Por Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez/Por si acaso…/Gobernantes
*Será de los primeros en caer
*En Costa Rica oferta el goce
VICENTE BENÍTEZ, quien se prestó a infinidad de “enjuagues” en el Gobierno de Javier Duarte que le convirtieron en propietario de multimillonarias propiedades en Costa Rica, y una incalculable fortuna, presuntamente, depositada en bancos canadienses, podría no tomar posesión como diputado localel próximo cinco de noviembre, pues en México –según los cánones políticos que siguen siendo leyes no escritas-, “el mecate se rompe por lo más delgado”, y el hombre de Los Tuxtlas pareciera ser la letra de cambio para calmar las agitadas aguas de un océano embravecido que clama sangre.
PORQUE YA lo dijeron los dirigentes del PAN y el PRD: no bastan acciones de inconstitucionalidad para propuestas de ley que intentaban crear fiscalías y salas anticorrupción en Veracruz –y Quintana Roo-; es necesario que el “tirano” muerda el polvo, que renuncie, se le inicie juicio político y termine en prisión. Eso prometió Miguel Ángel Yunes Linares, y eso le exigen desde ahora como Gobernador electo, y si no cumple, lo acusarán de cómplice, de haber fraguado la tramoya para encubrir al indeseable, porque el pueblo enfurecido suele ser como las aguas violentas: lo arrasa todo y no perdona a nadie.
Y VICENTE Benítez resulta ser el más a propósito de la lista, aunque en su descargo dicen algunos que sólo se trata de un presta nombre que se benefició del oficio, y terminó tan “podrido” como el resto de la canasta. De esas calabazas podridas que, como bien dice el diputado Ricardo Ahued, hasta el más “pentonto” tiene avión, helicóptero, ranchos, mansiones o inmuebles que cuestan una millonada, aunque otros prefirieron, como Benítez González, “invertirle” en otras naciones, como Costa Rica.
POR CIERTO, y a propósito de la nación centroamericana, en ese lugar, de acuerdo al registro de la propiedad, Vicente y su esposa, la costarricense Mariela de los Ángeles Núñez Rodríguez, poseen un fastuoso inmueble nombrado “Nube Hotel”, ubicado en La Tesalia, entre Ciudad Quesada y Agua Santa, y registrado a nombre de la sociedad grupo Benu (de Benítez-Núñez).
LA APANTALLANTE propiedad que usted puede conocer a través de la red social Facebook escribiendo las palabras “nubehotel”, le dejará sorprendido, ya que se trata de un motel de lujo en donde se ofrecen toda clase de servicios, desde la compañía de una bella mujer hasta el consumo de alcohol y todo cuanto a usted de le ocurra.
LA PUBLICIDAD de ese negocio que, seguramente, deja ganancias cuantiosas, lo define: “No importa el día ni la hora, en Nube Hotel tenemos servicio las 24 hrs”, y otros conceptos como: “Donde te dé la gana no, mejor ven a Nube Hotel y #EscapaDeLoOrdinario”. Otra publicidad señala: “Nube Hotel es el escenario para pasión con encantos que seducen y detalles que conquistan, es el lugar donde se enciende la flama y se olvidan todas las inhibiciones, convirtiéndose así en un refugio para el deseo y el amor”.
LA PUBLICIDAD está acompañada de fotos sugestivas en donde parejas desnudas muestran parte de sus encantos, expresando la mujer al hombre: “esto se hace así, yo te enseño”, en tanto el varón la despoja de sus prendas. En uno más de observa a una mujer desnuda sobre un varón al que le dice: “quiero ejercitarme sobre ti”. Otra dama semidesnuda confiesa a un hombre: “me gusta mi cama, pero prefiero estar en la tuya”, y cada anuncio es acompañado del número telefónico –de Costa Rica, por supuesto-: 24600444. El hotel ofrece juguetes sexuales, licor, y un sinfín de cosas, que hasta provoca curiosidad.
PERO UNO se pregunta: ¿el motel que ofrece suites como la playboy o la París, es sólo propiedad de Vicente Benítez y su esposa, o los Benítez-Núñez sólo son parte del entramado de prestanombres de alguien más poderoso, ya que de acuerdo a periodistas costarricenses contactados, en aquel País se tiene a la pareja como una de las más opulentas de reciente creación, esto es, de los nuevos ricos que apenas se hicieron hace menos de seis años, pues la esposa del ex oficial mayor de la SEV y ex Tesorero del Estado no proviene de la opulencia sino todo lo contrario?
CLAUDIA GUERRERO, la indiscutible periodista que hace honor a su apellido, asegura que la Finca Agaltepec, donde el funcionario celebró recientemente sus 35 años, es de su propiedad, cuando hasta hace poco no tenía sino atribulaciones causadas por su padre, Gabriel Benítez Farías, quien enfrentó conflictos judiciales por robo de azúcar transportada en un camión de su propiedad, por la cual fue recluido en el Cerezo de San Andrés Tuxtla. El hombre que antaño se dedicaba a la mecánica automotriz, ahora se dice ingeniero y maneja las empresas constructoras de su vástago que ha facturado millonadas al Gobierno de Duarte.
TAMBIÉN, DICE nuestra querida Guerrera(o) que el abuelo materno de Vicente Benítez, Guillermo González es conocido por el apodo de “el Ronco”, y es propietario de varios prostíbulos, entre otros, “El Foco Rojo”, lo que permite deducir de dónde le viene la casta al galgo por los negocios sexuales, mientras que sus tíos maternos Guillermina, Alicia y Cesáreo González Romero son prestanombres en negocios de la construcción, y al igual que el padre de Benítez, le facturan muchos millones al Estado, además de que la apoderada legal de sus empresas es Reyna Carmen González Martínez, quien representa a “Soluciones en Ingeniería Global Avanzada, SA de CV”, empresa constructora beneficiada para obtener obra pública municipal y estatal.
EN FIN, “la reata se rompe por lo más delgado”, y aunque Javier Duarte de Ochoa ya no es gordo sino más bien “delgado”, el que pagará las consecuencias será Vicente Benítez y algunos de sus antecesores en la Oficialía Mayor de la SEV, entre otros, Gabriel de Antes y Edgar Spinoso. Por lo pronto, Javier Duarte ya se lavó las manos en un Twitter: “Respecto a los señalamientos contra Vicente Benítez, si cometió alguna ilegalidad soy el más interesado en que la FGE actúe conforme a derecho. Al tiempo. OPINA carjesus30@hotmail.com.
Editorial
