Avasallado por la corrupción

Javier Duarte no soportó embates de la Auditoria Superior de la Federación que lo acusa de desviar 35 mil millones de pesos.

Es el primer gobernador de Veracruz que abandona el cargo en medio de una estela de corrupción.

De la podredumbre de su gobierno participaron sus colaboradores cercanos, que ahora son millonarios sexenales.

Se va dejando un estado en quiebra técnica, con medio millón de nuevos pobres y empeñado durante 30 años con la banca.

Por Ignacio Carvajal/Blog Expediente MX

Fotos: Yerania Rolón

A Javier Duarte de Ochoa no lo tumbó le hecho de que en su territorio haya cientos de denuncias personas desaparecidas, menos los casos de narcopolicías que levantan personas y las entregan a la mafia para desaparecerlos o los casi 20 periodistas asesinados. La profunda crisis en derechos humanos, con miles de homicidios, no es la que pone el último clavo al ataúd del cordobés, sino el deseo financiero, la galopante corrupción, que imperó en su gabinete y a la que ya le pusieron un alto desde Los Pinos.

Fueron las más de 40 denuncias penales tramitadas ante la Procuraduría General de la República (PGR), y la Fiscalía estatal, por la Auditoria Superior de la Federación (ASF), ante el descontrolado saqueo de las arcas públicas por parte de Duarte de Ochoa y su camarilla, lo que derivó en este hecho histórico, pues nunca en la vida democrática de

Veracruz, el Ejecutivo había abandonado el cargo para enfrentar denuncias.

Se suma así un nuevo récord a su administración, pues Duarte igual es el primer gobernador que pierde Veracruz después de 87 años de hegemonía priista, y todo por un factor, el cual hartó al Presidente Enrique Peña Nieto: la corrupción.

Este mismo año, el gobierno de la República emprendió una cruzada contra la corrupción y en aras de la rendición de cuentas, con reformas legales, la creación de nuevas leyes y de todo un sistema que espera estrenarse con la cabeza de Javier Duarte de Ochoa y varios de los suyos tras las rejas y humillados.

Así, la salida de Duarte de Ochoa del gobierno está soportada en diversos pilares relacionados con el manejo de recursos públicos, irónicamente, su fuerte, ya que se presenta domo doctor en Finanzas, con postgrados en administración pública, etcétera, por universidades del extranjero, como la Complutense.

Por un lado, la administración de Duarte de Ochoa es la más endeudada ante la banca en los últimos 30 años, según reportes disponibles en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; a su vez, el Organismo de Fiscalización Superior (ORFIS), en la cuenta pública 2015, detectó montos millonarios allegados a las arcas, producto de préstamos, y que no se emplearon para obra pública productiva y tampoco aparecen en otras cuentas. Su gobierno carga una deuda de poco más de 11 mil millones de pesos con proveedores, muchos de ellos bajo la sospecha de ser empresas fantasmas integradas por el duartismo para robar el dinero público, cuyos pagos canceló la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De la misma forma, y lo más representativo de esta renuncia, son los 35 mil millones de pesos señalados como presunto daño patrimonial por la ASF, lo que sepultó la carrera de Javier Duarte.

DEUDA DISPARADA

Javier Duarte de Ochoa tomó protesta del gobierno del estado el primero de diciembre de 2010, con un adeudo por 21 mil millones 499 mil millones de pesos con la banca privada y la de desarrollo (BANOBRAS). Ese es el pasivo heredado por el actual embajador de México en Barcelona, éste a su vez tomó Veracruz de manos de Miguel Alemán Velasco, en 2004, con 3 mil 528 MDP registrados como deuda ante la SHCP.

Los préstamos solicitados por Herrera Beltrán representaron el comienzo del fin para las finanzas públicas sanas del estado. Los mismos se realizaron dejando como garantía el impuesto de la tenencia vehicular y las participaciones federales. Se trató de una fiebre, similar a la del oro, que incluso contagió a alcaldes de todos los partidos. A la fecha, los municipios veracruzanos viven atestados de deudas y limitados en el desarrollo de obra pública por esos saldos.

