Dale Dale/Diario AZ
Mi casa es tu casa
Ayer, por falta de espacio, no comentamos el reto del candidato priista Héctor Yunes, que consiste en que se visite su casa y la de su primo y rival electoral, Miguel Ángel Yunes, candidato panista, se trata de mostrar las casas de los candidatos y compararlas a ver cuál vale más, cuál es más grande y lujosa. En calidad de peritos valuadores “morales”, se propone de parte de Héctor, como representantes de los veracruzanos en este desafío, a un alto clérigo católico, a un líder empresarial oficialista y a una columnista también enchufada al equipo del gobierno y otros como un ex rector rábano (rojo por fuera y blanco por dentro). Muy remoto que se concrete el match residencial; primero porque es obvio que hasta ahora Héctor vive en condiciones menos ostentosas que las de su primo Miguel, por eso lanzó este reto en el debate; segundo: para hacer técnica y concienzudamente la revisión del valor de las residencias se requiere un inventario certificado de los bienes muebles que forman parte del menaje (de todo lo que hay dentro de las casas), porque supongamos que la casa menos valiosa puede tener dentro de ella una obra de arte, por ejemplo un Picasso (no confundir con Picazo Basilio, candidato del PRI a diputado, con antecedentes criminales, sino una pintura del renombrado artista español) valdría entre 20 y 50 millones de dólares americanos probablemente, calculen ustedes entre 400 y 800 millones de pesos, entonces si los “valuadores” designados no son expertos, no podrían distinguir ni calcular los valores de las cosas que poseen los candidatos, cuando se pudieran conseguir avalúos profesionales de los contenidos de las casas ya habría pasado la elección, ¿ya para qué? Y finalmente, en tercer lugar, que tal si se llegara a perder algo durante las inspecciones, quien se haría responsable, ni las aseguradoras que han de tener contratadas. Así que mejor esperen sentados la visita a conocer cómo y con cuánto viven los primos candidatos.
Mega mitin priista en Boca, sin boqueños
Quien sabe cuánto costó haber llenado el Dren B ubicado en la colonia Carranza de Boca del Río, ya que haber hecho tanta alharaca y gastado tantos millones para acarrear gente a ese lugar, como un gran “reto” a los yunistas boqueños, cuando que como era de esperarse los que estaban ahí no eran del municipio de Boca, los trajeron de donde pudieron, de La Cuenca y Los Tuxtlas, así es que igual había alvaradeños, de Lerdo, de Cosamaloapan y hasta de Los Tuxtlas, todos los que se subieron a un autobús fueron traídos de paseo, cuando que el evento debió ser en Veracruz Puerto, que es más importante que Boca del Río y que es donde gobierna el PRI.
Editorial
