* Lo entregan bañadito y rasurado, lo juzgan por cinco horas y le dan prisión preventiva por lavado de dinero, peculado y delincuencia organizada
* Se queda internado en el Reclusorio Norte hasta el sábado, que tendrá otra audiencia
Por Noemí Valdez/Notiver
A 93 días de su detención, este lunes, Javier Duarte de Ochoa, fue entregado por las autoridades de Guatemala a México.
Sin risas, rapado, con visible obesidad y sin sus acostumbrados “chistoretes”, compareció ante el Juez Gerardo Moreno García quien determinó que el exmandatario quedaría internado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México hasta el próximo sábado, en que se lleve a cabo la segunda audiencia.
Al término de su primera audiencia que duró 5 horas el Juez declaró justificada la prisión preventiva y se le notificaron los delitos federales que se le imputan, entre ellos lavado de dinero, peculado y delincuencia organizada.
Su defensa encabezada por el abogado Marco Antonio del Toro, solicitó la duplicidad del término legal para que se resuelva su situación jurídica, por lo que tiene 144 horas para presentar pruebas de descargo.
Así salió de Guatemala
Aproximadamente a las 5:00 de la mañana, bajo un fuerte dispositivo de seguridad Javier Duarte fue llevado al hangar de la Fuerza Aérea de Guatemala — a donde llegó dos horas después–, mismo que se ubica en el aeropuerto internacional de La Aurora.
Con chaleco antibalas y esposas, el exgobernador arribó al aeropuerto. Antes de enviarlo a nuestro país, se le practicó un chequeo médico.
Aproximadamente a las 9:40 de la mañana se le leyeron los cargos de extradición y fue entregado por las autoridades guatemaltecas a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL).
A las 10:18 de la mañana, Duarte abordó un avión con destino a México mismo que aterrizó a las 12:20 a México.
Al llegar, las autoridades le notificaron sobre las órdenes de aprehensión por lavado de dinero y delincuencia organizada; además de dos más por abuso, peculado, tráfico de influencia y coalición.
Al reclusorio Norte
Sin sus acostumbrados “chistoretes” y “disparates lingüísticos” Javier Duarte fue llevado del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) hasta el Reclusorio Norte.
Durante el trayecto del convoy conformado por 12 vehículos de la Procuraduría General de la República, de la Policía Federal Ministerial y un grupo de cinco hombres fuertemente armados, cientos de ciudadanos salieron a las calles para lanzar insultos al exgobernador.
El grupo se desplazó por la Avenida Hangares, Circuito Interior y el Eje Central, donde vendedores y automovilistas le lanzaron gritos de “ratero”, “chinga tu madre”, “mejor lo hubieran matado”.
“Tengo hambre”
La primera audiencia de Javier Duarte ante el Juez de Control Gerardo Moreno García, arrancó a las 5:03 de la tarde en la sala 1 del área de juicios orales de los juzgados federales.
Antes de que fuera presentado ante el Juez, el exmandatario lanzó la frase “tengo hambre” y pidió que se le permitiera comer; el menú consistió en spaghetti rojo, pollo guisado con frijol y agua de Jamaica, de un pequeño restaurantes frente a los juzgados.
Dentro de la sala, el juez de control le cuestionó al acusado si el proceso de extradición fue legal para posteriormente iniciar la audiencia de vinculación a proceso donde se le informaron de los delitos de los que es acusado: delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Diez minutos después el juzgador abrió un receso de una hora, porque la defensa del exgobernador pidió una hora para revisar el expediente de la PGR contenido en tres grandes cajas. La audiencia se reanudó a las 18:10 horas.
Al reanudarse la audiencia, el Juez preguntó a Duarte si quería reservar alguna información por lo que el respondió que tanto el Ministerio Público, como a la defensa deben omitir su nombre y que no se den a conocer datos particulares de él y de su familia.
Duarte acreditó a su defensa conformada por Marco Antonio del Toro, Luis Ricardo Chávez Coronado y Ricardo Alejandro Calderón.
Durante la audiencia, se determinó que la detención y extradición de Duarte fue apegada a Derecho.
La defensa solicitó ampliar el término de 72 a 144 horas para continuar con la segunda audiencia, por lo que el Juez determinó que será el próximo sábado a las 10:00 de la mañana cuando se lleve a cabo la segunda presentación ante el Juez.
Por lo tanto, Duarte de Ochoa permanecerá hasta esa fecha internado en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
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