Últimos capítulos

Por Andrés Timoteo/Texto Irreverente//Notiver

Es una historia que se tiene que ver en retrospectiva y pero de la cual ya corren los capítulos finales. El declive del aún gobernante, Javier Duarte de Ochoa es patético pero lo es más su soledad y desesperación en la víspera de que sea expulsado de palacio de gobierno. Lo que le sucede no es el tradicional apartamiento del mandatario  que se le acaba el poder sino la retirada en tropel de quienes formaban su entorno porque muchos de sus cómplices se alejan para tratar de evitar que también sean arrastrados al abismo.

Se ha dicho hasta la saciedad lo que siempre ha sido evidente, que Duarte no es un hombre de Estado y ni siquiera un hombre institucional. Nunca lo fue. Llegó a la gubernatura por el capricho de un individuo sin escrúpulos que necesitaba al colaborador más servil para guardarle las espaldas y permitirle seguir expoliando el presupuesto aun fuera del cargo estatal. Lo hizo y de paso también robó a manos llenas y terminó de hundir a la entidad en la ignominia. Por eso, Duarte tiene el final que siempre  mereció: solo, apestado y con una celda que lo aguarda.

Es tan dramático su caso que no cuajó ninguno de sus cercanos a quienes le apostó para que se repitiera la historia de él y el innombrable: cayó a destiempo Salvador Manzur, se desinfló Alberto Silva, nunca creció Erick Lagos, se le volvió en contra Cuitláhuac García –si es que es cierto que lo financió con el erario público- y perdió la elección Héctor Yunes. ¿Qué esperanza tiene Duarte en sus últimas horas? Tratar de poner obstáculos a su sucesor, el panista Miguel Ángel Yunes Linares y tener un asidero de chantaje con el cual negociar una anhelada evasión de la cárcel.

Imagínense como están las cosas que ahora su  aparente última carta es Luis Ángel Bravo Contreras, a quien le acomodó el cargo para ser un funcionario intocable, inamovible y plenipotenciario. Lo convirtió en Fiscal General por nueve años, le entregó autonomía presupuestal y hasta helicópteros para su uso exclusivo. Será una especie de Súper Ingente 007 versión huehuenche  con la encomienda, no de impartir justicia a los veracruzanos, sino de dar impunidad al gobernante saliente y fastidiar al entrante. ¿No es divertida la historia?

Y aún hay más porque también dejará un contralor general y un fiscal anticorrupción a modo. Todo fríamente calculado desde su cerebrito de ostión y con  la asesoría macabra del impresentable quien también ve extinguirse sus últimos días en Barcelona antes de que exijan su extradición. Sin embargo, en política hay obviedades predecibles como vaivenes impredecibles, y todo ese andamio para mantener una influencia transexenal se tambalea, aun cuando los integrantes del congreso local haya aprobado y sigan avalando los nombramientos a contentillo.

¿Y quién tumbará el tinglado? Los votantes ya lo hicieron. La composición plural que tendrá la próxima legislatura echará por tierra todos los entuertos que de última hora están haciendo los legisladores actuales. Los cálculos son oscuros para Duarte de Ochoa pues en el nuevo congreso local habrá  mayoría calificada para los partidos diferentes y no aliados a Revolucionario Institucional.  La  alianza PAN-PRD tendría  22 curules, 13 de mayoría relativa y 9 por la vía plurinominal mientras que Morena ocuparía 13 escaños, ocho de mayoría relativa y cinco plurinominales.

En tanto, el PRI tendría15 curules, 9 por los distritos donde triunfó y seis asignadas plurinominalmente. Entonces, si se une la votación de las tres bancadas, se alcanzará una mayoría simple y una mayoría calificada pues reúnen 35 votos, es decir más de las dos terceras partes del cuerpo legislativo, suficiente para  aprobar reformas constitucionales revertir los nombramientos abusivos. Se podrá someter a juicio político y destituir sin mayor problema al amateco  Bravo Contreras, al  próximo Fiscal Anticorrupción, al contralor general del estado y a  la presidenta de la CEDH, Namiko Matzumoto.

Los 13 diputados de Morena son en su mayoría activistas que han acompañado las luchas de familiares de personas desaparecidas, de jubilados apaleados y estafados en sus pensiones por el desfalco al IPE, de  estudiantes robados en sus becas, de los  maestros maltratados, de activistas perseguidos, de periodistas asesinados, de campesinos vejados y de otros ciudadanos que han sido víctimas de  los abusos, complicidades y omisiones personajes como Bravo Contreras. El voto de los diputados progresistas para echar del cargo a esos funcionarios duartistas está más que cantado.

No se entendería si los legisladores de Morena actuaran de otro modo. Los diputados priistas no serán suficientes para defender a nadie pero lo más interesante es que muchos de ellos –hasta donde se sabe- están más que dispuestos a congraciarse con el nuevo gobierno para salvar intereses propios y unirse a una mayoría que asegure futuros juicios políticos y destituciones. . ¿A poco creen que  Callejas Arroyo se van a desgarrar las vestiduras por Duarte y va a pelearse con el gobernante en turno, o que Rodrigo García Escalante no tratará de evitar la voladora para su padre o al menos las auditorias para su hermano que es alcalde de Pánuco?

¿Alguien piensa que Regina Vázquez se va a poner a defender a Duarte y arriesgarse a que le sigan el hilo a toda la estela de corrupción que dejó ella y su hermana Fabiola en el ayuntamiento de Acayucan o que Janet Cruz no intentará evitar la cárcel para sus jefes, los líderes de Antorcha Campesina?. ¿Quién se va a arriesgar por alegar a favor de Duarte, ya desposeído de poder político y perseguido por la justicia? En la próxima legislatura solo habrá  tres incondicionales del cordobés y del innombrable pero que son, desde ahora, carne para el caldero: Juan Manuel del Castillo, Vicente Benítez y Gerardo Buganza pues ellos mismos son candidatos al desafuero.

Y se decía líneas arriba que el amateco Bravo Contreras es una “aparente” última carta pues a estas alturas muchos cuestionan el equilibrio emocional de Duarte de Ochoa quien es capaz de hacer cosas descabelladas para tratar de salvar el pellejo. Recuerden que  Nerón incendió Roma mientras aun tocaba la lira y es sabido que la inestabilidad sicológica del cordobés le viene de familia, por algo una tuitera porteña lo apoda cariñosamente “El otro Locochoa”, sobrino del original.

Comentarios de Facebook
Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Print this page
Print

Acerca de Expreso de Tuxpan

El sitio de noticias líder de Tuxpan, todo lo importante de la política, cultura, mundo, desarrollo, ciencia, tecnología y más.

Ver todas las entradas de Expreso de Tuxpan →