Hasta hace poco, la mayoría de las pautas de salud pública se habían centrado en las medidas de distanciamiento social, el lavado regular de manos y las precauciones para evitar las gotas. Pero los firmantes del documento dicen que el potencial del virus para propagarse a través de la transmisión aérea no ha sido plenamente apreciado incluso por las instituciones de salud pública como la OMS.
El documento, que fue compartido con The Washington Post antes de su publicación esta semana en la revista Clinical Infectious Diseases, aparece cuando la OMS enfrenta críticas por su respuesta al coronavirus , llama a una reforma y una amenaza de Estados Unidos para recortar fondos y retirarse por completo .
El hecho de que los científicos recurrieran a un documento para presionar a la OMS es inusual, dijeron los analistas, y es probable que renueve las preguntas sobre los mensajes de la OMS.
«La credibilidad de la OMS se está minando a través de un goteo constante de mensajes confusos, incluida la propagación asintomática, el uso de máscaras y ahora la transmisión por vía aérea», dijo Lawrence Gostin, profesor de derecho mundial de la salud en la Universidad de Georgetown, que brinda asistencia técnica al organización.
Elogió a la OMS por organizar reuniones informativas periódicas y reconoció que la organización se encuentra en una situación difícil porque «tiene que hacer recomendaciones para todo el mundo y siente que necesita pruebas científicas irrefutables antes de llegar a una conclusión».
Pero advirtió que «el público, e incluso los científicos, perderán plena confianza en la OMS sin una orientación técnica más clara».
Un portavoz de la organización dijo que está al tanto de los informes de los medios sobre el tema y que contará con expertos técnicos que lo revisarán. La agencia ha defendido repetidamente su manejo de la pandemia.
La OMS, fundada en 1948, es la agencia de la ONU encargada de promover la salud mundial. Desempeña un papel fundamental en la expansión del acceso a la atención médica, la creación de programas de vacunación y la lucha contra enfermedades como la poliomielitis.
Pero su cartera ha crecido más rápido que su presupuesto. Y en tiempos de crisis, a menudo ha tenido problemas para liderar.
Desde los primeros días de la crisis del coronavirus, la OMS y su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, han sido perseguidos por preguntas sobre si el elogio efusivo de la agencia hacia China creó una falsa sensación de seguridad y posiblemente estimuló la propagación de covid-19, La enfermedad causada por el virus.
Esa crítica se ha visto agravada en varios puntos por preguntas sobre sus posiciones sobre cuestiones técnicas, incluida la transmisión, el uso de máscaras y, ahora, la transmisión por vía aérea.
Los firmantes del documento sostienen que el virus aún puede propagarse a través de aerosoles, o pequeñas gotas respiratorias, que las personas infectadas tosen o de lo contrario se liberan al aire. En entornos interiores abarrotados o con poca ventilación, esto podría ser especialmente peligroso y explicaría una serie de incidentes de «superpreparación».
“No hay razón para el miedo. No es que el virus haya cambiado. Creemos que se ha transmitido de esta manera todo el tiempo ”, dijo José Jiménez, químico de la Universidad de Colorado que firmó el documento. «Saberlo ayuda a enfocar las medidas para controlar la pandemia con mayor precisión».
El coautor Donald Milton, profesor de salud ambiental en la Universidad de Maryland, dijo que la aparente reticencia de la OMS a enfatizar este aspecto de la capacidad de propagación del virus probablemente se deba a la dificultad para identificar pequeñas partículas infecciosas.
«Es fácil encontrar virus en las superficies, en las manos, en grandes gotas», dijo en un comunicado enviado por correo electrónico. «Pero es muy difícil encontrar mucho menos virus de cultivo en el aire: es un desafío técnico importante y los investigadores ingenuos rutinariamente no lo encuentran». . . .
«Debido a que una persona respira entre 10,000 y 15,000 litros de aire por día y solo se necesita una dosis infecciosa en ese volumen de aire, tomar muestras de 100 o incluso 1000 litros de aire y no encontrar virus no tiene sentido».
Cualquiera que sea el veredicto sobre la transmisibilidad, el documento es otro dolor de cabeza para la OMS, ya que busca liderar la respuesta mientras evita meses de críticas.
En los primeros días de la crisis, la OMS repitió las afirmaciones chinas sobre los números de casos y la transmisión sin críticas. Cuando se les preguntó, los funcionarios de la OMS defendieron a Beijing, con el director general, Tedros, llegando a elogiar personalmente el liderazgo del presidente chino, Xi Jinping.
Los defensores de Tedros pensaron que simplemente estaba siendo diplomático. Es cierto que, como organización de estado miembro, la OMS no podía obligar a China a proporcionar datos precisos, o marchar a recogerlos.
Pero a principios de febrero, incluso los partidarios tradicionales de la organización, incluidos los asesores actuales y anteriores, expresaban preocupación por los elogios, preocupados de que el tono estuviera socavando otros aspectos de la respuesta.
En conferencias de prensa, Tedros y otros altos funcionarios trataron de transmitir un mensaje importante: «prueba, prueba, prueba», pero a menudo fueron desviados por preguntas sobre los lazos de la organización con China.
A medida que la crisis se extendió de Asia a Europa y Estados Unidos, el presidente Trump aprovechó la crítica, utilizando el tratamiento de la agencia hacia China para desviar la atención de las deficiencias en la respuesta de Estados Unidos.
En abril, Trump anunció que estaba congelando todos los nuevos fondos para la organización. A fines de mayo, dijo que Estados Unidos planeaba retirarse de la organización .
Jiménez dijo que el propósito de los científicos no era dañar a la agencia, sino simplemente alentarla a considerar nueva información.
«Nuestro grupo de científicos no quiere hacer nada que pueda socavar a la OMS como organización», dijo. «Solo queremos que adapte su orientación sobre la transmisión de aerosoles a la creciente evidencia».
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