Dolor y lágrimas, el saldo de la tragedia, la ultima niña buscada, fue encontrada muerta

Hablan familiares de las víctimas del accidente del autobús turístico en Potrero, quienes denuncian robo de pertenencias desde cadenas de oro y dinero hasta documentos de los fallecidos

 

Por Inés García Nieto/Expreso de Tuxpan

 


A 36 horas del fatal accidente donde un autobús de turismo procedente de Coatzacoalcos fuera impactado por el contendor de un tráiler provocando la muerte de 43 personas, a la altura de Potrero del Llano y dejando heridos a 27 viajeros, la última vela de esperanza de encontrar a una niña de dos años, reportada con vida, se apagó.  

-Yo la saqué de unos asientos del autobús. La tuve en mis manos. Estaba con vida cuando la entregué a una ambulancia de Cerro Azul…

Es la voz grave y ya irritada por la tensión de un policía ministerial de Veracruz, que participó en el levantamiento de accidentados al filo las cuatro de la mañana del viernes 20 de abril, horas después que decenas de personas se impusieron al sangriento escenario y se dieron valor de levantar heridos y cuerpos desmembrados de hombres, mujeres, ancianos y niños que habían fallecido al momento de la coalición entre el autobús de la línea Butron y el  contenedor de un tráiler cargado de sorgo, en la angosta carretera federal que comunica a Tuxpan con los municipios de Álamo, Cerro Azul y Tepetzintla, entre otros más.

Frente a ella estaba Cinthia y Sara, cuñadas de Brisa Valdés Chaparro, la joven de 20 años originaria de Zacatecas que junto con su niña de 2 años de nombre Brisa Valeria había  subido al autobús para bajar en Monterrey, pero quien falleciera de inmediato en el lugar de los hechos.

Sara acompañada de su hija y un amigo de la familia, dijeron tener identificadas parte de las pertenencias de la joven finada, no así a la niña que estaba en calidad de desaparecida.

Su cuerpo no estaba en el Auditorio donde identificamos a Brisa, por eso creemos que puede estar en algún hospital cercano –Poza Rica y Cerro Azul- las autoridades ya están preguntando por su paradero.

En tanto el auxiliar del Subprocurador de Justicia de la zona Norte, Javier Nery González contactaba vía telefónica a las autoridades concentradas en Poza Rica para tener información del paradero de la niña, Cinthia rendía su declaración a los secretarios del MP, declaración que le llevó cerca de una hora. Luego debería pasar a la mesa donde se instaló el personal del Registro Civil de Tuxpan, instancia encargada de entregar  las correspondientes actas de defunción.

Tras tener el acta de defunción en sus manos, las pocas familias que a las diez de la mañana quedaban en la improvisada oficina instalada en el patrio de Maniobras del cuartel de Bomberos, recibían información del taxi local que los llevaría de regreso a sus lugares de origen.   

Frente a Bomberos, en el Auditorio de Usos Múltiples –convertida en una enorme morgue desde las primeras horas del viernes 20 de abril, se veían las varias funerarias con blancos y grises ataúdes. Los hombres y mujeres que se emplearían como jornaleros agrícolas en diversas ciudades de Coahuila, y como obreros de maquiladores en Monterrey, estaban de regreso a sus deprimidas comunidades, sin vida.    


Tal fue el caso de César Cruz, un joven de 29 años que sabiendo de varias vacantes en Ciudad Acuña, Coahuila, había salido de su humilde casa la noche del jueves, para ya no regresar.

En la calle Zózimo Pérez, recargado en la barda que circunda al cuartel de Bomberos, Salvador Cruz dice:

Llegamos en las 5 de la mañana aquí, vengo con mis padres y mi esposa por el cuerpo de mi hermano, ya reconocimos el cuerpo de César, y créame, no tengo palabras para expresar tanto dolor.

Mi hermano decidió viajar en este autobús porque mi hermano que trabaja en Acuña nos dijo que varias maquiladoras estaban por contratar personal, él no tenía trabajo seguro, apenas iba a ver que encontraba.

Se nos dijo que el autobús va a pagar los seguros de vida de viajero, pero no sabemos que autoridad de Veracruz va a coordinar eso.

En el patio de maniobras de Bomberos, un hombre delgado se acerca a un funcionario de los muchos que se mueven con urgencia y tensión en el rostro, y dice en voz alta.- Ya identificamos a la 17 y a la 31, que más hay que hacer?

El empelado de gobierno le vuelve a hacer otras preguntas, y una de ellas es.- ¿Ya tiene sus pertenecías?

Alma Leticia Flores, sentada con familiares de otras personas fallecidas frente a una redonda mesa donde tres tortas se han enfriado al no ser consumidas, carga la ropa con que salió su hijo Jorge Iraí Cárdenas Flores, del puerto de Veracruz.

