El cantante fue el inventor de un género que revolucionó la música brasileña
Por F. Baez/Abc
Brasil y la bossa nova, esa música que allí nació como un suave balanceo rítmico y que se propagó como una chispa vibrante por todo el mundo para convertirse en santo y seña de toda una nación, están de luto. El compositor brasileño Joao Gilberto, considerado como uno de los padres y alma de este género musical, falleció anoche en su casa de Río de Janeiro, según confirmó en las redes sociales uno sus hijos, Joao Marcelo Gilberto.
El impulsor de aquella revolución, que afectó a la forma de cantar y de tocar la guitarra supo convertir la bossa nova en un ritmo único y admirado en todo el mundo, murió a los 88 años por causas que por ahora no se han dado a conocer.
«Mi padre murió. Su lucha fue noble, intentó mantener su dignidad al perder su soberanía», afirmó su hijo Marcelo, quien vive en Estados Unidos, a través de Facebook. Joao Gilberto está considerado uno de los músicos fundamentales de Brasil durante el siglo XX junto a figuras más conocidas por Antonio Carlos Jobim, Caetano Veloso o Vinícius de Moraes.
Nacido en Juzaeiro, en el estado de Bahía (nordeste), irrumpió en el mundo de la música en 1959, con solo 25 años, con un impactante álbum, «Chega de saudade», que rápidamente causó la admiración de numerosos músicos norteamericanos próximos al jazz como Stan Getz. A este discos siguieron «O amor, o sorriso e a flor» (1960) y «João Gilberto» (1961), que daba órbita mundial a un ritmo que se contagiaba, con suave balanceo, de la cabeza a los pies. Fue Stan Getz quien invitó a Joao Gilberto y Tom Jobim en 1963 para que colaboraran en lo que acabó convirtiéndose en uno de los discos de fusión bossa-nova-jazz más aclamados y más vendidos. Lanzado en 1964, obtuvo el Grammy un año después. En él destacaba un tema tan icónico como «Garota de Ipanema». Su revolucionario bagaje musical lo conforman 13 discos de estudio, cuatro de ellos en directo.
Las disputas familiares y las deudas marcaron los últimos años de su vida. Su hija Bebel Gilberto, también cantante, logró que se le retiraran judicialmente los poderes a su padre al alegar que este se encontraba en una edad avanzada. Bebel Gilberto acabó impulsando un proceso de desahucio contra su padre, ya acorralado por las deudas. Hace un año se vio obligado a abandonar su apartamento en el barrio Leblon, al sur de Río de Janeiro.
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