídos de muchos obreros, sobre todo de los más viejos.

 

 A José Torres yo le di la firma para que Civsa lo aceptara como trabajador, entonces me reservo el derecho de ver su salida de nuestro sindicato…no me muero sin antes verlo fuera y unida a la población de Ciudad Mendoza!         

 

Con salarios semanales de mil 800 pesos en 1995, este ex trabajador asienta: La unidad del pueblo determinará nuestro destino.

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