Por Armando Ortiz Ramírez/ De Interés Público
Una tarde estaba muy tranquilo platicando con don Alfonso Salces, director del periódico Notiver. El teléfono sonó. Don Alfonso dijo a su interlocutor: «Estoy aquí con fulano, mengano y Armando Ortiz, sube», y la persona con la que platicaba subió. Alguien tocó la puerta, di vuelta para ver quién llegaba, no pude evitar un estremecimiento, era Miguel Ángel Yunes Linares.
Miguel Ángel debe de ser la persona en la que más dinero ha gastado el gobierno del estado para descalificarlo, en algunos casos atacarlo directamente. A veces creo que debe haber una partida especial del presupuesto con la leyenda «Golpear a Yunes Linares».
Esa tarde pensé que la plática se había echado a perder; tan a gusto que estábamos. Miguel Ángel saludo y le mostró a don Alfonso la copia de un cuento de Eça de Queirós. Después nos habló de un libro que le había llamado la atención: ¿De qué hablamos, cuando hablamos de correr? Un libro de un escritor japonés que a la vez es maratonista, que todas las mañanas se para a correr 20 kilómetros. Miguel no recordaba el nombre del escritor. «Haruki Murakami —le dije—, y el libro es un homenaje que hace a un escritor norteamericano llamado Raymond Carver que escribió un cuento titulado “De qué hablamos, cuando hablamos de amor”». En adelante la plática giró alrededor de la literatura.
En la entrevista que Círculo Rojo tuvo con Miguel Ángel Yunes, le comenté sobre mi estremecimiento a su llegada esa tarde. «Yo no había comprado todas las cosas que de ti dice el gobierno del estado». Miguel Ángel me inquirió, «¿entonces por qué te estremeciste?». Cierto, parte de esa guerra sucia en contra de él permea en la mente de los veracruzanos.
A Miguel Ángel se le acusa de una supuesta relación con Jean Sucar Kuri, de haber liberado al Chapo Guzmán, de tener una fortuna incalculable, de ser un sociópata, un obsesionado por la gubernatura de Veracruz. Todo eso contestó en una entrevista inédita que duró dos horas.
Por supuesto que conoce a Sucar Kuri. Miguel Ángel en algún tiempo trabajó en el aeropuerto donde Sucar Kuri tenía unas tiendas de ropa. Niega rotundamente las acusaciones en contra de él escritas en el libro de Lydia Cacho; nunca se le ha citado a declarar por ese caso; a decir de él no hubo tal relación como se expone en el libro. También niega haber dejado escapar al Chapo Guzmán en esa primera ocasión. Las fechas de la fuga de El Chapo con el tiempo que ocupó el cargo en la Dirección General de Prevención y Readaptación Social no coinciden. Sobre su fortuna dice que cada año ha presentado su declaración patrimonial, pero que el gobierno se ha ocupado de inventarle cuentas bancarias en Tailandia o casas en sitios que él ni siquiera conoce. Miguel Ángel tampoco es un hombre pobre, tiene cerca de cuarenta años como servidor público, además de que en algún tiempo inició algunas empresas que le han redituado bien. Sobre su obsesión por la gubernatura, nos dijo que siempre ha querido ser gobernador de Veracruz, pero que es una aspiración válida. Sin embargo, en ese momento habló sobre las iniciativas que como diputado piensa llevar a cabo. Claro —apunto—, en caso de llegar a ser gobernador, aunque sea por dos días, va a ocuparse de llamar a cuentas a las personas que saquearon Veracruz, de ser posible, meterlos en la cárcel.
Su relación con los otros Yunes, José Francisco y con Héctor, es buena. «Somos familia —dijo—, Héctor es mi primo hermano, yo viví en su casa como estudiante, en casa de mi tío, el hermano de mi padre». Con Pepe Yunes lleva una excelente relación. Apenas el lunes pasado, después de dar una conferencia de prensa que cimbró el paraíso que Duarte por la mañana acaba de pregonar, se fue a comer con don Pepe Yunes Suárez, padre de Pepe Yunes Zorrilla. Su aprecio y respeto hacia ellos es completo.
Miguel Ángel también nos habló del hábito que tiene por correr. «No corro mucho, dijo, hago carreras de 10 kilómetros». Le gusta la lectura, habló sobre Los versos del capitán, un libro que Neruda escribiera cuando joven en servilletas de papel, poemas dedicados a una mujer hermosa que lo vio partir y que sólo se quedó con los versos del capitán escritos en esos papeles. Esa mujer dio a publicar esos poemas y con el tiempo Neruda reconoció esa paternidad. El libro me lo ofreció Miguel Ángel el día que anunció que su partido lo había colocado en las primeras posiciones para la diputación plurinominal. Iba caminando por los bajos de Palacio de Gobierno y me dijo: «Ya leíste Los poemas del capitán». Al siguiente jueves estaba con mis talleristas de la Quinta de las Rosas narrándoles la anécdota y leyendo los poemas de Neruda.
Total, que Miguel Ángel no es como lo pintan. Defectos debe tener. Dicen que es un hombre de carácter duro, «de mecha corta» dicen algunos, desconfiado, arisco. Pero es un hombre autodisciplinado. De no serlo, de no saber dominar sus pasiones, no entendería cómo pudo soportar el acoso de los 400 pueblos cuando lo enfrentaron en plena campaña en Naolinco, Veracruz. Lo provocaron hasta donde más se podía; pero él no cayó en la provocación. Miguel Ángel es discípulo de sí mismo.
Postdata 1: Nuevo portal ClaudiaGuerrero.mx
Esa misma tarde, Miguel Ángel Yunes inauguró el nuevo portal ClaudiaGuerrero.mx, donde podrá usted encontrar juntos los proyectos informativos de esta periodista que es de las más leídas, de las más citadas, también de las más plagiadas; en varios portales he encontrado los reportajes que ella realiza, pero sin su crédito. Eso no se vale.
Postdata 2: Un ejercicio periodístico
No faltará quien diga que Miguel Ángel nos pagó para que habláramos bien de él. Que la entrevista estuvo amañada. Pero no, la entrevista fue sólo un ejercicio periodístico. Miguel Ángel llegó a Xalapa de Boca del Río especialmente a esa entrevista y por la noche regresó a su casa.
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