Los días contados

Tiempo al tiempo

Manotazo en Los Pinos

Por Luis Velázquez/Escenarios

1

Uno es el tiempo jurídico de la Procuraduría General de la república para expedir la orden de aprehensión y detener a Javier Duarte, JD.

Otro es el tiempo político de Enrique Peña Nieto para autorizar que la PGR lo detenga.

Otro es el tiempo social de la población de Veracruz que ya desea llevar tortas de “La rielera” de Córdoba al penal de Pacho Viejo.

Otro es el tiempo sicológico del góber electo para cerrar este capítulo con JD prisionero.

Otro es el tiempo siquiátrico de los duartistas para salvarse ellos mismos a partir de que JD ha caído en desgracia.

Otro es el tiempo electoral del PRI para que en la tónica del presidente, Enrique Ochoa Reza, los políticos pillos y ladrones terminen en la cárcel.

Otro es el tiempo senatorial de Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa para estar satisfechos de que su enemigo número uno, JD, fue descabezado por completo, quedando hechos añicos, pedacitos, cachitos.

Otro es el tiempo cardiaco de JD y los suyos para librar el manotazo de Los Pinos, convertido en un viento huracanado que está causado muchos estragos.

Otro es el tiempo familiar de Karime Macías de Duarte para salvar a su familia.

Otro es el tiempo de “El señor Justicia”, el Fiscal de nueve años, para redimir a su amigo y jefe, JD.

Otro es el tiempo presidencial de Andrés Manuel López Obrador, quien defendiendo a JD porque “es un chivo expiatorio” cree que así su liderazgo popular amacizaría.

Otro es el tiempo mediático que ya quisiera publicar la noticia de la detención de JD a 8 columnas, en portada, con la foto de cuando andaba barbón y desaliñado.

Total, que siete días después de que Flavino Ríos fue elegido por seis diputados locales y le tomaron la protesta en la madrugada, al cobijo de la noche, en medio de las sombras, lo importante es que todos los tiempos se junten y/o todo caso, algunos, los más se excluyan.

Y es que por encima de todos los tiempos el único que cuenta es el tiempo presidencial de Peña Nieto.

2

Si Peña Nieto respeta la ley, entonces dejará que la PGR aplique la ley, como lo ha anunciara el lunes 17 en la noche Denise Maerker en el noticiero estelar de Televisa.

Y si JD es culpable, a la cárcel. Y si es inocente, la libertad.

Nada explica la circunstancia como la expresada por Miguel Ángel Díaz Pedroza a Salvador Mikel, entonces, subsecretario de Gobierno de Patricio Chirinos, quien fue a su despacho notarial para exigirle que se exiliara de Veracruz.

“Mira, le reviró Díaz Pedroza, yo fui secretario General de Gobierno con Dante Delgado, a quien Chirinos tiene preso.

Y como secretario de Gobierno, encarcelé a gente inocente y liberé a gente culpable.

Informa a Chirinos que aquí estoy y aquí seguiré en Xalapa… para cualquier aclaración”.

Tal cual, si Peña Nieto es un demócrata y respeta la ley, entonces, el destino inmediato y mediato está en el aire.

Ya se conocerá el desenlace. En su momento estelar.

3

Ha vivido JD de manera frenética, intensa y turbulenta.

Durante muchos meses, por ejemplo, la apuesta era que sería renunciado, digamos, hace un año, hace dos, hace tres.

JD también apostaba a que ganaría la gubernatura con alguno de sus candidatos.

Pero también se creía intocable e intocado.

Mucho ha de estar odiando, por ejemplo, a Enrique Ochoa Reza, quien como presidente del CEN del PRI le retiró sus derechos partidarios y ahora anuncia una y otra vez que la cárcel lo espera.

Los Pinos le cambiaron de cerrojo a la puerta y lo enfriaron, mejor dicho, lo congelaron.

Y congelado está.

Una vez más, entonces, se repite la historia. “Los carniceros de hoy serán las reses del mañana”.

Pero los tiempos de la justicia son unos y los tiempos políticos otros y los tiempos sociales otros, incluso, radicalmente opuestos.

En el sentir popular, en el llamado imaginario colectivo, la apuesta está en un par de ejes: en que JD la librará, o por el contrario, caerá en la cárcel.

Y si cae, por añadidura, uno que otro duartista será arrasado y le harán compañía.

El escritor Renato Leduc lo decía en su soneto/canción. Tiempo al tiempo. Todas las cosas, todos los hechos, todas las circunstancias, tienen un tiempo oportuno, maduro, concreto, específico, para suceder.

Que nadie, pues, coma ansias ni se desespere ni que le entre el insomnio, pues hasta las bolitas de cristal se han fundido.

Muchos, por ejemplo, como el senador Héctor Yunes Landa, se han desesperado y dicen que la licencia de JD llegó “tarde, demasiado tarde”.

Cierto, y en el caso de Héctor, por culpa de JD perdió la gubernatura, y por añadidura, el PRI.

Ahora, como buen indio árabe, vive días apresurados para que JD entre a la cárcel.

Tomemos todos pasiflorine. Tecito negro. Tecito de tila. Y esperemos.

Si Peña Nieto lo necesita, aun cuando la PGR lo exonere, JD será un reo más del penal de Pacho Viejo.

Y si la PGR lo declara culpable y Peña Nieto se opone, entonces, Javier Duarte la librará.

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