El subsecretario de Finanzas, y posteriormente secretario, de Fidel Herrera Beltrán en esa etapa de solicitud de préstamos a los bancos y financieras, era Javier Duarte de Ochoa, desde esa posición Herrera Beltrán lo hundió como candidato a diputado Federal por Córdoba, y posteriormente, lo mandó de candidato al gobierno del estado para sucederle.

Con el poder en sus manos, Duarte de Ochoa lo primero que hace, es solicitar más préstamos a la banca. Desde el primer año de gobierno, hasta la petición de licencia, Veracruz suma unos 25 créditos de todo tipo registrados ante la SHCP los cuales suman 45 mil 446 MDP.

Uno de los ´últimos reportes del Observatorio de Finanzas Públicas de la Universidad Veracruzana, dice que la deuda en Veracruz, con Duarte, incrementó en 794 por ciento.

Ante ese panorama, cada veracruzano estaría debiendo unos 5 mil 300 millones de pesos por esos préstamos ante la banca. Como referencia, la SHCP indica que Veracruz, hace 20 años, sólo adeudaba 262 MDP. Hoy está entre las entidades con mayores dificultades financieras por las altas tasas de intereses y miles de millones de pesos entregados periódicamente a esos deudores como parte del esquema de pago. Hace menos de un mes, las dos calificadoras Fitch, Moody’s y HR Ratings restaron calificación al estado de Veracruz como sujeto de crédito.

Especialistas en el tema, como Hilario Barcelata, creen que la deuda, con todos los pasivos sumados, llega a los 100 mil millones; para la bancada del PAN, es de 180 mil millones. Y mientras Hacienda dice que son 45 mil los millones de la deuda con la banca, para Duarte de Ochoa, en su última entrevista como gobernador, sólo son 40 mil.

DEUDA INÚTIL

Javier Duarte de Ochoa se marcha sin saborear las palmas y el clamor ciudadano tras la inauguración de una magna obra. Se concentró en cortes de listones y la colocación de primeras piedras. En su agenda como gobernante no hay ninguna sola ceremonia para entregar una carretera, una autopista, algún hospital, complejo universitario, que dejara huella en los veracruzanos.

En Coatzacoalcos, por ejemplo, prometió dos hospitales, uno general de alta especialidad, y otro para la Marina. Ambos hay fotos de la puesta de la primera piedra, más no de su inauguración. En el mismo municipio ya se rumiaba el acto protocolario para la entrega del túnel sumergido, iniciado con Miguel Alemán Velasco, pues prácticamente se encuentra concluido, y en detalles. Ni eso podrá disfrutar el mandatario con licencia, pero en el fondo, además de un estado sin obras, deja una administración endeudada con la banca, y en este tenor, sin justificación, pues la infraestructura no existe.

Un ejemplo lo expone ORFIS en el estudio de la Cuenta Pública Consolidada 2015, en el pliego FP-012/2015/032 DAÑ, el cual detecta un posible daño patrimonial por 6, 136 millones de pesos. El ORFIS indica que se trató de «créditos suscritos para inversión pública productiva», pero al buscar la documentación sobre las obras para los cuales se autorizaron en el Congreso local, no hay evidencias, «por lo que no existe certeza que los créditos hayan sido aplicados para los fines en que fueron autorizados» por el Congreso para pedirlos a las instituciones Multiva y BANOBRAS.

PERSEGUIDO POR LA ASF

Veracruz es la entidad que más denuncias penales acumula presentadas por la ASF por malos manejos de recursos. En esta administración de han tramitado 47, casi todas por simulación de reintegros. 28 denuncias penales en 2012, 12 en 2013 y 4 para la del 2011.

Aun con esas denuncias, su administración no ha solventado ni el 10 por ciento de las anomalías, según últimas declaraciones de Juan Manuel del Portal, titular de la ASF.

