«Ví en Cuara la figura de un buen pastor y de un hombre entregado a su pueblo…”
Por Ramón Rodríguez Rangel
Se recuerda al tercer Obispo de Tuxpan, Luis Gabriel Cuara Méndez, al cumplirse el pasado 20 de noviembre, 12 años de su sentido fallecimiento, fue un obispo con mucha calidad humana y espiritual, comprometido con la lucha por la superación de los más pobres en la región de la Huasteca Veracruzana, que comprende la Diócesis católica.
A su fallecimiento en la ciudad de Monterrey, el entonces representante del Papa en México, el nuncio apostólico Giussepe Bertello dijo «Ví en Cuara la figura de un buen pastor y de un hombre entregado a su pueblo, lo que la Iglesia trata de hacer siempre, como decía el Papa a un grupo de obispos».
Por su parte el Arzobispo de Morelia, Alberto Suarez Inda, señaló en la homilía ante los restos fúnebres de quien fuera en vida Obispo de Tuxpan y del puerto de Veracruz, que Luis Gabriel Cuara Méndez fue un verdadero maestro que con su actitud y su trabajo daba ejemplo de lo que Dios quiere que sean sus pastores. “Cuara Méndez para nosotros fue un testimonio fiel de la interpretación de las enseñanzas de Jesús, ya que siempre entendió su
ministerio como la autoridad al servicio de los demás, por tal razón hoy los veracruzanos sentimos un vacío», señaló.
Felipe Ángel Moreno, ex párroco de la Iglesia Cristo Rey de la colonia “el Esfuerzo” de Tuxpan y ex director del Seminario Mayor de este puerto, opinó que siempre se distinguió por la defensa de la gente más pobre y de los indígenas de la región, que siempre promovió y mantuvo la unidad de la iglesia católica en la Diócesis.
Indicó que buscó el desarrollo de la Huasteca y a través del plan diocesano pastoral, la promoción del clero en la región, resaltando la gran formación humana, espiritual e intelectual del Obispo Luis Gabriel Cuara Méndez.
Cuara Méndez nació en San Juan Nuevo, Michoacán, el 25 de febrero de 1939, hizo sus estudios en el seminario en Roma, Italia, y fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre de 1972.
El 28 de abril de 2005, Juan Pablo II lo nombró Obispo de Tuxpan, Veracruz y con ello su permanencia en esta entidad hasta que fue a Nuevo León para ser intervenido quirúrgicamente, donde falleció.
El Obispo Cuara Méndez, hasta a caballo y en mula, recorrió llevando la pastoral social para la transformación humana y espiritual de las personas, hasta los últimos rincones de la sierra Huasteca, donde convivió con la clase indígena, que por muchas décadas había permanecido marginada.
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