Carlos Navarrete, el líder histórico del PRD, dijo que su partido solicitará formalmente al Instituto Nacional Electoral una revisión del OPLE en Veracruz.
Por Vicky Cruz/Pa’l Cáfe/Notiver
BOMBA: Papa Yunes se trajo el día de ayer a pasear a Carlos Navarrete, el líder histórico del PRD, y uno de los que más contribuyó a lograr la coalición Unidos para Rescatar Veracruz. En la rueda de prensa que dio en la zona conurbada dijo su partido solicitará formalmente al Instituto Nacional Electoral una revisión del OPLE en Veracruz, de cada uno de los consejeros y consejeras, y que proceda a iniciar procedimientos de destitución por las acciones irregulares que están cometiendo. ¡Sucutum! Y cómo no, si a cada uno de los integrantes los nombró el operador de Duarte y de Héctor, Gabriel Deantes Ramos.
Navarrete también dio a conocer que las encuestas que trae el PRD así como otra pruebas que se están recabando, están demostrado que desde palacio de gobierno se realizaron campañas publicitarias para inflar al candidato de Morena “con aire artificial”.
Para nadie son secretos los acuerdos que se dieron para esta campaña entre Javier Duarte y Andrés Manuel López Obrador, y tienen toda la lógica del mundo si hacemos las siguientes consideraciones:
1. Duarte no quiere a Peña. Recordemos que el gordonador desvío millones de pesos de recursos públicos para hacer campaña de Peña Nieto dentro del estado y fuera de él. Como pequeñísima prueba está el vergonzoso episodio de las maletas de dinero que le cacharon nada más y nada menos que Vicente Benitez.
Duarte y todo su equipo pensaba que al llegar Peña Nieto -luego de la inversión a su campaña que hizo con recursos públicos- en retorno al favor, Los Pinos aventaría recursos a Veracruz a manos llenas, que iban a pagar sus deudas y que les ayudarían a limpiar el cochinero que estaban teniendo.
Tremendo error, Peña Nieto les dio la espalda y no vieron de regreso un solo centavo, o por lo menos no se vio en una mejora a las finanzas públicas del estado ni en una sola obra pública en beneficio de los veracruzanos. Si hubo algún retorno debió quedarse en los bolsillos del círculo cercano a Duarte.
2. Los Pinos no quiere a Duarte. Si hay algún gobernador que le ha generado ruido al gobierno federal es Javier Duarte, si no son homicidios a periodistas, son jóvenes, sino escándalos de corrupción o el peor manejo de las finanzas.
Duarte al saberse apestado dentro de su propio partido, en un arranque colérico y al ver una y otra vez que Peña Nieto no le respondió a su millonario aportación, Duarte decide entablar un pacto con Andrés Manuel, prometiéndole inflar a su candidato con miras a que Morena vaya ganando terreno no para ganar esta campaña, pero sí enfilando la victoria de López Obrador para la presidencia en 2018 y así cobrarse la factura pendiente con Peña Nieto y Los Pinos.
De esta forma estaría Javier Duarte tomando venganza en contra de Peña y su grupo, pero lo más importante de este acuerdo es que Andrés Manuel a cambio impedirá que Javier Duarte vaya a la cárcel, le dará inmunidad y quizá si López Obrador gana la presidencia, veamos al ahora gordonador como embajador o cónsul en alguna ciudad de España en donde pueda comer jamón serrano y tomas sus buenos vinos, sin preocuparse por todos los crímenes y abusos que cometieron él y su gente a costa de la inseguridad y pobreza que lastiman a millones de veracruzanos.
ESPRESSO: De volada se le cayó el teatrito al sistema, y es que son tan burdos para hacer guerra sucia que más tardan en armar su entramado de mentiras que en lo que sale la verdad a relucir. La última fue Duarte pagó a un grupo de oportunistas quienes inventaron ser miembros de una asociación protectora de derechos humanos para que dijeran que habían denunciado a Yunes Linares, al cabo de un par de horas, la verdadera asociación desmintió los hechos.
Se le está acabando el tiempo a Duarte, Héctor y al PRI, y conforme transcurren los días, se tornan más desesperados y violentos sus ataques…
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