Las denuncias las comenzó a liberar la ASF desde el 2010, a esa cuenta le colocaron dos querellas por malos manejos en la cuenta del 2017.

El desorden financiero, con la constante revisión de las cuentas de la ASF para Veracruz, comienza en el 2011. Tan sólo entre 2011 y 2013, Veracruz registra un saldo de 13 mil 456 millones de pesos no justificados. Este saldo se suma a 14 mil 047 millones de pesos que en total suman 35 mil 421 millones no justificados por Duarte de Ochoa y su gabinete, dice el documento «Informe general de la Cuenta Pública 2014», elaborado por la ASF. En ese documento, sólo Veracruz concentra el 18 por ciento del dinero declarado como presunto daño patrimonial para el 2014.

Para esa cuenta, los rubros en donde se nota mayor saqueo son salud, educación, seguro popular y desarrollo social, aunque de manera excepcional se agrega por primera vez el de seguridad pública, por los desvíos documentados por auditores de la ASF a la gestión del ex secretario, socio de Duarte, y proveedor de prestanombres, Arturo Bermúdez Zurita, que registró un posible daño por 397 millones de pesos.

En educación, hombres como los diputados Édgar Spinoso Carrera, Adolfo Mota, y el legislador local electo, Vicente Benítez, colaboraron al saqueo en diversos programas, desde las becas de alumnos de educación básica, hasta programas para educar a adultos mayores y transferencia tecnológica. Al día de hoy, la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) en esa cuenta carga un saldo de mil 389 millones de pesos.

En salud hay desfalcos por 3 mil 086 millones de pesos. Es el recurso que no llegó para construir hospitales, para la compra de medicinas, la homologación de plazas del sector salud, la ampliación de clínicas, y la compra de equipamiento y la renta de otros sistemas especializados para garantizar una parte del bienestar de los veracruzanos.

En este saqueo, hay nombres como el de Juan Pablo Anaya Rivera y Juan Antonio Nemi Dib sumidos en la abyección por las obras sin concluir, uno de los mayores ejemplos, la Torre Pediátrica de Veracruz, por la cual han pasado unos cinco secretarios de Salud sin poder culminarla.

En los diversos programas de desarrollo social, expresa la cuenta pública 2014, no se ha solventado un posible daño por 759 millones de pesos que eran, entre otras cosas, para el combate contra la pobreza y el hambre, los programas estrellas del presidente Enrique Peña Nieto.

Los responsables, Marcelo Montiel Montiel y Alberto Silva, dos cercanos al círculo íntimo de Javier Duarte de Ochoa y cuyas acciones en las políticas públicas explican el que Veracruz haya aportado medio millón de pobres más al escenario nacional, indica el informe emitido en 2015 por el Consejo Nacional para la Evaluación de Políticas Públicas (CONEVAL).

EL ÚLTIMO CLAVO

La semana anterior, el ORFIS entregó para su estudio y dictamen el resultado de la Cuenta Pública 2015, en la que por vez primera el ente fiscalizador encuentra hallazgos notorios sobre la corrupción campante en la administración pública. 9,231 millones de pesos concentrados en seis pliegos de observaciones por daño patrimonial.

Los pliegos señalan dineros solicitados en préstamos a la banca para construir infraestructura, pero que no se aplicaron, retención de fondos para el desarrollo metropolitano, el no pago de sumas millonarias a proveedores cuyos servicios no se ha justificado, etcétera.

Ante este escenario, el legislador panista Julen Rementería del Puerto se dijo extrañado por la contundencia de las cuentas del ORFIS, sin embargo, «creo que tal vez juntaron muchas inconsistencias de otros años, las cuales dejaron pasar y ahora si las castigarán». Lo cierto es que se documentan atracos, como el del pliego FP-012/2015/042 DAÑ por 995 millones de pesos no transferidos por el gobierno de Veracruz a fondos de retiro de trabajadores del gobierno del estado, y que bien explican la crisis del Instituto de Pensiones del Estado (IPE).

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