Jamás escuchó a la población
Tuitero se volvió vomitivo…
Por Luis Velázquez/Barandal
PASAMANOS: En aquel tiempo, el CEN del PRI integró a nuevos miembros al consejo político, pero Javier Duarte, JD, fue excluído, incluso, de una consulta.
Entonces, se quejaba con Ranulfo Márquez Hernández de la siguiente manera:
“Estoy sacado de onda. No me toman en cuenta. No me gusta. Me encabrona”.
Desde luego, Ranulfo, el más institucional de los fidelistas, ofreció cabildear para arreglar el desaseo del que JD se dolía.
Pero en rara y extraña circunstancia, mejor dicho, lógica si se considera la bipolaridad del góber tuitero, es lo mismito que durante 6 años ha aplicado como estilo personal de gobernar y ejercer el poder.
Es decir, nunca “tomó en cuenta” a la población. Jamás la escuchó. Nunca tuvo voluntad política y social para escuchar. Peor tantito, lastimó la dignidad humana. Tantito peor, se pitorreó de todos.
Y por supuesto, y como él mismo dijera de sí, la población se encabritó.
Y se encabritó tanto que el 5 de junio votó en las urnas en su contra y por eso Miguel Angel Yunes Linares, su enemigo público número uno, será el sucesor, lo que nunca quiso ni soñó, pues JD jugó en el carril electoral con varios candidatos, entre ellos, Alba Leonila (alentada, además, por Rafael Moreno Valle), Juan Bueno Torio, Alejandro Vázquez Cuevas y Cuitláhuac García Jiménez.
El daño social y moral está hecho.
Ningún gobernador había lastimado tanto la piel social.
Secuestrados, desaparecidos, asesinados, fosas clandestinas, muertos satanizados inculpados de su propia muerte, desorden administrativo, caos financiero, corrupción política, enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber.
Tan es así que algunos priistas aseguran que JD es hoy el peor gobernador, no de Veracruz, sino del país.
Y decir peor que Rodrigo Medina, César Duarte, Roberto Borge Angulo, Andrés Granier, Angel Aguirre Rivero, Fausto Vallejo, Mario Marín, Ulises Ruiz, Gabino Cué, Guillermo Padrés, son palabras mayores.
¡Pobre! El poder político le deschavetó algún hueso del cerebro. Y perdió la dimensión de la realidad.
Ahora, parte de su equipo, incluso, los más cercanos, como Erick Lagos y Jorge Carvallo, se han “tirado al piso” del góber electo, incluso, y según la fama pública, entregando documentos, papelitos y hasta grabaciones.
BALAUSTRADAS: Cierto, grave el (presunto, pero expreso) desvío del recurso público federal, y por añadidura, estatal.
Grave la investigación de la Procuraduría General de la República sobre el enriquecimiento ilícito y el peculado.
Grave que además de que la PGR investiga al góber tuitero y a Vicente Benítez González, diputado local electo (electo, ajá, para ganar impunidad) también sean investigadas 34 personas.
Todas, porque “metieron la mano al cajón” y/o fueron salpicadas.
Pero más, mucho más grave la pobreza, la miseria y la jodidez, que en la lógica del Coneval significan 6 de cada 10 habitantes de Veracruz.
Pero más, mucho más grave, que los duartistas, con el góber tuitero por delante, vejaran la dignidad humana.
“Nos quitaron el derecho a soñar” ha dicho la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón.
“No nos escucha” dijo Aracely Salcedo, la madre de Fernanda Rubí, secuestrada en el mes de septiembre del año 2012 en un antro de Orizaba.
Se pitorrea de nosotros ha sostenido el Solecito, el grupo de padres de familia buscando a sus hijos y que han descubierto, por lo pronto, 82 fosas clandestinas en el terreno anexo al Frac. “Colinas de Santa Fe”, en el feudo gobernado por el gerente jarocho, Ramón Poo Gil.
Si JD “estaba sacado de onda” porque el CEN del PRI lo ignoraba, la población de Veracruz se hartó, simple y llanamente, se hartó del góber tuitero.
“Se volvió vomitivo” dice el politólogo Carlos Ronzón Verónica.
ESCALERAS: JD dijo a Ranulfo Márquez, que odiaba que lo ignoraran.
Incluso, y como si fuera dueño de una hacienda porfirista, el capataz, le dijo que si el CEN del PRI seguía sin tomarlo en cuenta, entonces, dejaría de financiar al PRI en Veracruz.
JD se burló de la Universidad Veracruzana con el pago del subsidio federal retenido.
Se burló de todos y cada uno de los proveedores y prestadores de servicio arrastrando deuda millonaria.
Se burló de los dueños de florerías de Xalapa a quienes pedía las coronas de flores en abonos.
Se burló de los constructores de Xalapa a quienes adeuda 700 millones de pesos.
Se burló de la persona que en Coatzacoalcos alquila oficinas a la secretaría de Trabajo y Previsión Social y le adeuda seis meses de renta.
Se birló del Auditor Superior de la Federación con la gran estafa de que repondría los 35 mil millones de pesos federales desviados.
Y en el incumplimiento del deber se mofó de cada familia que tiene un pariente, un amigo, un vecino, un conocido… desaparecido, plagiado y asesinado, porque dejó crecer a los carteles y cartelitos, se ignora si como sucedió en Tamaulipas con Eugenio Flores Hernández y Tomás Yarrington, acusados por la DEA, agencia antinarcóticos de Estados Unidos, de pactos millonarios con los malandros a cambio de operar con libertad, como en su casa.
El dicho bíblico lo dice: “No hagas a otros lo que no quieras para ti”.
Ahora, y como el día del Juicio Final siempre llegará aquí, en la tierra, en vida, Javier Duarte vive y padece la peor pesadilla, desde el momento en que la PGR lo ha acusado de enriquecimiento inexplicable y peculado.
Gerardo Buganza Salmerón se la pasaba hablando de los políticos “que meten la mano al cajón” y “ordeñan la vaca”.
Paradojas de la vida: Buganza trabajaba para uno de ellos.
Editorial
