Javier Duarte, días contados

Por Eduardo Coronel Chiu/Asuntos Públicos

Aunque todavía hay quien dude de que ejercerán castigo ejemplar en contra del aún gobernador Javier Duarte y su banda de saqueadores de Veracruz, la cacería está tan avanzada, hay claras muestras de que la decisión política central está tomada, incluso atrajeron las denuncias locales; que dejarlo ir a estas alturas sería demasiado costoso para el gobierno Enrique Peña Nieto.
Todo indica que Duarte está liquidado políticamente y tiene los días contados.
Se anticipa que el Gobierno Federal exhibirá el caso Javier Duarte como el trofeo anticorrupción, su prueba pública para legitimar el naciente Sistema Nacional Anti corrupción (SNA), que el centro priista va a capitalizar los rendimientos políticos de sancionarlo en vez de dejar que se lo acrediten los rivales de otras marcas, no se lo dejarán al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, el PAN y el PRD; serán pues los del mismo PRI quienes colocarán a Duarte en la piedra del sacrificio anticorrupción. Duarte y su banda, enriquecidos fraudulenta y escandalosamente, sin valor político más que el de redimir al PRI y a Peña Nieto.
No demora la PGR en acusar a Duarte de enriquecimiento ilícito, peculado, incumplimiento del deber legal y defraudación fiscal, averiguaciones que integra –y en las que ha desplazado al Fiscal del estado–; ni quien lo ayude.
La proyección de las escenas finales del derrumbe calculan sobre el calendario. En qué momento la PGR ejercerá la acción penal, si es antes de que termine Duarte su mandato –fenece el 30 de noviembre– o después; si llegará en funciones hasta ese día –como se ha encaprichado en sostener–, lo que se ve muy improbable, o se vislumbra una salida anticipada: que pida permisos de menos de 30 días y lo reemplace el secretario de gobierno como encargado del despacho, sería lo más simple; o si llevarán la solicitud de procedencia o desafuero a la Cámara federal de Diputados.
Es un pez gordo que enflacó –por el by pass–. Está por caer un prototipo de la corrupción política que ha agraviado a los veracruzanos; organizó la operación del estado en su beneficio patrimonial privado; destruyó las instituciones y a la administración pública, el nivel de reprobación de Duarte elevará los bonos de su verdugo. La ingobernabilidad de su cierre, corrupción y enriquecimiento, quiebra de las finanzas públicas e inseguridad pública de terror, se aliviaría un poco con su salida.
Van en el paquete los que se enriquecieron a su lado y a su sombra. En una línea de investigación: Javier Duarte y otros, está la red familiar y de amigos; casi 40, como el número de ladrones de Alí Babá. En otra están jalando a Vicente Benítez, ex oficial mayor de la SEV y ex tesorero. Aparte los de las simulaciones de comprobaciones de fondos federales desviados, y los ganones de las empresas fantasmas, Alberto Silva y Edgar Spinoso.
Confirma PGR, va por Duarte y su banda
Acabó la Procuraduría General de la República PGR con las filtraciones y conjeturas de veracidad de las investigaciones al gobernador Javier Duarte, su familia y sus presuntos prestanombres; ayer lo confirmó en conferencia de prensa el Subprocurador de Investigaciones sobre Delitos Federales, José Guadalupe Medina Romero, quien además precisó las actuaciones que realizó en Xalapa el pasado lunes y desmintió con ello el twitter de Duarte de que había venido por la investigación en contra de Yunes Linares y no por la suya; también enmendó al secretario de gobierno Flavino Ríos quien intentando nivelar el marcador del noticiero televisivo refirió en conferencia de prensa local que la diligencia federal era por ambos, por Duarte y por Yunes; pero no: según el subprocurador las causas que integran son enteramente de Javier Duarte y su banda.
Por la mañana un reportaje de Televisa reveló el operativo federal del pasado lunes en Palacio de Gobierno, adonde llegó el subprocurador de la PGR, José Guadalupe Medina, inusualmente acompañado de una tropa de policías federales armados que acordonaron el área, además de apostarse en las oficinas del Catastro y Valuación del Gobierno del Estado.
En el ring del twitter, Duarte pretendió esquivar los golpes y hasta tirar los suyos: “Quien te pasó la información te engañó”, –le contestaba al conductor del noticiero (Carlos Loret), “la visita de la PGR a Palacio fue para verificar el caso Yunes”. Luego mandó a Flavino a la mencionada conferencia de prensa.
Por la tarde la conferencia de prensa del subprocurador de le PGR cayó como un tapabocas para Duarte y como un mensaje claro de la decisión tomada de avanzar en la acción penal.
Refirió el Subprocurador dos líneas de trabajo en su visita a Veracruz, por un lado, para investigar las “filtraciones” a la prensa de los requerimientos que hizo la PGR con carácter confidencial y prohibición de difundir a algunas dependencias del estado –al Registro Civil (al que renunció Fallo Valverde), actas de matrimonio y nacimiento de la familia de Duarte y sus amigos–, así como a la Dirección de Catastro y Valuación, a cargo de Domingo Yorio, sobre los bienes de miembros de la banda, divulgación constitutiva de delitos. Por el otro, a notificarle al Fiscal Luis Ángel Bravo que debe hacerse a un lado, le notificaron el ejercicio de la facultad de atracción por conexidad de la PGR respecto a las investigaciones iniciadas contra de Vicente Guillermo Benítez González y Javier Duarte de Ochoa y otros (40 ladrones). Entregó el fiscal dos expedientes por los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal.
Remató el Subprocurador de la PGR que en los próximos días diversos servidores públicos del Gobierno del Estado serán citados a comparecer para continuar con las investigaciones. El twitter de Duarte guardó sepulcral silencio.

Comentarios de Facebook
Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Print this page
Print

Acerca de Expreso de Tuxpan

El sitio de noticias líder de Tuxpan, todo lo importante de la política, cultura, mundo, desarrollo, ciencia, tecnología y más.

Ver todas las entradas de Expreso de Tuxpan →