Juan Navarro Castellanos, en su mensaje dominical señaló que se viven momentos decisivos, donde sólo habrá salvación, viviendo el Evangelio de Jesucristo.
Se ha cumplido el tiempo, está cerca el Reino de Dios: Conviértanse y crean en el evangelio. Así se expresa Jesús en el evangelio de este domingo, invitando a todos a iniciar una vida nueva.
Ha llegado el tiempo, estamos en un momento decisivo, hay que nacer de nuevo. Esa renovación exige renuncias desprendimiento y generosidad. En la práctica cuesta morir a lo viejo que está dentro de nosotros, porque nos hemos acostumbrado a la comodidad o al menos a la mediocridad.
Ese tiempo nuevo, ese tiempo de salvación se caracteriza por la presencia del bien, de los valores que dinamizan nuestra vida y le dan sentido; se trata de dejar el mal para abrirle paso al bien. En realidad el Reino es el mismo Jesús.
A partir de la venida de Cristo al mundo, el Reino de Dios –el bien en sus diversas manifestaciones- ha dejado de ser una utopía o un simple sueño; es una realidad que ya está, pero todavía no es completa; el bien llega y va adquiriendo fuerza en nuestras vidas y en la sociedad, pero también se debilita y en momentos sentimos que desaparece.
Sabemos que el bien no será completo en este mundo, pero está entre nosotros y es importante asumirlo y hacer que vaya creciendo en cada persona, en cada familia y en la misma sociedad.
El Reino está a un paso de todo hombre o mujer sinceros que desean cambiar de vida. Por eso la conversión, el Reino de Dios, llega a nuestra vida en la medida en que nos abrimos al anuncio de la Palabra, de la buena nueva del bien, y los vamos poniendo en práctica.
Como bautizados hemos sido llamados por Jesús a este proyecto del bien, al proyecto de su Reino. Y sabemos que en la práctica no es fácil convertirse e ir dejando ciertas cosas, para poder avanzar.
No olvidemos que el camino es el mismo Jesús: seguirlo es escuchar sus palabras, empaparse de su espíritu, vivir conforme a su estilo de vida. Está claro que el único modo de vivir con autenticidad y verdad es siguiendo Cristo, porque él es el Reino o en el está plenitud de los valores del Reino.
Por otra parte, él nos invita a ser comunidad, a vivir unidos en fraternidad y solidaridad. Así lo vivieron los cuatro primeros discípulos: Simón, Andrés, Santiago y Juan. Tuvieron la suerte de encontrarse con Jesús y recibir esa noticia que les cambio la cabeza, el corazón y la vida; dejaron atrás lo que les ataba y lo siguieron, porque él es el camino, la verdad y la vida.
+ Juan Navarro Castellanos
Obispo de Tuxpan