Mi hijo iba a San Nicolás de las Garzas, Monterrey. Él ya estaba trabajando ahí, era policía municipal y le faltaban unos documentos por lo que vino de entrada por salida. En la casa solo estuvo tres días y era el mayor de mis dos únicos hijos, pero solo tenía 26 años.

Él decidió viajar en ese autobús porque al traer más personas cobraba menos, y si hay que señalar responsabilidades yo creo que la mayor parte recae en la empresa que es dueña del tráiler, por qué como es posible que permitió que la unidad saliera a carretera sin ser debidamente revisada?

Una voz varonil pregunta.-¿Familiares de Jorge Cárdenas? La madre con ojos hinchados responde. Soy la mamá. Mi esposo fue a sacar copias al centro.

¿Cuántas personas vienen y cómo llegaron?

Somos cinco y llegamos por ADO.-El de la voz informa. Se van a ir en un taxi. La voz de una mujer responde.- No vamos a caber. Yo creo que ella-la mamá- se va con el cuerpo en la funeraria.   

Cuando el coordinador de asuntos funerarios procedente de Xalapa da por terminada la plática, la madre del joven de 26 años que falleció en el accidente carretero el viernes 20 por la madrugada, lo detiene para preguntarle.-

No aparece la mochila de Jorge, y ahí vienen todos sus documentos personales. Tampoco aparece su celular, y hace un rato que marcamos entró la llamada, pero ahorita ya no se oye nada…no se si lo pagaron o se descargó.

Alma Leticia explica que la mochila de su hijo es tipo militar, de esas que se cuelgan en la espalda –pues él fue militar- de color café oscuro con blanco, gris y negro. Dentro estaban dos folders y su ropa, pero los documentos no aparecen así como tampoco un par de botines, una gorra de policía, y el celular. El traía 400 pesos, pero en su cartera solo encontramos 20 pesos, morralla y su credencial de elector.

Los funcionarios continúan el ir y venir, anotan y escuchan, y por un lado se escuchan otras voces que dicen. Tres de Poza Rica ya están identificados. Estos cuerpos salen a Tres Valles, a Veracruz y Acayucan.

Sara Oto, de Santiago Tuxtla dice que ya identificaron el cuerpo de su cuñada de nombre Brisa María Valdez Chaparro, pero su hija de dos años de nombre Brisa Valeria, y muestra la fotografía. La niña trae un vestido verde, calza huaraches con florecitas, y la fotografía fue tomada a la niña la noche del jueves antes de subir al autobús de la línea Butron Travel Tours, con el celular de Cinthia.

Cintia, Sara y dos amistades más revisan las maletas presentadas a los familiares de las víctimas, y afirman.- Su bolsa de mano no está y en el cuerpo de Brisa María no estaba la cadena de oro que traía. La niña traía dos cadenitas de oro, pero eso no importa sino que la niña aparezca.

Brisa María Valdez era de Zacatecas y había subido al autobús para bajar en Monterrey, y ahí tomaría otro camión para ir con sus familiares. Por eso su cuerpo sería trasladado a ese estado. 

Es cuando en el lugar de atención a las decenas de familiares de las 43 víctimas y 27 lesionados, empezó a propagarse el rumor de que hay una niña desaparecida.


Tras recordarse que en Cerro Azul la Cruz Roja había recibido a cinco personas, y la joven  acompañante de Sara había mostrado la fotografía de la menor, el policía ministerial se acerca al grupo para afirmar.- Yo cargué a una niña que saqué de los asientos, la tuve en mis brazos y la entregué a una ambulancia. Si vive ha de estar en Poza Rica o Cerro Azul.

Antes de escribir esta nota informativa Expreso de Tuxpan llamó a la Cruz Roja de Cerro, cuyos paramédicos dijeron que la menor había sido entregada al hospital de Pemex a Cerro Azul. En este nosocomio, el médico que atendió a Brisa Valeria en Urgencias dijo.-Yo recibí a una niña ayer viernes pero falleció a las 7.35 de la mañana.

Así, en menos de 36 horas las humildes personas  que el jueves 19 de abril salieron de sus casas y comunidades llenas de esperanzase convirtieron en fría estadística.

En 43 grises, cafés y blancos ataúdes quedaron los sueños de una vida mejor del mismo número de jóvenes, mujeres y adultos provenientes de Coatzacoalcos, Acayucan, Jáltipan, Juan Díaz Covarrubias, Lerdo de Tejada, Acayucan, Alvarado, Minatitlán, Paso del Toro, Cardel, Catemaco, Cárdenas, Tabasco y SantiagoTuxtla.

 

En esta trágica jornada, el gobierno municipal de Tuxpan en coordinación con varias dependencias del gobierno estatal incluyendo la comisión estatal de Derechos Humanos y la Procuraduría de Justicia del Estado, cumplieron con efectividad en el auxilio y atención de los familiares de las victimas del sur de Veracruz.

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