Leña del árbol caído
Ponzoña del PRI
Por Luis Velázquez/Malecón del Paseo
EMBARCADERO: Todo indica que la orden presidencial es noquear y destazar en cachitos a Javier Duarte, JD, el fugitivo de la justicia…
Por ejemplo, está tendido en el centro del ring y la ponzoña del presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, resulta inverosímil, casi casi la del profeta Elías que en el relato bíblico ordenó degollar a los 400 profetas que adoraban a dioses diferentes a Yavé… Según el dueño de taxis en la Ciudad de México y ex director de la Comisión Federal de Electricidad que por 2 años de servicio mereciera una liquidación de un millón 200 mil pesos, Javier “Duarte nunca debió ser priista”… Además, de nuevo lo declara “prófugo de la justicia”, trepado en su frase célebre de que “en el PRI no caben los corruptos”… Y es que, habría de recordar el pasado inmediato… Por ejemplo, cuando JD fuera diputado federal coincidió en la Cámara Baja con Luis Videgaray Caso, coordinador de la bancada priista del estado de México… Pero además, uno y otro miembros de la Comisión de Hacienda… Entonces, Videgaray fue el puente entre Duarte y Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México, para un desayunito en la oficina en la Ciudad de México… Y durante más de tres horas, Peña y Duarte iniciaron y trabaron amistad…Varios años después los tres volvieron a encontrarse cuando Peña buscaba la candidatura presidencial y Fidel Herrera Beltrán también… Y cuando Duarte rindió protesta como candidato a gobernador cabildeó un cafecito entre Peña y Fidel y el góber fogoso se resistió… Incluso, por más que Peña Nieto lo buscó vía telefónica en Xalapa para sentarse a platicar, Fidel se emperró y lo dejó con la mano tendida por más y más insistencia de Duarte…
ROMPEOLAS: La fama pública registra que en la campaña presidencial de Peña, JD aportó 2,500 millones de pesos para ganar la elección, con todo que en las urnas Peña fuera derrotado en Veracruz por la panista Josefina Vázquez Mota… Pero, bueno, como afirma un ideólogo priista, los comicios, cierto, se ganan con el voto, pero también con el billete aportado… Es más, en el imaginario colectivo siempre quedó que aquellos 25 millones de pesos incautados en el aeropuerto de Toluca transportados desde Xalapa eran un abonito para la campaña de Peña… En el imaginario colectivo está el hecho de que JD gobernador financió varias campañas de candidatos priistas a gobernadores en otras entidades federativas, como de hecho constituye parte de la cultura tricolor… Es más, en el año 2010, Héctor Yunes Landa aseguraba que Peña Nieto le había financiado con 500 millones de pesos para su precampaña a la candidatura que hacia el final del día le ganó Javier Duarte… Por demás está recordar los 500 millones de pesos que todavía ahora el duartismo adeuda a las tiendas Soriana por la compra de materia prima para la campaña peñista en Veracruz y que fuera acatada al pie de la letra por JD según órdenes superiores del CEN del PRI de Peña Nieto… Además, claro, y como mera presunción, los negocios que al cobijo del poder JD habría prohijado en Veracruz para los empresarios cercanos a Peña… Por si fuera poco, queda la duda de las razones por las cuales Luis Videgaray Caso, maestro de Enrique Ochoa en la licenciatura de Economía en el ITAM, era, digamos, el cabildero de JD en el gabinete peñista y ante el mismo presidente de la república según publicó la columna “Templo Mayor” del periódico Reforma…
ASTILLEROS: Por eso resulta inverosímil que Ochoa Reza siga cortándose las venas en contra de JD… Incluso, en su charla con “revistar” de Reforma, Miguel de la Vega reportero, el dirigente tricolor dice que pide a la autoridad cumpla lo más pronto posible la orden de aprehensión… “Exijo a la PGR que haga su trabajo”, dice, porque, argumentó, desea heredar a su hija de 2 años cuatro meses “un país donde la corrupción tenga una solución institucional”… A estas alturas, JD se ha quedado más solo que nunca y por eso mismo trasciende que a nadie contesta el teléfono, salvo a los probados y comprobados leales que le resten… Pero de ahí a que los Érick Lagos, los Jorge Carvallo junior, los Édgar Spinoso, los Adolfo Motita, los Alberto Silva, los Juan Manuel Castillo, los Gabriel Deantes y los Tarek Abdalá callen resulta más sorprendente, aun cuando desde que Judas traicionó a Jesús todo es posible… Pero de ahí a que Enrique Ochoa diga que “Duarte no merecía ser priista”, y todos ellos guarden silencio, a pesar, incluso, de que los enriqueció, significa la peor de las traiciones y quien traiciona una vez traiciona siempre… Pero ni hablar, en este despeñadero en que se ha convertido el caso Duarte y que ha llevado a la PGR a solicitar informes a bancos norteamericanos sobre posibles operaciones, la elite priista que fuera está en la casa del jabonero… Por eso mismo, todos están desesperados por salvar el pellejo… Y es que con todo y la satanización de Ochoa Reza, el día en que el prófugo de la justicia sea atrapado y enviado a la cárcel Veracruz se estremecerá, pues como dice Chejov en su cuento fascinante “Una casa vieja”, por aquí la primera piedra cae en la ladera todas caerán en automático… Y es que el país está sorprendido y alucinado con la corrupción de que fueron capaces todos ellos con el dinero público… Sólo faltaría esperar a que Javier Duarte preso, despepite todo lo que sabe o “calle para siempre”, digamos, a cambio de una estancia penitenciaria suave…
Editorial
