Que pronto pedirá licencia
Caso Padrés, aviso inminente
Por Luis Velázquez/Escenarios
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Los políticos en Xalapa dan como un hecho que Javier Duarte, JD, pedirá licencia como gobernador y dejará el camino a un sustituto.
Y más, luego de que la Procuraduría General de la República, PGR, expidiera la orden de aprehensión en contra del ex góber de Sonora, el panista Guillermo Padrés.
Pero más todavía, porque el miércoles 28, el vicecoordinador priista en la Cámara de Diputados, Carlos Ramírez, advirtió que la Auditoría Superior de la Federación y la PGR están atrás de JD, en tanto los casos de Roberto Borge Angulo, ex de Quintana Roo, y César Duarte, todavía en Chihuahua, están en el limbo, porque ni la ASF, ni la PGR ni el SAT tienen denuncias en contra de ellos.
Y aun cuando Carlos Ramírez también dijo que si iban por Guillermo Padrés, también por Miguel Ángel Yunes Linares, góber electo en Veracruz, por ahora la agenda pública sólo gira alrededor del góber tuitero.
Más todavía:
Los políticos en Xalapa, de hecho y derecho unos politólogos, con todo y que JD se pitorrea hablando de la rumorología como el deporte número uno en la población jarocha, apuestan que si la PGR busca ya al panista Memo Padrés, también irán por un priista y un perredista.
Y en el caso del perredista sería Marcelo Ebrard Casaubón, ex jefe de Gobierno en la Ciudad de México, y quien tiene irritado y molesto a Enrique Peña Nieto Nieto porque le habría filtrado los documentos de la Casita Blanca de “La gaviota” a la reportera Carmen Aristegui.
Y en el caso del priista, la apuesta es que en primerísimo lugar está, invicto, Javier Duarte, camino a la expulsión del PRI y al desafuero en el Congreso federal y a la aprehensión de la PGR.
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La otra señal de que JD se irá es la siguiente de acuerdo con la bolita de cristal de varios políticos en Xalapa:
El miércoles 28, JD esperaba a los diputados federales del PRI en Casa Veracruz para una comidita.
El tuitero deseaba tomarse la foto con ellos y enviar un mensaje de paz y tranquilidad a la población tricolor.
Pero todos se disculparon. El Congreso federal nos llama, argumentaron. Hay muchos asuntos pendientes y han de asistir a las sesiones, aunque sea para levantar el dedo.
Y JD se quedó con las viandas listas.
En otro tiempo, todavía antes del 5 de junio, todos giraban a su alrededor como avispas.
El plantón ocurrió luego de que apenas la semana anterior, los legisladores duartistas firmaron (así haya sido presionados como denunció Héctor Yunes) una cartita de apoyo a JD para descarrilar la junta estelar de la Comisión de Justicia Partidaria y evitar el proceso de la expulsión inminente.
Y todos, sin excepción, quedaron en ridículo, porque de cualquier forma procedió.
Es más, el mismito día del encerrón en el edificio del CEN del PRI, el líder en Veracruz, Felipe Amadeo Flores Espinoza, tuvo audiencia con el dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, y hasta echaron carcajadas.
Cada vez JD en la soledad del sexto año del poder, donde -y por razón natural- el gobernador queda solo, pero el tuitero más solo que todos porque trae la guillotina de la PGR encima y que únicamente puede explicarse a partir del manotazo en Los Pinos.
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Otra señal de que JD se irá es la elevada traición del contralor y cacique huasteco, Ricardo García Guzmán.
Con su familia, sus dos hijos, uno presidente municipal de Pánuco y el otro diputado local electo, el cacique “se tiró al piso” de Miguel Ángel Yunes Linares en la visita al pueblo para un foro sobre el Plan Estatal de Desarrollo y le plantó a más de 3 mil personas.
Y es que García Guzmán está buscando la sobrevivencia que ha logrado desde el alemanismo, el fidelismo y el duartismo, los tres ismos que han dejado de ser porque en las goteras de Veracruz ya está el yunismo.
Por eso, incluso, el presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso, el duartista Francisco Garrido Sánchez, tronó en contra de Ricardo García el miércoles 28 de septiembre, asegurando que pretende desmarcarse de las irregularidades del sexenio próspero alardeando que tiene en cuchilla a 115 funcionarios.
Pero más aún, los 115 funcionarios se incluyen desde el fidelato y lo que el politólogo Carlos Ronzón Verónica denomina “La Decena Trágica”, doce años perdidos para Veracruz.
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Si en los días y noches que caminan se le pregunta a un político, a un académico, a un ciudadano el destino de JD todos apuestan a dos ejes:
Primero, el desafuero, y segundo, la cárcel.
Javier Duarte, claro, sigue echado pa’lante, sin que el huracán lo doblegue.
A mitad de semana, por ejemplo, viajó a Martínez de la Torre y luego de un evento comió en casa del presidente municipal y según las versiones agarró una borrachera fascinante en medio de chistes y chismes, carcajadas y pitorreos, tan quitado de la pena.
Unas horas antes de suicidarse Adolf Hitler estaba seguro de que derrotaría a José Stalin con sus fuerzas militares.
Unas horas antes de traicionar a Jesús por 30 monedas y colgarse de un árbol, Judas se miraba en los cuernos de la luna.
Un día antes de que el indio yaqui, escolta de Miguel Hidalgo, le cortara la cabeza a cambio de 20 monedas, y luego se pegara un tiro, se creía el padre de la patria.
Nunca imaginó Pedro Navajas que aquella mujer le pegaría un tiro con una 28 Smith.
Hora de partir diría Raymundo Riva Palacio en su columna…aunque sea “a unas cuantas semanas, unos cuantos días” de terminar el sexenio, pues con su licencia abonaría el descrédito en que está atrapado y sin salida.
Un gobernador priista a la cárcel.
Editorial
