«El tiempo se les acabó»
De las vacas flacas a las gordas
Por Luis Velázquez/Escenarios
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En diciembre del 2015, Miguel Ángel Yunes Márquez rindió el segundo informe como presidente municipal de Boca del Río.
Fue en el dren del canal de “La Zamorana” en la colonia Carranza, feudo de los Yunes azules.
En una parte del mensaje política dijo que al Maximato jarocho, iniciado por Fidel Herrera y seguido por Javier Duarte, les quedaba poco tiempo en el poder.
Y luego, mirando a su padre dijo que en su tercer informe ahí estaría sentado el nuevo gobernador de Veracruz.
Cariño filial, admiración por el padre, buenos deseos, bolita de cristal, vaticinio, la profecía se cumplirá.
Atrás habrá quedado la euforia duartista de blindarse y blindar a los suyos (su familia, su esposa, la familia de su esposa, una parte de los secretarios del gabinete legal y ampliado y a sus amigos Moisés Mansur, Franky García y Jaime Porres) y a quienes la PGR investiga.
Por ejemplo, en la última semana del mes de junio del año que corre, unos diputados locales (Julen Rementería, Jesús Alberto Velázquez y Cuauhtémoc Pola) votaron en contra de que la LXIII Legislatura aprobara una sala anticorrupción a modo de Javier Duarte… y que varias semanas después tumbara la Suprema Corte de Justicia de la nación.
Incluso, y a la par, en las redes sociales circuló una leyenda advirtiendo que “QueNOSeEscape-Duarte”, como tal cual ahora se cumplen 27 días en que anda prófugo de la justicia, en tanto ayer, el panista Guillermo Padrés, el exgóber bajo sospecha de Chihuahua, ya se entregó a un juez federal.
En aquel entonces, otro diputado local, el priista Ricardo Ahued Bardahuil, también se pronunció en contra de las iniciativas de ley del prófugo de la justicia de enajenar a título gratuito la Casa Veracruz, tomada hoy por los más de 50 alcaldes del PAN y PRD atrincherados en el palacio de gobierno de Xalapa.
“Ni la Casa Veracruz ni los otros dos predios para convertirlos en oficinas públicas porque en lugar de beneficiar a la zona es muy peligroso” dijo Ahued.
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En el Congreso local pastoreado por el cacique magisterial, dueño de la sección 32 del SNTE desde hace tres décadas y un año más, Juan Nicolás Callejas Arroyo, también existió intentona para gravar el fideicomiso del 3 por ciento a la Nómina para que de su fondo la yunicidad fuera obligada a pagar adeudos a proveedores y contratistas.
Y por supuesto, el cuartelazo fue descarrilado.
Y desplomada también fue la locura de basificar a más de cinco mil burócratas al servicio del Estado, modificando la ley 364 del servicio civil de Veracruz.
La oposición en el Congreso se opuso, y aun cuando la mayoría priista festinó la asonada, a la larga también se cayó, de igual modo, digamos, y como ahora, Javier Duarte anda “a salto de mata” ante la orden de captura de la PGR por delincuencia organizada (¡vaya delito!), lavado de dinero (lo que expresa el grado de corrupción), enriquecimiento ilícito (ilícito, que otra cosita es inexplicable) y peculado (que manifiesta las uñas largas de un político).
¡Ah!, la oposición tumbó el nombramiento de Gabriel Deantes Ramos, el genio electoral de Duarte, como consejero presidente del Instituto de Acceso a la Información, y de Francisco Portilla Bonilla como titular de la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción.
Y en tanto los Yunes azules están listos para el poder estatal, el duartismo terminó el Maximato como una tragedia ramplona y barata, con el lodazal encima por todos conocido, como cuando Anastacio Somoza, el dictador de Nicaragua, saliera huyendo del país en un avión acompañado de su amante.
La profecía del alcalde boqueño cumplida al pie de la letra.
3
Un día, cuando Miguel Yunes Márquez fue elegido diputado local, el mundillo político, la mayoría priista, repartía abrazos y sonrisitas y palmazos en la espalda.
En una curul, al fondo de la sala parlamentaria en el Palacio Legislativo, el primogénito del góber electo estaba solo, inmensamente solo, esperando el inicio de la sesión.
Únicamente un priista se le acercó y le dijo:
“Yo soy amigo de tu padre. Fuimos diputados federales. Y te saludo. Y me da enorme gusto que estés aquí en tu curul”.
Entonces, le entregó una tarjeta de presentación y le dijo que ahí estaba, a sus órdenes.
“Gracias, eres el primero y el único que me saluda” contestó Yunes Márquez.
Ahora, el frío político de entonces se ha vuelto calor, pues la vida, como la política, nunca es una línea recta, sino al contrario, está llena de zigzags, como dijo antenoche Barack Obama.
En el tercer informe como alcalde, su padre estará a su lado, honrado y orgulloso, luego de que en otros tiempos, entregado por completo a la política, cuando se dio cuenta los hijos habían crecido, como siempre suele pasar.
Las vacas flacas mudadas en vacas gordas.
Y en tanto, “los carniceros de ayer… las reses de hoy”.
Editorial
