El joven fue secuestrado a principios de mayo
Su padre lleva 20 años trabajando como reportero policíaco del diario mexicano Notiver
Por Paula Chouza/ El país
Secuestro, extorsión y asesinato. La cotidiana ruleta de la muerte en México le tocó esta vez al hijo de un conocido periodista de Veracruz, Estado del este del país donde ya han sido asesinados nueve reporteros desde 2010.
Una llamada alertó este viernes de que el cadáver del Ángel Humberto Marín, de 25 años, había sido encontrado en el Estado de México, a donde viajó a principios de mayo porque le habían ofrecido un empleo y quería conocer el parque de atracciones Six Flags. El joven era hijo de Antonio Martín, quien lleva trabajando más de 20 años como reportero policíaco del diario del puerto de Veracruz, Notiver.
Una nota del diario cuenta que el día 2 Humberto avisó por teléfono a su padre porque se quería quedar un día más. «El 3 Toño recibió una llamada desde el teléfono de su hijo que con insultos le pedía un millón de pesos [81.000 dólares] por su vida», describe en su web. Según esta versión, el periodista contestó que no tenía el dinero que le solicitaban y pidió tiempo a su interlocutor, quien le dijo: «Junta todo lo que puedas y espera mi llamada». Pese a que comenzaron una colecta entre familiares, amigos, periodistas y reporteros, el teléfono nunca volvió a sonar. Este viernes le informaron de que el cuerpo de su hijo podría estar en el forense de Ecatepec, en el Estado de México, hasta donde se desplazó para confirmarlo.
Marín padre trabajó en la Comisión estatal de protección de periodistas. Durante la actual Administración del Gobierno de Veracruz, que empezó en diciembre de 2010, nueve periodistas han sido asesinados y dos de ellos trabajaban en Notiver. Uno de los casos más polémicos fue el de la corresponsal del semanario Proceso, Regina Martínez, hallada muerta en el baño de su casa el 28 de abril de 2012 después de haber sido estrangulada.
También este mes, los dos hijos de los periodistas David Páramo, y Martha González Nicholson, editora del periódico económico El Peso de Chihuahua, fueron asesinados. La Fiscalía estatal negó que el crimen estuviera relacionado con el trabajo de sus padres y determinó que el móvil fue una deuda relacionada con drogas.
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